El Voto Rogado es un problema que, con la crisis como telón de fondo y la distancia a la que vivimos los españoles del exterior como coartada, está pasando relativamente desapercibido para la sociedad española. Sin embargo, se trata de un ejemplo MUY ilustrativo de la clase política que tenemos: irresponsable y cínica. Irresponsable porque, […]
El Voto Rogado es un problema que, con la crisis como telón de fondo y la distancia a la que vivimos los españoles del exterior como coartada, está pasando relativamente desapercibido para la sociedad española. Sin embargo, se trata de un ejemplo MUY ilustrativo de la clase política que tenemos: irresponsable y cínica.
Irresponsable porque, mediante la introducción de un sistema de sufragio que pone trabas al ejercicio del derecho más elemental en cualquier democracia, puede haber abierto el camino a tentaciones involucionistas en este ámbito que, en un futuro, pudieran afectar a algo más que al 1,8 millón de españoles que residen en el exterior.
Cínica porque resulta verdaderamente indignante que, apenas año y medio después de haberse conjurado para aprobar –a toda prisa y contra el criterio de todos los órganos representativos de los españoles en el exterior– la reforma de la Ley Electoral que posibilitó la introducción del Voto Rogado, los representantes de los dos partidos mayoritarios (PP y PSOE) que fueron los que se pusieron de acuerdo para pasar el rodillo parlamentario, ahora critiquen pública y amargamente esta ley que, al igual que la reforma del mercado de trabajo, es «injusta, ineficiente e insolidaria».
Se trata de una regulación que, sencillamente, NO FUNCIONA. Ya ha sido probada en las elecciones autonómicas y en las generales celebradas el año pasado y en las andaluzas y asturianas celebradas recientemente. En todas esas citas electorales la abstención en el exterior se ha disparado, siempre, por encima del 90%. Es decir que, los españoles que viven fuera (sobre todo, los que están teniendo que emigrar como consecuencia de la crisis) sufren un doble castigo: están teniendo que irse de un país al que, en los hechos, no parece interesarle ni la situación personal que puedan encontrarse en el exterior ni aún menos, su opinión sobre los asuntos públicos de España.
PP y PSOE, sin embargo, ahora se dicen adalides de la reforma de una medida cuyas consecuencias frisan niveles cada vez más patéticos: recientemente, por ejemplo, el Tribunal Superior de Justicia de Asturias acaba de ordenar repetir las elecciones autonómicas en una minúscula circunscripción de dicha comunidad con lo que, en la práctica, se está dejando al Principado compuesto y sin Gobierno. ¿Por qué ha podido ocurrir esto? ¿Es esto culpa de los españoles residentes en el exterior? NO, lo es de un sistema de sufragio muy mal diseñado (desde Madrid) pero, sobre todo, MUY POCO realista.
Lo indignante del caso es que, dos de los más directos responsables de la existencia del Voto Rogado, la socialista Carmela Silva y el popular Alfredo Prada, no solo no han respondido ni ante nada ni ante nadie por el desaguisado en cuestión sino que, según informaba ayer el diario ‘España Exterior’, ¡se reunirán el 16 de mayo para comenzar a discutir los términos de una nueva reforma! O sea que, de nuevo, se pone a los pirómanos a apagar incendios y para variar, a espaldas de los ciudadanos: sin luz ni taquígrafos.
¿Es que estas cosas no merecen publicidad? O mejor, llegado el momento ¿No merecerán más bien, los responsables, sanciones contundentes en las urnas?
Fuente: http://transterrados.wordpress.com/2012/05/03/el-esperpento-del-voto-rogado/