Europa Laica es una asociación fundada en 2001 con sede en Madrid, que aboga por la libertad de conciencia como uno de los basamentos de los derechos humanos. La asociación rechaza los símbolos religiosos en los espacios públicos y apuesta por el reconocimiento de derechos como el de la apostasía. Entre otras campañas, en mayo […]
Europa Laica es una asociación fundada en 2001 con sede en Madrid, que aboga por la libertad de conciencia como uno de los basamentos de los derechos humanos. La asociación rechaza los símbolos religiosos en los espacios públicos y apuesta por el reconocimiento de derechos como el de la apostasía. Entre otras campañas, en mayo de 2009 entregaron 33.500 firmas en el Congreso para exigir el fin de la exención a la iglesia católica del pago del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI).
Además, han impulsado la iniciativa «Religión fuera de la escuela», activa desde los inicios del movimiento y ahora recuperada frente a las políticas educativas del PP y sus vínculos con la religión católica. En 2009 presentaron a los partidos políticos una propuesta de Ley de Libertad de Conciencia. Todo se resume, según Raquel Rodríguez, coordinadora de Europa Laica en Valencia: «en que la religión regrese a las capillas y al ámbito privado».
La Constitución española de 1978 plantea el estado aconfesional, pero reconoce el peso del catolicismo en la sociedad. ¿Qué propone al respecto Europa Laica?
En efecto, la Constitución se refiere al estado aconfesional, pero abre la puerta al apoyo de las Administraciones a la religión católica. Por eso, en lugares públicos como aeropuertos, puedes encontrarte con capillas que pone y paga el estado; también se paga con dinero público a los capellanes castrenses y a los profesores de religión en las escuelas públicas. Este punto es decisivo. La oferta de la asignatura de religión es obligatoria en los colegios de carácter público; y esto es inaceptable; se plantea, por lo demás, una asignatura «alternativa» a la religión, que, en la práctica, implica que los alumnos pasen simplemente el rato con un docente.
¿Qué implicaciones tiene, a juicio de Europa Laica, esta implantación de la religión católica en la escuela pública?
De entrada, hemos calculado que un alumno puede perder unas mil horas de su educación escolar con la asignatura «alternativa». Se trata de una materia «fantasma», que sólo existe porque en los currículos se oferta la religión. Es una asignatura que, en algunos casos, incluso imparten profesores de religión. Por eso pedimos que se resuelva la cuestión de fondo. Que la religión se devuelva a las capillas, y regrese esencialmente al ámbito de lo privado. Tampoco podemos admitir que a los profesores de religión, que imparten esta materia en los colegios públicos, los imponga el episcopado pero se les abone el salario con dinero del erario.
¿Qué opinas de las condiciones de financiación de la iglesia católica en el estado español?
En la declaración del IRPF, recomendamos a la gente que no marque ninguna casilla. Porque, en caso de poner la «X» en la opción de «organizaciones sociales», el dinero puede ir a parar a Cáritas u otras entidades dependientes de la iglesia. El estado español inyecta anualmente más de 10.000 millones de euros en la iglesia católica. Con los recortes que, a día de hoy, se están aplicando en educación, sanidad y otras materias, resulta inaceptable cómo el estado proteja a esta corporación privada. Que, además, no sufre recortes y, a diferencia de los proveedores, cobra al día de las instituciones públicas.
¿Con qué privilegios cuenta la iglesia, a juicio de Europa Laica?
No pagan el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y sólo una parte del IVA. Además, en los últimos años se han apropiado de numerosos inmuebles de los que no existían escrituras, por la facultad que la ley les concede de «inmatricular». Han podido así apropiarse incluso de algún centro deportivo, aunque parezca increíble, y también de la Mezquita de Córdoba, que adquirió por 30 euros y cobra 8 por la entrada a los visitantes. La iglesia católica es, en fin, la primera propietaria de bienes inmuebles del país. Pero esto, de todas formas, no me parece lo más indignante.
¿A qué te refieres?
Lo más terrible es la capacidad que tiene la iglesia católica para inmiscuirse en los «ritos de paso» en la vida de un ser humano. Me explico. No existen lugares públicos de «bienvenida civil», como alternativa a los bautizos en las iglesias. Lo mismo sucede con los matrimonios o las uniones de hecho; tampoco hay espacios que los poderes públicos habiliten para tal fin. Ni los ayuntamientos ponen a disposición de la gente espacios para «despedidas civiles» a los muertos. De todos estos rituales se ha apoderado la iglesia católica. ¿Por qué una persona moribunda ha de recibir en un hospital público la visita de un cura? A fin de cuentas, lo que exigimos es que se garantice la libertad de pensamiento.
¿Habría que revisar los concordatos?
El concordato de 1953 con la santa sede se explica por el agradecimiento de Franco a una iglesia que le apoyó en lo que el dictador consideraba una «cruzada de liberación». Estos acuerdos le garantizaron a la iglesia dinero y poder en los centros de enseñanza. Ya en la transición, pienso que la izquierda «flaqueó» y no supo cuestionar ni eliminar el concordato. Las diferentes prórrogas de los acuerdos de 1953 (en 1979 y con el gobierno de Zapatero), representaron mejoras para la iglesia católica, sobre todo a nivel económico. Por esa razón, Europa Laica pide la derogación del concordato y que la iglesia católica se autofinancie.
¿El laicismo se asimila a progresismo y al pensamiento de izquierdas?
El laicismo es progresista por definición, porque -en el caso de Europa Laica- parte de una máxima: «derechos para todos y privilegios para nadie». Ahora bien, si una persona de derechas se apunta al laicismo, pues mucho mejor. Pero en la historia de nuestro país, el laicismo aparece netamente vinculado al pensamiento progresista. Así como en otros países, te puedes encontrar a gente muy de derechas y muy laica, en España esto resulta muy extraño por la herencia del franquismo y la ideología nacionalcatólica.
¿Observas diferencias entre el PP y el PSOE en cuanto al tratamiento que se dispensa a la iglesia católica?
No hay diferencias. Con el PSOE es cuando mejor ha vivido la iglesia católica en materia económica. De hecho, el mayor incremento en las subvenciones se produjo durante la vicepresidencia de Fernández de la Vega. Tampoco hizo nada el PSOE por «sacar» a la iglesia de la escuela. Cuando están en la oposición, hablan de «replantear» las relaciones, pero olvidan las promesas cuando llegan al poder. A causa de esta connivencia, a veces se producen casos escandalosos. En dos municipios castellonenses (Vinaroz y Benicarló), el año pasado se celebró el día de santa Catalina con misas en colegios públicos. Europa Laica denunció los hechos. Pero es que este año el colegio llevó de excursión a los escolares a una iglesia. La inspección de Educación paralizó finalmente la actividad por la denuncia que pusimos.
¿Opinas que hay un declive del catolicismo en el estado español? ¿Cómo está reaccionando la iglesia?
Hay una crisis respecto a la proliferación de bautizos, matrimonios por la iglesia, alumnos que eligen la asignatura de religión y vocaciones. ¿Por qué? La gente percibe un notable divorcio entre su día a día y el mensaje de la iglesia católica, sobre todo de la cúpula. Y la jerarquía eclesiástica reacciona denunciando un supuesto «laicismo radical». Tienen razón. Somos radicales en el sentido de ir a la raíz de las cosas: Que la iglesia se limite al ámbito privado. También nos acusan a los laicos de «amorales», cuando lo cierto es que defendemos principios como la solidaridad y la igualdad. Reaccionan, además, movilizando a la gente para enrocarse en el modelo tradicional de familia, contra el aborto y frente al matrimonio homosexual.
¿Propone Europa Laica, por tanto, el modelo francés, paradigma de separación entre poder civil y poder eclesial?
Así es. El laicismo sólo puede ser radical. No se puede permitir que ninguna religión se entrometa en la vida pública. Hoy es la iglesia católica, pero podría ser otra. De hecho, la musulmana es igual de nociva. Hemos de avanzar, por tanto, hacia una secularización total de la sociedad; hacia un modelo de separación completa, en el que las religiones queden relegadas al ámbito privado, y sin privilegios ni fastos, como los grandes encuentros de las familias.
¿Qué opinas de la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad de la Educación, más conocida como Ley Wert?
Viene a plantear que la religión forma parte de la cultura profunda de nuestro país y de nuestras esencias; además, subraya que forma en valores. Lo que hace la ley es potenciar la asignatura «alternativa», convertirla en una materia más potente y seria. Esto se hace con el fin de que la gente huya de la «alternativa» y se matricule en religión, y así frenar la caída que se está produciendo en las matriculaciones. Europa Laica presenta una enmienda a la totalidad: la desaparición de la religión de las escuelas. Entre otras cuestiones, esto también aligeraría de una carga económica al estado.
Por último, ¿Por qué defendéis el laicismo y no directamente el ateísmo?
Dentro de Europa Laica caben ateos, masones, agnósticos y también cristianos que crean en un estado laico, que garantice la libertad de pensamiento. Puede ser el caso de los cristianos de base o de la Teología de la Liberación. Hay que dejar muy claro, por lo demás, una cuestión. No estamos en contra de las religiones, pero como práctica privada. Sin embargo, es cierto que la mayor parte de la gente asociada a Europa Laica es atea.
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