El resultado de las elecciones en Galicia muestra el lento despertar de una de las naciones históricas del Estado español, cuyo desarrollo desembocará, más pronto que tarde, junto al conjunto de pueblos, en una República Federal, libre y fraterna.
La República Federal es la forma de Estado -necesaria e inaplazable- para adecuar la realidad evidente que es España a la realidad europea. Un Estado plurinacional que, junto a otras Repúblicas europeas, avanzará -en un proceso, largo y complejo- hacia un nueva realidad política: los Estados Unidos de Europa.
Es obvio que Europa es una pequeña península del gran continente euroasiático, y no puede ni debe seguir sometida, sin arruinar su futuro, al peligroso imperialismo en declive de los USA, agresivo y militarista. Es necesario, pues, que nuestra pequeña península sea más libre, democrática y solidaria; no subordinada a poderes foráneos.
La contribución del BNG, que lidera Ana Pontón, a la estrategia del bloque que sustenta al Gobierno de coalición progresista, es esencial. Su ímpetu lento -pausado y tranquilo- aporta una componente popular al conjunto de fuerzas políticas que han posibilitado esta legislatura, contribuyendo a la construcción de una base de partida para la articulación de un bloque democrático.
Pedro Sánchez puede estar enormemente satisfecho de los resultados de las elecciones gallegas, pese al exiguo resultado electoral del PSdG. Su contribución histórica pasa inevitablemente por la gestión política del final del bipartidismo, impulsando y consolidando una vía auténticamente democrática para el conjunto del país.
El franquismo, amenazante, emponzoña instituciones clave, como lo son las fuerzas armadas y la judicatura, parasitando y lastrando su futuro, poniendo en riesgo la viabilidad del Estado español.
Se trata, por tanto, de una tarea urgente, ya que la ruptura definitiva con el pasado heredado de la dictadura es condición necesaria para la estabilidad del sistema democrático; dudosamente viable a medio plazo, debido a las serias insuficiencias y contradicciones de la Constitución Española de 1978.
Contradicciones esenciales agravadas por la entrada de España en la OTAN, previamente forzada por el golpe del 23-F contra el presidente Adolfo Suarez. Un golpe amañado por responsables políticos bien conocidos, dirigido militarmente por el Rey Juan Carlos y coordinado por el CESID.
La Ley de Amnistía marcará un antes y un después en la relación fraterna de nuestros pueblos, dotando de cohesión a la actual coalición de hecho, resultante del proceso de investidura de Pedro Sánchez, Presidente del Gobierno de España.
La ultraderecha franquista, heredada de la dictadura, no conseguirá bloquear el proceso democratizador en marcha.
La guerra sucia desencadenada por jueces asilvestrados, que tratan de obstruir la futura Ley de Amnistía, entra frontalmente en contradicción con los valores y modos de administrar la justicia en Europa.
Larga vida, pues, a la Ley de Amnistía de 2024.
Manuel Ruiz Robles es Capitán de Navío de la Armada, antiguo miembro de la disuelta UMD.
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