«Quintaesencia de eso que llaman Estado, hallar excusa a la bellaquería». Francisco de Quevedo, Sentencias Cospedal, Bárcenas y un revolcón imprevisto Ante la publicación de los llamados «papeles de Bárcenas», es decir, la contabilidad oculta del PP, la dirección del partido negó la veracidad de dichos documentos y anunció querellas al por mayor. Transcurridos ya […]
hallar excusa a la bellaquería».
Francisco de Quevedo, Sentencias
Cospedal, Bárcenas y un revolcón imprevisto
Ante la publicación de los llamados «papeles de Bárcenas», es decir, la contabilidad oculta del PP, la dirección del partido negó la veracidad de dichos documentos y anunció querellas al por mayor. Transcurridos ya bastantes meses del escándalo que desnudó al partido del gobierno, un partido que está arrasando lo público desde los cargos públicos y que impone a los de abajo unos recortes sociales insoportables, ha quedado claro que esos «papeles» no eran falsos y que reflejaban fielmente las donaciones de grandes empresarios así como los sobresueldos que recibían «en negro», es decir, sin declarar a Hacienda, los dirigentes nacionales del partido conservador.
María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP y presidenta de la Comunidad de Castilla-La Mancha, se querelló contra el extesorero del PP intentando limpiar su nombre y de paso tapar la boca al innombrable Luis Bárcenas. Hoy ha tenido lugar la vista pública en un juzgado de Toledo. Y lo que iba a ser un paseo triunfal por los tribunales se ha convertido en un revolcón en toda regla para ella. Bárcenas ha reconocido la autenticidad de los documentos publicados, ha mantenido su versión acerca de las entregas de importantes sumas de dinero a los secretarios generales del PP (entre ellos, al actual presidente del gobierno, Mariano Rajoy). Para sorpresa suya, ha detallado dónde le entregó a ella en mano y en secreto el dinero, el tipo de billetes (siempre de 500 euros, como hacían los empresarios donantes) y hasta el color de dichos sobres. (Según gustaba de recordar Bertolt Brecht, «la verdad es concreta», dígala Agamenón o su porquero, como añadía por su cuenta Antonio Machado). Parece que la dama de la peineta quedó en la sala «demudada la color», como en el poema del Romancero.
Este último episodio no descubre algo completamente nuevo: confirma una vez más la corrupción que caracteriza desde su nacimiento al régimen borbónico y que hasta hace poco estaba bien oculta por el poder. En los actuales momentos de pobreza y escasez generalizada, añade un grado más a la contenida ira popular, es la gota de agua que puede hacer rebosar el vaso en cualquier momento. Ante este panorama de corrupción política que socava la mínima confianza que unos gobernantes necesitan para seguir en la vida pública, ¿qué hará la dirección del PP? ¿Dimitirán de los cargos que ocupan o esperarán a que los fiscales, bien instruidos desde el gobierno, les cubran las espaldas y algún juez afín archive las denuncias?
Mienten más que hablan
Siguen desahuciando a cientos de familias cada semana, decenas de miles de obreros de la construcción continúan en paro, muchos médicos ignoran si mañana seguirán ejerciendo su profesión en los hospitales públicos, los estudiantes de clases populares tienen difícil poder pagarse la matrícula en la universidad, las empresas continúan despidiendo trabajadores aprovechando así las condiciones favorables de la reciente legislación laboral, cada vez más madres de familia a duras penas tienen dinero para comprar lo necesario para comer, un número creciente de pequeños comerciantes se ven obligados a cerrar sus tiendas, miles de jubilados ya no saben de dónde recortar, una generación de jóvenes bien formados comienzan a preparar la maleta para emigrar en busca de trabajo… Y mientras estas penalidades y otras más se extienden en ciudades y pueblos, los politicos elegidos con un programa edulcorado de protección social que pisotean cada día y los altos cargos nombrados por ellos a dedo aparecen en televisión sonrientes y bien trajeados pintando un país de fantasía que ni ellos mismos se creen. ¡En qué manos está el pandero!
Los ministros compiten entre sí a ver quién dice la mentira más grande. Montoro afirma que los salarios no están bajando, Báñez que con su contrarreforma aumenta el empleo, Sáenz de Santamaría que quien defrauda a Hacienda no son los grandes empresarios sino los parados, Guindos que ya ha empezado la recuperación económica,Wert que ninguna ley educativa ha contado con tanto diálogo como la suya… Y Rajoy, el de los «hilillos» del Prestige, saca pecho contando que se ha superado la crisis con un reparto equitativo de la carga y que en Fukushima (que amenaza riesgo casi apocaliptico) no hay amenaza radiactiva. Este gobierno del PP puede definirse como el cuento de los cuentos.
Cansado estoy, como tantos y tantos ciudadanos, de escuchar mentiras por radio y televisión, mentiras dichas con voz solemne y repetidas sin cesar para calar hondo en la gente. Juan José Millás ha pintado con acierto y crudeza este cuadro: «La relación del PP con la mentira es la del toxicómano con la droga. Vive para ella, alrededor de ella, solo piensa en la dosis próxima»(«El mono aprieta», El País, 18 de octubre de 2013). Los drogadictos, sin embargo, dan lástima. Estos políticos, por el contrario, dan asco.
Un alcalde del PP, condenado por el Tribunal Supremo, «ejemplo para todos»
Añadamos, por último, un detalle castizo, el del alcalde al que también le gustaba la «mordida» y que era hasta hoy un icono de buen gobierno para el PP malagueño. El alcalde de Alhaurín el Grande (Málaga), Juan Martín Serón, del Partido Popular, fue condenado en 2012 por la Audiencia Provincial de Málaga a una multa de 200.000 euros y suspensión de empleo y cargo público durante un año por haber exigido a un empresario y recibido de él 122.000 euros a cambio de una licencia de obras. Tras esa condena por cohecho este «patriota» del PP anunció que no abandonaría el cargo ya que eso sería, según él, propio de «cobardes».
Celia Villalobos, diputada del PP por Málaga y actual vicepresidenta primera del Congreso de Diputados (donde ya ha dado sonados ejemplos de autoritarismo y zafiedad como presidenta en funciones de la cámara) salió en defensa de su compañero de partido tras la condena judicial con estas contundentes palabras: «Creo ciegamente en tu honradez y en tu capacidad de trabajo, tú vas a seguir contando con ellos porque todos te conocen, todos saben quién eres y quién vas a seguir siendo (!) , y conmigo contaste, cuentas y contarás porque me gusta apostar por la gente valiente, honrada y trabajadora como tú«. ¡Toma ya! El presidente provincial del PP y presidente de la diputación provincial de Málaga, Elías Bendodo, lo presentó así en las elecciones municipales de 2011:» Si digo que Juan Martín es un ejemplo para todos digo la verdad al cien por cien«.
Ahora, el Tribunal Supremo acaba de confirmar la sentencia anterior. Ante esta condena definitiva, el alcalde «valiente» se ha visto obligado a dimitir. El señor Bendodo, abrumado por el varapalo judicial, confesó que, antes de pronunciarse sobre el asunto, tenía que leer con detenimiento los numerosos folios de la sentencia (parece que sigue todavía meditando a la sombra de un árbol). Y la señora Villalobos, habitualmente tan dicharachera, guarda silencio.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.