La dirección del Hospital Carlos III ha decidido reducir el nivel de protección para el personal sanitario que está atendiendo a los pacientes que se encuentran en cuarentena por el ébola en la quinta planta del centro. A partir de ahora, el personal sanitario entrará a atender a los pacientes con una mascarilla de quirófano, […]
La dirección del Hospital Carlos III ha decidido reducir el nivel de protección para el personal sanitario que está atendiendo a los pacientes que se encuentran en cuarentena por el ébola en la quinta planta del centro. A partir de ahora, el personal sanitario entrará a atender a los pacientes con una mascarilla de quirófano, un par de guantes de nitrito y una bata impermeables desechable. La decisión se toma porque, según la dirección explica al personal, los pacientes ingresados en cuarentena están sanos y no son infectivos, ya que ninguno ha desarrollado fiebre y por lo tanto no tiene ningún síntoma que les lleve a realizar la prueba analítica que determine si padecen la enfermedad.
El nivel de protección que el personal sanitario tenía en la quinta planta antes de esta decisión de la dirección consistía en una bata impermeable, doble guante de nitrito, unas gafas estancas y una mascarilla FFP2 o FFP3. El doctor encargado de informar de la decisión al personal argumentó ante el personal del hospital que estas medidas de seguridad son más que suficientes porque los pacientes están completamente sanos, y que si se adopta esta protección es por la estabilidad psicológica del personal ya que él estaría dispuesto a entrar en las habitaciones sin ningún tipo de protección. La pasada noche se incorporaron cuatro enfermeras nuevas a la quinta planta del Carlos III, personal para el que éste es su primer empleo.
Fotos: Cambios de los avisos de protección en las puertas de las habitaciones.
El personal sanitario del Carlos III con el que La Marea ha contactado no se convence con las explicaciones de la dirección del hospital y muchos continúan entrando con doble guante de nitrilo como establecía el protocolo anterior. Se quejan de que no es coherente bajar el nivel de seguridad para el personal cuando los pacientes en el interior de la habitación tienen que tirar las toallas al contenedor que va directamente a la incineración, o que cuando van al baño deben tirar lejía en el WC y esperar diez minutos para tirar de la cadena. Además, no se saca nada de ropa de la habitación, toda va al contenedor que acaba en la incineradora. Es por ello que las enfermeras han abierto un libro de incidencias en el que han pedido que se aclare el nuevo protocolo y se especifique quién lo dicta y quién lo firma.
Atención a los pacientes
La dirección del Hospital Carlos III ha decidido atender las peticiones del personal ingresado en cuarentena para mejorar su estancia en el centro. Se ha decidido entregarles unas esterillas para que realicen ejercicios y se ha eliminado el mecanismo de pago de las televisiones. Además, se están instalando varios router para que puedan tener conexión wifi. Un auxiliar de enfermería explicó el procedimiento para vestirse y entrar al encargado que liberó las televisiones, tarea que se encomendó al jefe de mantenimiento. Las explicaciones de la dirección no convencieron tampoco al operario, que dejó su destornillador varios minutos en un recipiente con lejía «por si acaso».