«La responsabilidad de las interceptaciones no es de los detectives del DAS. Fueron ordenadas desde la sede de la presidencia.» (Ernesto Samper Pizano, ex presidente de Colombia, entrevista en el diario Público, Madrid 17 de mayo de 2010) Uno de los principales periódicos de Bélgica, Le Soir, en su edición del 19 de mayo pasado, […]
«La responsabilidad de las interceptaciones no es de los detectives del DAS. Fueron ordenadas desde la sede de la presidencia.» (Ernesto Samper Pizano, ex presidente de Colombia, entrevista en el diario Público, Madrid 17 de mayo de 2010)
Uno de los principales periódicos de Bélgica, Le Soir, en su edición del 19 de mayo pasado, informaba de que el principal objetivo del espionaje y las infiltraciones del DAS, el servicio de investigación político colombiano, era buscar que no existiera oposición a la firma del Acuerdo de Libre Comercio entre la Unión Europea y Colombia. El mismo que se firmó en Madrid, aprovechando la Cumbre Europa-América Latina-Caribes, ese mismo día. «En otros términos, la Unión tomó el riesgo de firmar un acuerdo que pudo haber estado manipulado por Bogotá», decía el diario.
Estas acciones ilegales del DAS no fueron realizadas sólo en Bélgica. Según la información hasta ahora conocida, también se dieron en Francia, Suiza y España, y contra personalidades políticas, europarlamentarios, defensores de derechos humanos, ONG y residentes colombianos. Y también existía otro propósito, el cual era investigar para manipular, tergiversar y tratar de frenar las denuncias que sobre las constantes y graves violaciones a los derechos humanos en Colombia realizaban estas personas. Asimismo se hurgaba en sus actividades políticas, vida personal y presuntas relaciones con las guerrillas colombianas que al hacerlas públicas dañaran su imagen y así restarle peso a las denuncias.
De otra parte, Le Soir y otros medios informativos de ese país, anunciaron que la revista MO, en su edición de junio, entregaría detalles sobre el espionaje que los agentes colombianos realizaron en Bélgica sobre el Parlamento Europeo y las Organizaciones No Gubernamentales Broederlijk Delen, Oxfam Solidarité, así como la Oficina Internacional de Derechos Humanos Acción Colombia, Oidhaco. Según publicará MO, esos nombres figuran en los documentos que la Fiscalía colombiana encontró en las oficinas del DAS durante las investigaciones. (1) Dice la revista que el gobierno colombiano investigaba «si los colaboradores de Broederlijk Delen tenían relaciones más que profesionales con las organizaciones contraparte en Colombia». MO dice que el director del DAS se desplazó hasta Bélgica para tratar de limitar el impacto del escándalo reuniéndose con la directiva de Broederlijk Delen, entre otros.
Al mismo tiempo, las tres grandes federaciones sindicales de Bélgica hicieron público un comunicado, al cual se sumaron numerosas Organizaciones No Gubernamentales. En él se dicen «estupefactas» de las actividades de espionaje del DAS, Esto «constituye una injerencia extremadamente grave en la soberanía de nuestro país», se expresa en el texto. La contundente reacción de estas organizaciones, silenciada en Colombia y en casi toda Europa, así como el malestar producido en la opinión pública, ha puesto en peligro la ratificación de acuerdos comerciales entre la Unión Europea y Colombia donde la firma de Bélgica es definitiva.
Los signatarios han pedido «que se realice de toda urgencia una completa investigación de las actividades del DAS en Bélgica y que se lleve a los responsables ante la justicia (…) Pedimos que el Ministerio de Relaciones Exteriores proceda ante el embajador de Colombia en Bélgica y que el Ministerio de Justicia y del Interior, así como nuestros Servicios de Seguridad, realicen todo lo necesario que la gravedad de la situación impone».
(1) La «Operación Europa». Espionaje internacional del gobierno colombiano. http://www.
Periodista y escritor colombiano residente en Francia. Colaborador de Le Monde Diplomatique.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
rCR