El Gobierno español, una vez más, ha acudido solícito a reforzar las posturas más intransigentes de los EEUU, enviando nuevas unidades militares al teatro de operaciones de Ucrania: buques y aviones de combate que se unen así a las ya desplegadas anteriormente en los batallones multinacionales y a los aviones de caza en los países bálticos.
Se incorpora así a la histeria del grueso de los países de Europa oriental (a quienes la OTAN abrió sus puertas incumpliendo el compromiso de occidente con Gorbachov de no extenderla hacia el este a cambio de la reunificación de Alemania), verdaderos lacayos de los EEUU y sumisos al impulso del eje anglosajón en su obsesión por desguazar a la Federación Rusa como obstáculo a la expansión de los intereses del gran capital trasnacional. Anular su capacidad para mantener su soberanía es el primer paso hacia la conquista de su objetivo final: someter a China a la disciplina del libre mercado, pero siempre que sea bajo el control de los grandes fondos de inversión y de las trasnacionales.
Para conseguir su objetivo, EEUU viene espoleando a la OTAN en su hostigamiento a Rusia, desde que ésta se plantara ante las mentiras y los abusos que hiciera la OTAN de la Resolución de la ONU para contener las supuestas masacres de Gadafi contra el pueblo libio. Desde entonces, ha utilizado todos los medios para hacer ver que se trata de un enemigo que pone en riesgo nuestra seguridad, incluyendo constantes provocaciones en sus fronteras, fantasías sobre campañas de “desinformación” y la apelación a la violada integridad de Ucrania por la respuesta de las minorías étnicas rusas que no aceptaron el golpe de estado de los sectores ultraderechistas respaldados por EEUU.
Son las élites en los gobiernos más nacionalistas y ultraconservadores de los países de Europa oriental los que mejor se prestan al juego del hostigamiento contra Rusia, deseosos de ganarse un tratamiento privilegiado de sus mentores en el sistema de dominación mundial.
El gobierno español se suma así a las atrevidas maniobras de provocación muñidas por el eje anglosajón y los gobiernos más reaccionarios de Europa, echando más leña al fuego en el momento en que el riesgo de hecatombe mundial es más elevado que nunca.
Sorprende la presteza con que el gobierno español ha ofrecido más fuerzas para esta operación, en comparación con la prudencia mostrada por otros países europeos como Francia o Alemania, con una actitud más favorable al relajamiento de las tensiones y a la negociación de un esquema de seguridad al gusto de todos, incluyendo a Rusia.
La organización Veteranos Por la Paz España hace un llamamiento al Gobierno para que no se deje arrastrar por los impulsos belicistas del eje anglosajón, retire del teatro de operaciones las unidades allí desplegadas y desarrolle una agenda propia de política de seguridad basada en la diplomacia y el respeto a la Carta de las Naciones Unidas y sin adhesiones ciegas a las engañosas demandas de una potencia que ha demostrado sobradamente que no es la seguridad de Europa lo que le preocupa, sino seguir manteniendo la dependencia estratégica de ésta para garantizar su propia hegemonía.
Asimismo, exigimos que no se ponga en riesgo la vida de soldados españoles en una operación contra quien objetivamente no ha planteado ninguna amenaza contra España y que puede degenerar en una guerra total, absoluta y definitiva para toda la humanidad.
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