(A propósito de una noticia difundida en la emisora pública Radio Nacional de España, el 28 de septiembre, informativo de las 9 de la mañana)
A pesar de que la crisis capitalista está de rabiosa actualidad, debo mencionar un detalle, en apariencia insignificante, que demuestra cómo el régimen español es incapaz de medir el alcance de sus patochadas. No sé si se trata de prepotencia obsoleta u otra razón, pero la diplomacia de Madrid parece no entender que difundir una noticia fingidamente inofensiva- encubierta bajo el supuesto derecho a la libre información- puede afectar sus intereses económicos e incluso tener consecuencias en otros aspectos.
Hace unos días en un informativo de la emisora pública Radio Nacional de España (RNE) que, como tal, representa al Gobierno de turno, reportaba que un desertor de las FARC había revelado que 200 guerrilleros de la guerrilla colombiana, se mueven regularmente por territorio venezolano y que los comandantes Iván Márquez y Jorge Briceño han tenido campamentos en ese país «con avanzadillas que los protegen» (sic). A mí, particularmente, me parece bien que las FARC tengan santuarios (si los tienen) porque combaten para liberar Colombia de un régimen criminal; por tanto su lucha es legítima. En cambio, hay quien considera eso un escándalo. La diferencia estriba en simpatizar con los desposeídos, o estar alineado con terratenientes y sicarios asesinos.
La cuestión no es banal, dada la malévola intención de la noticia divulgada pocos días después de que, varias organizaciones celebraran un homenaje en Venezuela al desaparecido comandante Manuel Marulanda, donde la Coordinadora Simón Bolívar aclaró que el Gobierno venezolano no tenía nada que ver con la actividad. ¿Y qué importancia tendría de no haber sido así, cuando se honraba a un guerrillero que luchó por implantar la democracia popular en América Latina? España no oculta en absoluto, su implicación en el genocidio de Afganistán ni condena el terrorismo que riegan los soldados estadounidenses en Iraq, para que otros tengan que matizar nada.
El Ejecutivo español, parece no haberse enterado de que el mundo unipolar ha pasado a la historia, y que los pueblos que resisten al fascismo ya no están tan peligrosamente aislados. La supuesta invulnerabilidad de la oligarquía occidental se derrumbó el 8 de agosto de 2008, cuando Georgia, azuzada por Estado Unidos, agredió a Osetia del Sur sufriendo una derrota estrepitosa, lo que indudablemente beneficia la lucha antiimperialista. Dice Fidel sobre Venezuela en una de sus reflexiones que «su asociación económica con China, Rusia (…). desata fuerzas liberadoras para abrir paso a un mundo multipolar». Hasta un analfabeto funcional como John McCain, es consciente de ello y muestra su preocupación por el proyecto de alianza comercial y militar entre Rusia y Venezuela, al que podrían unirse países como Siria e Irán.
En estos momentos existe una nueva situación geoestratégica, a la que ha venido a sumarse el comienzo del derrumbe económico del viejo orden. Sin embargo, el Gobierno español, como si todo siguiera igual, se dedica a señalar de manera sibilina a Venezuela como país que colabora con el «terrorismo». Si tuviéramos en cuenta las tesis de Madrid acerca del terrorismo, resultaría que el entorno de Venezuela (es decir, los países que establezcan lazos estrechos con Caracas), serían también colaboradores necesarios. Las relaciones internacionales han cambiado, y el régimen español podría recibir un acuse de recibo recordándole el conflicto vasco (por citar el más agudizado) que, provocaría escalofríos al ministro del Interior, el único del Gabinete medianamente inteligente.
Las acusaciones indirectas quedan bien para alardear de «democracia» pero hoy día, ya no procuran réditos. O Zapatero y su camarilla, ya no saben qué hacer para agradar aún más, a la Casa Blanca o es que viven en la Luna. Más les valdría preocuparse por la que se les viene encima en el plano económico.