El Gobierno reduce el IRPF de las personas con rendimientos inferiores a 21.000 euros y aumenta los tipos de quienes cobran más de 200.000. Además, anuncia un impuesto extraordinario para las grandes fortunas.
PSOE y Unidas Podemos han llegado al acuerdo más ambicioso en materia fiscal de toda la legislatura, un entendimiento que ha sido presentado esta mañana por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y que plantea dos grandes medidas: una rebaja del IRPF que beneficiará a las personas que ganan menos de 21.000 euros al año, que podrán ahorrar 746 euros anuales, y un impuesto llamado de “solidaridad” para las grandes fortunas que afectará a 23.000 contribuyentes con un patrimonio superior a tres millones de euros.
Este gravamen estará vigente, en principio, durante los ejercicios de 2023 y 2024. Y tiene un impacto potencial, según los cálculos de Hacienda, de 1.500 millones de euros. El Gobierno ha establecido una disposición especial para que la cuota que ya se abone en el impuesto de Patrimonio sea deducible en este impuesto, algo que no podrán hacer quienes se vean exentos del impuesto de Patrimonio por la legislación autonómica.
De esta manera, el Gobierno de coalición entra de lleno en la confrontación fiscal con las comunidades autónomas del Partido Popular como Madrid, que ha llevado a cabo bonificaciones del impuesto de patrimonio que han favorecido a las rentas más altas de la región, o Andalucía que a través de su presidente, Juanma Moreno, ha arrancado el curso anunciado la eliminación de este tributo, que pagan a las 20.000 grandes fortunas andaluzas.
Montero ha anunciado una primera medida, sobre el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas que beneficiará al 50% de las rentas bajas y medias y que amplía el cómputo para las personas exentas de 14.000 euros anuales a 15.000. El IRPF cambia también en sus tramos altos según el plan anunciado por el Gobierno. Para aquellas personas que presenten rendimientos anuales de entre 200.000 y 300.000 euros el tipo impositivo pasa del 26 al 27%. Además, se crea un nuevo tramo, gravado con el 28% para las personas que declaran más de 300.000 al año.
La ministra de Hacienda ha criticado “el populismo fiscal” antes de explicar cuáles son los acuerdos adquiridos con el equipo de Unidas Podemos, dirigido en materia fiscal por Nacho Álvarez, y cuáles han sido las anteriores medidas en esa materia, como la introducción en enero de un tipo mínimo del impuesto de sociedades del 15%, el gravamen a energéticas y bancos anunciado en junio y el impuesto sobre transacciones financieras.
La motivación, ha reconocido Montero, es combatir los efectos de la alta inflación, que, no obstante ha querido sintetizar la que a su juicio es la disyuntiva en el terreno fiscal: “Hay quienes apuestan por los élites, por un Estado mínimo, por un Estado asistencial” y un modelo de “igualdad de oportunidades en materias básicas, como la sanidad, la educación, la vivienda o la justicia gratuita” que garantizan, según la ministra, la reproducción de la sociedad de las clases medias.