Empieza la campaña electoral del 20 de diciembre con el bipartidismo en caída libre en todas las encuestas y con un gobierno en funciones en Cataluña donde las posiciones de Junts pel Sí y la CUP están enfrentadas. Tres fechas clave: 20 de diciembre elecciones generales, 27 de diciembre asamblea extraordinaria de la CUP y […]
Empieza la campaña electoral del 20 de diciembre con el bipartidismo en caída libre en todas las encuestas y con un gobierno en funciones en Cataluña donde las posiciones de Junts pel Sí y la CUP están enfrentadas. Tres fechas clave: 20 de diciembre elecciones generales, 27 de diciembre asamblea extraordinaria de la CUP y 10 de enero fecha límite para la investidura de la presidencia de la Generalitat y la posterior conformación del nuevo gobierno, sino automáticamente el Parlamento se disolvería y habría nuevas elecciones a principios de marzo.
La rapidísima anulación de la declaración del Parlamento de Cataluña de inicio del proceso por parte del Tribunal Constitucional a petición del gobierno del PP, el inmovilismo en cuanto al candidato a la presidencia y la insuficiente concreción del plan de choque de Junts pel Sí, la firmeza de la CUP en sus postulados, el proceso de refundación de Convergencia y la reivindicación cada vez más mayoritaria de un referéndum vinculante configuran un cóctel explosivo de difícil salida hoy por hoy.
A escala estatal el bipartidismo del PPSOE está en horas bajas, dos nuevos actores (Ciudadanos y Podemos) pugnan para situarse como pieza clave en el nuevo Congreso de los Diputados y la cuestión nacional catalana está en el centro del debate. Con esta situación las elecciones del 20D cobran una relevancia mayúscula para una mayoría social ilusionada y esperanza en un cambio real favorable a sus intereses, a la vez que para el status quo del régimen de 1978 son la consolidación de su recambio de élites para que nada cambie de forma sustancial. Justicia social, regeneración política, cambio social, ruptura democrática, procesos constituyentes y derecho a decidir son algunos de los elementos que están en la agenda política de esta campaña electoral. Veremos si son tan sólo consignas o si se concretan en un cambio real.
Mientras tanto en Cataluña el laberinto (1) continúa y no será hasta después del 20D que se llegue o no a un acuerdo para constituir un nuevo gobierno que lleve adelante la hoja de ruta del proceso independentista. La escalada de tensión entre Junts pel Sí y la CUP va en aumento y los reproches son constantes y a diario. Pero no sólo entre ambas candidaturas sino que en su interior las diferentes voces discrepantes son cada vez más visibles. Después del debate interno del pasado domingo 29 de noviembre en Manresa la CUP continúa manteniéndose firme en su posición de exigir la concreción de un plan de choque, de articular pasos claros en el inicio del proceso constituyente y en el reclamo de un candidato de consenso que rompa con el bagaje pasado de Convergencia ligado a la corrupción, los recortes y la represión. A la vez el pressingCUP continúa e irá en aumento a medida que se acerque la fecha de la asamblea decisoria de los cupaires del 27 de diciembre, donde tomarán una decisión definitiva sobre la investidura. No lo tendrán fácil y puede pasar cualquier cosa, las tensiones internas van en aumento intencionadamente potenciadas por algunos medios de comunicación. Al respeto el ex-diputado David Fernández insta a que si hay un plan de choque real y concreto se facilite la investidura (2). La CUP quiere llegar a su asamblea extraordinaria con una propuesta clara y concisa de Junts pel Sí para tomar una decisión colectiva de forma asamblearia y no tener un ultimátum unos días antes del 27D que los ponga en la tesitura de decidir entre Mas o marzo.
Las dos realidades políticas, la española y la catalana, están íntimamente ligadas e influenciadas. Habrá que ver qué perspectiva se abre después de las elecciones estatales y cuál es la correlación de fuerzas reales de las candidaturas independentistas y de las que reivindican un referéndum vinculante (Podemos y Unidad Popular) como salida a la compleja y difícil situación catalana. Hasta ahora la reacción del gobierno español ha sido el ninguneo y el ataque constante a través de recursos e impugnaciones a los tribunales de las diferentes leyes y resoluciones aprobadas por el Parlamento catalán.
Las encuestas auguran un Congreso español muy fraccionado donde harán falta pactos para confeccionar un nuevo gobierno y donde los resultados no serán suficientemente amplios para las fuerzas estatales que defienden un referéndum vinculante en el que los catalanes y catalanas puedan decidir su futuro político. No obstante, en Cataluña las encuestas dan muchas opciones a que En Comú Podem sea la fuerza más votada seguida de cerca por ERC y Democracia y Libertad (Convergencia 2.0). Esta candidatura de En Comú Podem se presenta como un nuevo instrumento electoral que al igual que Compromis Podem y En Marea Podemos, entre otros, quieren que el cambio iniciado en las elecciones municipales del 24 de mayo no se detenga y llevar desde las periferias del Estado español un cambio favorable a la mayoría social y al derecho a decidir. Veremos también si es ERC o Democracia y Libertad la que es la fuerza independentista más votada y si Unión es la candidatura de las «soluciones» y se salva de desaparecer. Finalmente Ciudadanos continuará su ascenso meteórico como fuerza de orden impulsada por el IBEX 35 como recambio y PSC y PP pugnarán para salvar los muebles en unas elecciones donde los populares pueden perder alrededor del 40% de sus votos.
Después del 20D tendremos una nueva correlación de fuerzas en la política estatal la cual podrá decidir entre continuar agrediendo a Cataluña y despreciando el derecho a decidir o bien desencallar la situación haciendo realidad un referéndum vinculante donde se cuente realmente si hay una mayoría de votos favorables a la independencia. Mientras tanto en Cataluña continuará la incógnita de la investidura y si tira adelante un acuerdo sobre la hoja de ruta de inicio del proceso hacia la constitución de una República Catalana. La cita clave será el 27D dónde en asamblea extraordinaria las bases de la CUP decidirán.
El tiempo se acaba, se acerca la fecha límite del 10 de enero y las salidas al laberinto catalán cada vez son menos.
Fuente:
(1) Ver el artículo «El laberinto catalán«
(2) Ver el artículo de David Fernández ‘Sortin-nos-en’
Blog del autor: jgellida.blogspot.com
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