El Pleno del Congreso de los Diputados aprobó ayer el proyecto de Ley de modificación de la Ley del Plan Hidrológico Nacional (PHN) de 2001. La derogación del trasvase del Ebro fue apoyada por todos los grupos de la cámara menos el PP. Sin embargo, el Gobierno mantiene el trasvase Júcar-Vinalopó. El rió Júcar cuyos […]
El Pleno del Congreso de los Diputados aprobó ayer el proyecto de Ley de modificación de la Ley del Plan Hidrológico Nacional (PHN) de 2001. La derogación del trasvase del Ebro fue apoyada por todos los grupos de la cámara menos el PP. Sin embargo, el Gobierno mantiene el trasvase Júcar-Vinalopó. El rió Júcar cuyos recursos están hoy tan esquilmados que en condiciones normales no vierte ni una sola gota de agua al mar, ha sido la víctima del tripartito que sostiene al gobierno de Madrid. El PSOE ha concedido una mayor explotación de esta cuenca hidrográfica a Castilla La Mancha, así como destinará 40 hectómetros cúbicos de agua para Alicante con el fin de crear nuevas urbanizaciones en la saturada costa mediterránea.
Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) e Izquierda Unida demandaron ayer la retirada del trasvase del Júcar al Vinalopó, planteamiento que no fue aceptado por la ministra de Medio Ambiente. Narbona explicó, en declaraciones a los periodistas, que no hacer esta obra supone un coste mayor, aunque fue planteada «de forma equivocada por el anterior Gobierno».
Para ERC el trasvase Júcar-Vinalopó es donde está «la incoherencia del Gobierno socialista», porque va a construir un canal de más de 50 kilómetros en una zona que debería ser parque natural y además, se pone en peligro el ecosistema de la Albufera, de ahí que la organización diera libertad de voto a sus diputados.
El PSOE ofreció una enmienda transaccional a ERC y a IU sobre el trasvase del Júcar-Vinalopó que fue rechazada por el PP y que finalmente no se votó. En esta enmienda se recogían cautelas ambientales para el río Júcar, el mantenimiento de los acuíferos de la Plana y el seguimiento permanente del río Júcar en una Comisión con participación de agentes sociales.
Finalmente el texto legislativo se votó por capítulos a petición de los grupos de IU y ERC con el fin de evitar contradicciones internas. Estos dos grupos apoyaban la reforma del PHN, especialmente por la eliminación del trasvase del Ebro, pero mantenían divergencias en un punto: el mantenimiento del trasvase Júcar-Vinalopó.
La fórmula elegida permitió que el grupo socialista superase las diferentes votaciones de forma holgada. Sus socios parlamentarios, ERC e IU, votaron el contra del mantenimiento del citado trasvase interno en la cuenca del Xúquer por entender que esta transferencia de caudales supone una incoherencia con la denominada «nueva cultura del agua», mientras que el PP en este punto apoyó al Gobierno y votó en favor del trásvase.