La reedición de «El talón de hierro», de Jack London, es tan oportuna en los momentos de crisis capitalista que vivimos que si siempre ha sido una lectura ha hacer, quizás resulte ahora el momento más oportuno. Jack London, el escritor que desde la clase obrera escribió sobre aventuras en la naturaleza apenas explorada, sobre […]
La reedición de «El talón de hierro», de Jack London, es tan oportuna en los momentos de crisis capitalista que vivimos que si siempre ha sido una lectura ha hacer, quizás resulte ahora el momento más oportuno.
Jack London, el escritor que desde la clase obrera escribió sobre aventuras en la naturaleza apenas explorada, sobre la transformación de la conciencia, sobre la vida de la clase a la que pertenecía y pertenece, y sobre sus luchas por cambiar la realidad, Jack London, el joven obrero que se hizo escritor, un grandísimo escritor, se nos ofrece ahora en una de sus obras más conocidas, «El talón de hierro»: «El talón de hierro» se cuartea bajo su crisis, que si ha ido agudizándose ha terminado siendo irresoluble, y las luchas populares han resuelto la contradicción social. To se nos cuenta desde el tiempo en que está superada, desde el tiempo en que ha terminado con el estado y el sistema de producción dirigidos por la clase minoritaria.
En el prólogo Howard Zinn (autor de «La otra historia de EEUU», obra que no deben dejar pasar) nos habla de la narración de Jack London como «su gran novela socialista», a lo que yo añadiría que nutre el ánimo y agranda la pupila deseosa del lector, eso que hace que un libro ofrezca y dé algo que se alcanza más allá de su lectura: la capacidad crítica y la propuesta de otra realidad.
«El talón…» lo escribió su autor en 1906, ¿es posible que sea actual?. El sistema social se ha globalizado y las diferencias se han hecho extremas, la riqueza del mundo está en manos de un grupo reducido de individuos que manejan las grandes corporaciones financieras, que a su vez disponen de los resortes para imponer gobiernos con el beneplácito electoral de los votantes, a eso sumemos las guerras que emprenden para apropiarse de las riquezas naturales. Parece que estamos en el final y en el principio, lo contaremos en unos años. Así es «El talón de hierro». Howard Zinn hace una reflexión sobre las posibilidades de los métodos para transformar la sociedad que se han empleado en nuestro tiempo,armas y urnas, y se pregunta sobre su idoneidad. Y uno se pregunta si los obstáculos no son más que contradicciones en el momento histórico en que vivimos. ¿Superaremos, modificaremos, intentaremos nuevas formas de organización social?.
Los mineros del estado español llevan más de 40 días en huelga, es buen momento para leer «El talón de hierro»; varios grupos de mineros están siguiendo la huelga general de la minería a 3.000 metros bajo tierra, los enemigos de leer «El talón de hierro», desde sus periódicos y emisoras, no informan de nada de lo que está sucediendo, solo nos administran la droga fútbol, toros, crímenes y chismorreo, y los banqueros son unas víctimas a quienes hay que defender.
Los mineros van andando hasta Madrid, para entrar en la capital el día 11, miércoles, aunque el 8 llegarán a las inmediaciones. Déjenme que les diga lo que el protagonista de «El talón de hierro» dice a algunos sindicalistas ante la perspectiva de una Huelga General: «Nunca se había visto una manifestación tan hermosa de la solidaridad y el poderío del trabajo. El trabajo puede y debe regir el mundo. Si continuáis estando de nuestra parte, pondremos fin al reinado del capitalismo. Es vuestra única esperanza; y, lo que es más, bien lo sabéis, no hay otra salida». La clase trabajadora, en general, los parados en particular, casi 6.000.000, deberíamos recibir a nuestra selección, los mineros, con la mayor muestra de solidaridad.
Casco minero de resistencia: Caja España: 2096 0000 85 347 2463104
Título: El talón de hierro. Autor:Jack London. Editorial: HIRU. Prólogo: Howard Zinn. Traducción:María Ruipérez.
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