El Gobierno dio hoy por terminada la alerta por avalanchas de inmigrantes en las vallas de Ceuta y Melilla y ordenó, después de dos meses y medio de despliegue, que los militares que patrullaban las fronteras vuelvan a sus cuarteles y que la Guardia Civil recupere el «control absoluto» de los perímetros de las dos […]
El Gobierno dio hoy por terminada la alerta por avalanchas de inmigrantes en las vallas de Ceuta y Melilla y ordenó, después de dos meses y medio de despliegue, que los militares que patrullaban las fronteras vuelvan a sus cuarteles y que la Guardia Civil recupere el «control absoluto» de los perímetros de las dos ciudades autónomas.
Las comandancias militares de las dos capitales confirmaron este miércoles que el ministro de Defensa, José Bono, ordenó el martes el «repliegue total» de las tropas. Una retirada que ha sido paulatina, ya que a principios de noviembre Bono dispuso la vuelta de 240 soldados (dos de las cuatro compañías que fueron enviadas a la zona a finales de septiembre, en plena crisis migratoria) ante la falta de incidentes.
Durante los 75 días que los soldados han patrullado las fronteras de las ciudades norteafricanas sólo han tenido que enfrentarse a dos conatos de asaltos masivos frente a la casi veintena de avalanchas que soportaron las vallas desde finales de agosto a finales de septiembre y que se saldaron con una decena de inmigrantes fallecidos.
Los militares destinados a la vigilancia de la doble valla que separa Melilla de Marruecos abandonaron la zona la noche del martes. El delegado del Gobierno en esta ciudad, José Fernández Chacón, afirmó que la disminución de la presión migratoria en la frontera ha motivado el repliegue del dispositivo militar ordenado el 29 de septiembre, un mes después de que comenzara la oleada de entradas masivas de subsaharianos a Melilla.
Los aproximadamente 140 militares pertenecientes a la Legión, Caballería y Regulares que custodiaban el perímetro, recorriéndolo día y noche por parejas y en el espacio comprendido entre las dos vallas, recogieron sus petates y desmontaron las tiendas de campaña instaladas junto a la verja para almacenar los enseres de avituallamiento que precisaba cada uno de los turnos.
Los militares no pudieron ocultar su alegría tras conocer la noticia de la retirada, después de pasar dos meses vigilando el perímetro fronterizo junto a la Guardia Civil como elemento disuasorio frente a las avalanchas, que sólo se frenaron con la llegada de los soldados.
Marruecos vigila
En Ceuta, en la madrugada de este miércoles ya no quedaba un solo militar en los 8,2 kilómetros del perímetro. La decisión no cogió a nadie por sorpresa. Hasta el pasado 29 de septiembre, los intentos de entrada de inmigrantes se registraban «a diario», pero desde el despliegue militar no habido ni un solo intento, reconocieron hoy fuentes de la Delegación del Gobierno, mientras soldados y guardias civiles confesaron haber estado «cruzados de brazos» los últimos meses.
Pero la presencia del Ejército no es la única causa del final de la crisis migratoria, según reconocieron responsables de la ciudad de Ceuta. Tras la muerte de cinco inmigrantes a finales de septiembre en el mayor intento de asalto masivo de los últimos años, Marruecos desplegó por primera vez sus fuerzas armadas en la valla y lanzó una campaña de acoso contra los inmigrantes subsaharianos, que tuvo como primera medida el desmantelamiento del campamento en el que vivían los «sin papeles», situado a unos seis kilómetros de la verja de Ceuta.
Desde entonces, esa campaña no ha cesado. Marruecos vigila el perímetro y no ha permitido que se vuelvan a formar campamentos. Casi ya no ha candidatos a los saltos. Las organizaciones no gubernamentales que trabajan en la zona creen apenas quedan unas pocas decenas de inmigrantes desperdigados en los bosques próximos Ceuta, pero la fuerte vigilancia de Rabat impide que puedan intentar buscar el sueño europeo saltando la verja.
Es tal la situación de tranquilidad, que el Gobierno, pese a la retirada del Ejército, no va a enviar más guardias civiles a custodiar el perímetro. De este modo, según confirmaron desde la Delegación del Gobierno, entre 40 y 50 agentes del instituto armado custodiarán en todo momento la frontera de Ceuta.