Paso atrás en prestaciones públicas de carácter social. Los datos que acaba de publicar Eurostat -la Oficina de estadísticas de la UE- indican que el gasto de España en protección social ha bajado hasta el 20,9% del Producto Interior Bruto (PIB), dos décimas menos que un año antes. Se trata del primer retroceso desde el […]
Paso atrás en prestaciones públicas de carácter social. Los datos que acaba de publicar Eurostat -la Oficina de estadísticas de la UE- indican que el gasto de España en protección social ha bajado hasta el 20,9% del Producto Interior Bruto (PIB), dos décimas menos que un año antes. Se trata del primer retroceso desde el año 2001, cuando la protección social pasó del 20,3% del PIB hasta el 20%.
Desde entonces, todo había sido subidas. Sin embargo, eso no ha servido para que España converja con la eurozona en términos de protección social Mientras que en el área del euro ha pasado de representar el 26,7% en el año 2000 al 27,5% en 2006 -lo que supone un avance de ocho décimas-, en España ha evolucionado en el mismo periodo desde el 20,3% al 20,9%, es decir, un progreso de tan sólo seis décimas.
Lo relevante de esta evolución es que España no ha sido capaz de acercarse a la media de la eurozona en términos de protección social ni siquiera en los momentos más brillantes de la economía en muchos decenios. Durante el sexenio analizado la economía creció entre un mínimo del 2,7% en el año 2002 y el 5% del 2000. Su inferioridad afecta a todas las funciones de gasto social, salvo en desempleo, donde España gasta más dinero que la media de la unión monetaria.
En salud, la distancia es de 1,3 puntos (7,7% del PIB frente al 6,4%); en incapacidad, la diferencia es de dos décimas (1,7% frente al 1,5%), y de nada menos que de un puntos en protección a la familias y los hijos (un 2,2% en Europa frente al 1,2% español). Tan sólo en desempleo, como se ha dicho, España gasta más (un 2,6% frente al 1,7%).
Gasto en vejez
La distancia más grande, sin embargo, se produce en gasto en vejez y supervivencia, donde la eurozona destina el 12,3% de su PIB y España el 8,4%, básicamente por razones demográficas debido a que tiene una población más envejecida. Algo que le sucederá a España en la próxima década, toda vez que el baby boom se produjo con mayor retraso, lo que obligará a financiar esas necesidades.
Los datos de Eurostat vuelven a situar a Francia y Suecia como los campeones de la protección de sus ciudadanos, toda vez que destinan nada menos que un 31,1% y un 30,7% de su Producto Interior Bruto, respectivamente, a gasto social.
En términos per cápita, sin embargo, Luxemburgo es quien destina más dinero a protección social, seguido de Holanda y Suecia. En el primer caso, se alcanza los 13.458 euros en términos de paridad de poder de compra, lo que permite hacer comparaciones más homogéneas.
España se encuentra a años luz de esa cifra (5.163 euros), hasta el punto de se sitúa en el puesto número 14 de los 27 países de la clasificación de Eurostat (ver gráfico). Sólo Portugal, de la vieja Europea, obtiene unos registros peores. Incluso Grecia, con 5.552 euros, se sitúa por delante de España.
Los datos de Eurostat, en cualquier caso, indican una gran disparidad regional en relación al nivel de protección social. Los tres países con mayor cobertura pública destinan entre cinco y ocho veces más que los cinco con menores dotaciones, que son Rumania, Bulgaria y las tres repúblicas bálticas: Estonia, Letonia y Lituania, que están claramente a la cola de todas las clasificaciones.