Los presupuestos prorrogados para 2020 asignan un total de 10.199 millones de € al Ministerio de Defensa, una cifra que, sumada a gastos escondidos en partidas de otros ministerios, alcanza los 20.030 millones de gasto militar real.
El nuevo informe publicado por el Centre Delàs d’Estudis per la Pau sobre el gasto militar español cifra en los 20.030 millones de euros el gasto militar para este año 2020. Estos datos tienen en cuenta a parte del presupuesto consolidado del Ministerio de Defensa, de 10.199 millones, el resto de gastos militares repartidos en otros ministerios que no se incluyen en los créditos de Defensa (algo que aconseja la OTAN a los países miembros). Entre ellos, las clases pasivas de los militares en servicio, en la reserva o pensionistas, la mutua militar ISFAS, la Guardia Civil, los créditos en I+D que se destinan al desarrollo de nuevos armamentos, y las aportaciones a organismos militares internacionales, como la OTAN. “En el análisis también se añaden los intereses de la deuda pública, pues si el Gobierno permite que el Estado se endeude en la adquisición de bienes de equipo, armamentos, instalaciones e infraestructuras militares, los intereses de la parte proporcional que corresponden a esa deuda es de recibo que se sumen al gasto militar”.
La pandemia de la Covid-19 ha impedido que el Gobierno presentara el presupuesto de este año 2020, y ha obligado a prorrogar el de 2019 (a su vez estaba prorrogado del de 2018, aprobado por el Gobierno de Mariano Rajoy). En el presupuesto de 2018 los créditos del Ministerio de Defensa habían tenido un aumento de un 10,5% con respecto al año anterior. Un incremento que en dos aspectos clave eran ventajosos para el Ministerio de Defensa: en inversiones en armamentos y en I+D militar para nuevas armas. Ambos habían tenido unos aumentos muy elevados (un 25% en las inversiones militares, alcanzando los 3.696 millones; y un 47% en la I+D militar para el desarrollo de nuevas armas, alcanzado los 678,7 millones). “Para el Ministerio de Defensa, las prórrogas del presupuesto en 2019 y 2020 no han representado una pérdida para sus capacidades militares, pues partía de una situación muy favorable para abordar sus objetivos, en especial los destinados a la adquisición de nuevos armamentos”, apunta Pere Ortega, presidente del Centre Delàs y autor del informe.
En el análisis del gasto militar español para este año 2020 destaca la aprobación por parte del Gobierno del PSOE desde finales de 2018 de siete nuevos Programas Especiales de Armamento (PEA), que alcanzan un total de 13.356 millones de euros para la fabricación de armamento entre 2019 y 2032. Entre los programas más importantes aprobados destacan cinco fragatas F-110 por un importe de 4.325 M€; 348 blindados 8×8 Dragón con un coste de 2.100 M€; la actualización del avión de combate F-2000 con una aportación de 906 M€; 1.172 M€ para el submarino S-80, para subsanar los defectos de ingeniería que hacían que no flotara; 1.381 M€ para los helicópteros militares NH-90; 819 M€ para modernizar los helicópteros Chinook y 1.397 M€ para tres satélites de comunicación militar. Según el autor del informe, “la puesta en marcha de los nuevos programas de armas anunciados por el Gobierno de Pedro Sánchez con un coste de 13.356 millones de €, es un despropósito sobre todo considerando la enorme crisis que acarreará la pandemia de la Covid-19”.
Además, en los presupuestos de 2020 se asignan para el desarrollo tecnológico y las actividades en I+D+i 678 millones repartidos en dos programas, el de Investigación y estudios de las Fuerzas Armadas dotado con 211,5 millones; y el de Apoyo a la innovación tecnológica en el sector de la defensa del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo con una asignación de 467,6 millones, que en su totalidad va destinado a las empresas militares como ayuda para desarrollar los PEA aprobados.
Para inversiones en adquisición de armas e infraestructuras en Defensa se prevé una partida de 3.059 millones de euros, de los cuales 1.873 son para hacer frente al pago de la anualidad de los PEA, quedando el resto, 1.186 millones, para la adquisición de armamentos de uso, como municiones, explosivos, torpedos, misiles, vehículos de transporte, sistemas de comunicación, además de inversiones en instalaciones e infraestructuras militares.
El otro enorme dispendio que cada año esconde el gasto militar real de España es el que corresponde a las misiones militares en el exterior. “Se trata de un caso de ocultación deliberada de los gastos reales de las intervenciones militares pues cada año se habilita un crédito inicial muy inferior al real, en 2019 fue de 314 millones (en años anteriores ha llegado a ser de apenas 14 millones) siendo el coste final de la liquidación de 1.176 millones euros. Así, se puede concluir, que la ocultación del coste real de las misiones en el exterior que todos los años ronda los 1.000 millones obedece a una operación persistente y deliberada para que no se conozca el gasto real del presupuesto de Defensa”, apunta Pere Ortega.
“Si ese ingente gasto militar de más de 20.000 millones anuales destinados (según los gobiernos) a proporcionar seguridad, se hubiera destinado al ámbito de la salud y de los servicios sociales, a buen seguro hubieran proporcionado una mayor seguridad a la ciudadanía”, afirma el autor del informe. “Esta es una ocasión para revertir esa insensata política militarista que no beneficia ni da seguridad a la población española. No es demagógico preguntarse si da más seguridad un submarino que un hospital. Tampoco, si proteger el empleo, la sanidad pública, la educación, los servicios sociales, las pensiones o crear vivienda social proporciona más seguridad que mantener unas fuerzas armadas desorbitadas en número y armamentos”.
Puedes consultar y descargar el informe completo en castellano aquí.