Declaración del colectivo de militares demócratas Anemoi en relación con los disparos del dirigente de Vox
El vídeo del diputado, portavoz y concejal de Vox, Javier Ortega Smith, haciendo prácticas de tiro en la base de la Brigada Paracaidista en Jabalí Nuevo, Murcia -con un HK G·6, fusil de asalto de las FFAA españolas- tiene una inmediata y clara lectura cívica y político-militar.
El hecho de tirotear y balear hasta 11 veces el perfil de un indefinido terrorista puede incluso calificarse de una llamada expresa y jubilosa al asesinato o a la representación de los «subversivos» españoles integrados por VOX en esa categoría de terroristas.
Estaría formada por varias decenas de millones de ciudadanas y ciudadanos. En este caso, todos los que conocen y saben de las declaraciones del citado diputado -en este caso por medio de un vídeo- simpaticen o no con él, van dirigidas a ir «sembrando el terror y la violencia» para llegar desde ellos a la sumisión y a la toma del poder.
Esa es la estrategia política de VOX. La toma del poder por la violencia explícita. VOX es un grupo franquista con grupos armados propios que gozan de la simpatía y la colaboración de algunos sectores de las FFAA. El hecho es tan grave que merece una inmediata investigación por parte del Gobierno y por el Congreso de los Diputados.
Los ciudadanos y ciudadanas a las que VOX o sus representantes tachan -también genéricamente- de terroristas pertenecen a un enorme colectivo de varios millones de personas: aquellos que votan a la izquierda parlamentaria marxista, bolivariana, independentista, separatista, antifascista, republicana o que no asumen la dirección de la Iglesia reaccionaria. También a todos aquellos colectivos que luchan contra la desigualdad, la discriminación, a favor de la recuperación de la memoria histórica, contra la violencia de género, el asesinato de mujeres, la protección de asesinos que actúan en «manada». Todos son enemigos o traidores, por acción u omisión, cómplices de la anti-España por no permitir el gobierno de la extrema derecha. De la España franquista: Una, Fuerte y Libre; Católica, Apostólica y Romana, por supuesto.
Todo lo que mencionamos puede leerse en las continuas declaraciones del citado diputado y portavoz ante los medios de comunicación, fuera y dentro del Congreso de los Diputados, en ruedas de prensa por todo el país. La «propaganda por el hecho» se ha realizado en el mencionado vídeo y en las posteriores tomas fotográficas del mismo (con militares incluidos).
Al margen de la ilegalidad del hecho y del inútil debate jurídico que puede prolongarse varios años después de que el tal J.O.Smitz -cuyo adiestramiento y pericia en el tiro al blanco humano es notable- decida emprenderla a balazos mortíferos con cualquier persona a la que él mismo califique como terrorista, o después de que la mayoría de los españoles y españolas declaren su confianza en las instituciones judiciales.
Después de contemplar el vídeo y los eufóricos gritos del diputado cuando concentraba el tiro sobre los órganos vitales del catalogado por él mismo como «terrorista», ningún ciudadano o ciudadana razonable puede dudar de la intención del diputado o de su grupo parlamentario.
Por su reiterada aparición en los medios todos los ciudadanos y ciudadanas conocen al diputado de Vox con su discurso ultraderechista en el que se pueden identificar, fácilmente, unas entretelas fascistas.
Hacemos una llamada a la responsabilidad de los medios de comunicación, de la izquierda consecuente de este país, de los medios alternativos, de los colectivos sociales, de las fuerzas de izquierda parlamentaria, de los trabajadores, sectores populares, mujeres, para que asuman la realidad que no es otra que el crecimiento, «resistible» todavía, del fascismo.
@colectivoanemoi
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de los autores mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.