El Ejecutivo de Rajoy apoyará la internacionalización de la industria de Defensa implicándose activamente en la venta y gestión de los programas de armamento, de manera que las empresas españolas puedan competir «en igualdad de condiciones» con otros países. ¿De dónde venía el Ministro Morenés? No se puede negar que los diferentes lobbis que han […]
El Ejecutivo de Rajoy apoyará la internacionalización de la industria de Defensa implicándose activamente en la venta y gestión de los programas de armamento, de manera que las empresas españolas puedan competir «en igualdad de condiciones» con otros países. ¿De dónde venía el Ministro Morenés?
No se puede negar que los diferentes lobbis que han introducido a sus peones en el gobierno del capital español, están haciendo su trabajo con verdadera eficiencia. Si el ex trabajador de Lehman Brothers, un tal de Guindos, va a regalar cantidades ingentes de dinero a la banca, disque en forma de crédito (mientras el estado necesita recurrir a los mercados internacionales a pedir dinero vendido a los precios más altos de los últimos 80 años), su homólogo en el ministerio de defensa, Pedro Morenés, comerciante de armas en excedencia, no le va a la zaga en sus logros para los intereses privados de su sector laboral particular.
El gobierno ha anunciado hoy que promoverá acuerdos bilaterales Gobierno a Gobierno, que en muchas ocasiones son exigidos por otros países para que la gestión de los programas de material de Defensa se eleve a nivel ministerial. La norma se incluye en el Real Decreto-Ley de liberización del comercio y determinados servicios que acaba de ser aprobado.
En concreto, la medida tiene como objetivo equiparar a las empresas españolas con la de otros países como Francia, Reino Unido o Estados Unidos, en los que sus Gobiernos tienen una implicación mayor en la negociación de los grandes contratos de Defensa. Este apoyo, además, es requerido por «la mayoría de los países» en sus adquisiciones de este tipo de material, que quieren que estén acompañadas de algún tipo de respaldo por el Ministerio de Defensa.
De hecho, muchos países exigen celebrar negocios con el Gobierno del país de origen para depositar en él la gestión de los programas, que suelen alcanzar cifran millonarias, en todas sus fases hasta la entrega del material.
Con esta medida, el Gobierno pretende equipara a las empresas españolas con las de otros países y «dinamizar e impulsar» así el proceso de internacionalización de la base industrial y tecnológica de la Defensa, que en la actualidad atraviesa una situación complicada por la crisis económica y la reducción de la dotación presupuestaria del Ministerio de Defensa.
Desde que llegaron a este Departamento, tanto el ministro, Pedro Morenés, como el secretario de Estado, Pedro Argüelles, han insistido en la necesidad de fortalecer la competitividad de las empresas en el exterior y han garantizado que el Gobierno apoyará a la industria en el mercado exterior.
El ministro ha recalcado en sucesivas ocasiones que, dada la situación económica, es fundamental que la industria española de Defensa pase a «un modelo de exportación», ya que «no puede mantenerse» con la expectativa de tener como único cliente la Defensa nacional.
Para ello, el secretario de Estado anunció en su primera comparecencia ante la Comisión de Defensa de la Cámara Baja, que el Ministerio iba a tratar de impulsar un marco jurídico adecuado, junto a otros departamentos públicos afectados, como Industria, Hacienda y Asuntos Exteriores, para conseguir la capacidad de suscribir «auténticos acuerdos gobierno a gobierno» que permitan a la industria «abrirse a nuevos clientes con más garantía».
Por otra parte, el Ministerio de Defensa ha asegurado que la nueva normativa no modificará para nada la normativa vigente en materia de control del comercio exterior de material de defensa, que tiene un estricto seguimiento por parte de las autoridades españolas.
Como decimos, estos hombres de negocios reconvertidos a políticos que conforman el gobierno del capital español, realmente, están haciendo su trabajo de manera excelente. España S.A. se va a la ruina, pero los negocios privados de estos señores saldrán de esta con sus cuentas de resultados por las nubes y el fortalecimiento de sus interés económicos a sus niveles más elevados. Que, al fin de cuentas, era de lo que se trataba ¿no?
Si al final vamos a tener que reconocer que Rajoy y los suyos no son tan malos gestores como creíamos en un primero momento. ¿No es verdad?
Fuente: http://www.kaosenlared.net/component/k2/item/19455-%C3%82