El gobierno de España autorizó en el primer semestre de 2022 la exportación de material antidisturbios a Marruecos mientras en el mismo periodo se lo negó a Cuba. La razón, indican, se halla en la cláusula de veto que se aplica por el respeto a los Derechos Humanos, según información que consta en las estadísticas de exportaciones españolas realizadas de Material de Defensa, de Otro Material y de Productos y Tecnologías de Doble Uso.
El material denegado a Cuba consistía en cartuchos lacrimógenos y fumígenos, y en artificios de luz, sonido y lacrimógenos. Por otra parte, sí autorizó la venta de ese material al Estado marroquí por valor de 78.500 euros. En preguntas realizadas por La Marea a la secretaría de Estado de Comercio relativas a la motivación por la que se negó ese material a Cuba pero no a Marruecos respondieron: “En los informes de las estadísticas españolas de exportación de material de defensa, de otro material y de productos y tecnologías de doble uso, se recoge la información relativa a las denegaciones así como los criterios de la Posición Común 2008/944/PESC en los cuales se sustenta la denegación”.
Esta orientación marcada por el Consejo Europeo, por la que se definen las normas comunes que rigen el control de las exportaciones de tecnología y equipos militares, está recogida en el BOE del 8 de diciembre de 2008. En el punto 4 se indica que “los Estados miembros están resueltos a evitar la exportación de tecnología y equipos militares que pudieran utilizarse para la represión interna o la agresión internacional o contribuir a la inestabilidad regional”. El gobierno de España ha rehusado contestar por qué esa denegación motivada para el envío de material a Cuba no aplica para Marruecos.
El caso de Perú
El envío de material antidisturbios a Marruecos por parte del gobierno se autorizó antes de los sucesos en la valla de Melilla del 24 de junio de 2022, en los que murieron 23 inmigrantes según datos de la gendarmería marroquí y al menos 37 según organizaciones no gubernamentales. Por otro lado, las estadísticas de la secretaría de Estado de Comercio incluyen la autorización del envío de material antidisturbios a Perú en el primer semestre de 2022 por valor de 6,3 millones de euros. Según información recogida por El País, el ministerio negó que esas licencias llegaran a ejecutarse por desistimiento de las empresas, aun reconociendo que sí se envió ese material en agosto de 2020.
Sin embargo, en la represión en Perú de las movilizaciones en protesta por la detención de Pedro Castillo se han encontrado cartuchos de la empresa española de armamento, explosivos y minería Maxam, un producto que solo pudo ser enviado con la autorización del gobierno de España. La dirección de comunicación de esta empresa ha sido categórica cuando, desde La Marea, se le preguntó si había enviado material antidisturbios a Perú: “No te voy a contestar”, afirmó el responsable de ese área.
La secretaría de Estado de Comercio también fue contactada para preguntar por las empresas que enviaron material a Perú tras el anómalo y convulso cambio de gobierno en Lima. Desde este órgano, adscrito al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, se han negado a facilitar estos datos por considerar que contienen “información comercial de operadores privados, ajenos a la Administración, que la misma ha recabado en el ejercicio de sus competencias y que debe tratar con la debida diligencia y confidencialidad a fin de proteger los intereses económicos y comerciales de las entidades privadas”.
Tras la denuncia de Amnistía Internacional del uso de material de fabricación española en la represión de las manifestaciones, el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, indicó en la Comisión de Exteriores del Congreso que esa relación se interrumpió cuando se comprobó el cariz violento que estaban tomando los acontecimientos en el país latinoamericano: “En el momento en que empezó esta situación de ruptura, digamos, de conflicto civil, paramos cualquier exportación de material militar y policial a Perú como hacemos siempre”.