El responsable de los TEDAX durante el 11-M, Jesús Sánchez Manzano, destacó ayer en la Audiencia Nacional española que al mediodía del 11-M ya se sabía que el explosivo utilizado en los atentados era dinamita y que los expertos en ningún momento barajaron la posibilidad de que se tratara de Tytadine. Por tanto, el Gobierno […]
El responsable de los TEDAX durante el 11-M, Jesús Sánchez Manzano, destacó ayer en la Audiencia Nacional española que al mediodía del 11-M ya se sabía que el explosivo utilizado en los atentados era dinamita y que los expertos en ningún momento barajaron la posibilidad de que se tratara de Tytadine. Por tanto, el Gobierno español mantuvo la hipótesis de la autoría de ETA pese a manejar datos que desmentían totalmente esta posibilidad.
El comisario jefe de los TEDAX durante los atentados del 11-M en Madrid, Juan Jesús Sánchez Manzano, destacó ayer que para los dos de la tarde ya supieron que el explosivo empleado por los islamistas en los atentados era dinamita, aunque no pudieron precisar la marca.
En la decimoquinta sesión del juicio que se está celebrando en la Audiencia Nacional española, Sánchez Manzano añadió que «en ningún momento se oyó hablar de que el explosivo que se empleó fuera Tytadine» y que «no me consta que alguno de los efectivos de mi unidad informara a algún superior en ese sentido, ya que hubiera violado la norma».
El ex responsable de los artificieros de la Policía española añadió que las averiguaciones sobre los explosivos que iban realizando en el laboratorio de los TEDAX eran comunicadas inmediatamente a los responsables políticos.
Sin embargo, en las comparecencias que el entonces ministro del Interior del Gobierno de José María Aznar, Angel Acebes, realizó a lo largo de la tarde del 11-M continuó atribuyendo a ETA la autoría de los atentados en los trenes.
Acebes, impasible
Acebes mantuvo esta postura hasta el día de las elecciones al Parlamento español, el domingo 14 de marzo, tres días después de los atentados, cuando ya todos los indicios de la Policía científica apuntaban a la tesis de la autoría islamista. La propia ETA desmintió su participación en los atentados, mientras que Al Qaeda ya lo había reivindicado en el diario «Al Quds al Arabi» de Londres.
Sánchez Manzano relató ayer que para las 15.00 del 11-M ya habían trasladado al complejo policial de Canillas la furgoneta Renault Kangoo hallada en las inmediaciones de la estación de Alcalá de Henares y señaló que, tras la inspección de ésta, se hallaron en su interior siete detonadores de aluminio y de cobre, restos de rabiza o material de sujeción y un trozo de un cartucho de Goma 2 Eco. Esta es la furgoneta en la que se encontraron cintas con cánticos de orientación islamista.
El ex responsable de los artificieros añadió que tras comprobar que los detonadores eran de fabricación española citaron en las dependencias policiales al fabricante, Unión Española de Explosivos, que sobre las 17.00 identificó los detonadores como producidos en su empresa e indicó que los de cobre se servían únicamente en Asturies, León, Palencia y Catalunya.
Junto a ello, Sánchez Manzano recordó que sobre las 2.40 horas de la madrugada del 12 de marzo le llamaron para comunicarle que entre las pertenencias recogidas en El Pozo del Tío Raimundo había aparecido «una bolsa que parecía que contenía una bomba», tras lo que se desplazó hasta el descampado en el que se desactivó el explosivo, lo que se consiguió a las 5.30 horas.
Añadió que inmediatamente después llevaron los restos al laboratorio del TEDAX en Canillas «para trabajar con cada elemento» y dijo que «la primera información eficaz que se obtuvo de los detonadores» se logró el 15 de marzo, cuando establecieron que la empresa que había recibido los detonadores era la asturiana Caolines de Merillés.
Sánchez Manzano, cuya labor ha sido desacreditada por la derecha política y mediática española, también relató que el día que inspeccionaron la finca de Chinchón -en la que se planearon los atentados- y el de la explosión de Leganés -en la que se inmolaron varios autores materiales de los atentados- hallaron restos de explosivos y detonadores cuyas características coincidían con los de Caolines de Merillés.
Durante la sesión de ayer del juicio por el 11-M volvieron a vivirse momentos de tensión, ya que el presidente del tribunal, Javier Gómez Bermúdez, se vio obligado a interrumpir el interrogatorio del abogado de la AVT, Emilio Murcia, ya que, según indicó, «las preguntas que está usted realizando no conducen al esclarecimiento de la verdad».
La AVT, junto al PP y medios como «El Mundo» y la COPE, ha desacreditado la labor de los laboratorios policiales dirigidos por Sánchez Manzano en su intento de atribuir la autoría de los atentados a ETA. Así, han difundido teorías como la del ácido bórico o que la dinamita tenía restos de DNT.
En definitiva, el testimonio de Jesús Sánchez Manzano dejó en evidencia que el PP mintió a sabiendas pese a que estaba en juego la dignidad de casi 200 víctimas. En vísperas del tercer aniversario de aquel atentado, los dirigentes del PP se manifestaron por las calles de Madrid para reclamar respeto a la dignidad de las víctimas que se atribuyen a Iñaki de Juana.