Las cosas van deprisa. Al actual ejecutivo que preside Zapatero le costó mencionar la palabra «crisis» pese a las evidencias, pero apenas unas semanas después el propio ministro de Economía no puede desmentir que el país pueda entar en «recesión» (crecimiento negativo de dos trimestres consecutivos). Esta mañana el presidente del gobierno seguirá con sus sonrisas y […]
Las cosas van deprisa. Al actual ejecutivo que preside Zapatero le costó mencionar la palabra «crisis» pese a las evidencias, pero apenas unas semanas después el propio ministro de Economía no puede desmentir que el país pueda entar en «recesión» (crecimiento negativo de dos trimestres consecutivos). Esta mañana el presidente del gobierno seguirá con sus sonrisas y mirando para otro lado, lo último que se le ocurriría decir es que se trata de una crisis del sistma capitalista de proporciones aún desconocidas, y lo más lamentable, es que en ese parlamento no hay un solo diputado de izquierdas que se lo pueda espetar a la cara.
El vicepresidente segundo y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, aseguró ayer que existe «posibilidad y riesgo» de que la económica española entre en recesión, si bien afirmó que el Gobierno «no trabaja de momento con esa hipótesis».
Solbes prevé que, con las «mejores cifras actuales», el segundo semestre de este año será «muy parecido» a los últimos tres meses, y «se estará rozando el larguero» de la recesión. En cuanto a 2009, indicó que primer semestre será «difícil», pero que la «luz empezará a verse en la segunda mitad del año que viene».
No obstante, apuntó que estas previsiones dependerán del contexto internacional porque la crisis no es un «problema específico» de España. «No vamos a salir solos, ni tenemos dificultades solos. Estando algo mejor que los demás, necesitamos de los demás para que las cosas vayan mejor», indicó.
En la misma línea, mostró además su esperanza en que el «pequeño alivio» que precio de petroleo está otorgando actualmente «continúe e incluso se mejore».
En declaraciones a la Cadena Ser, recogidas por Europa Press, el titular de Economía garantizó que el cobro de pensiones está garantizado, pero que el repunte del paro supondrá un coste adicional de entre 2.500 y 3.000 millones de euros este año.
INMIGRACION Y PARO.
En el presente ejercicio esta subida será asumida por el Servicio Nacional de Empleo -antiguo INEM- pero en 2009 tendrá que ir en los Presupuestos Generales del Estado (PGE), lo que «conllevará un esfuerzo de menor gasto en otro tipo de actividad».
Respecto al debate sobre la relación entre la inmigración y el paro, Solbes defendió que «no se discrimine de ninguna forma, ni se dé un tratamiento específico» a un trabajador que legalmente trabaje en España sea inmigrante o no.
El vicepresidente económico considera de «sentido común» el anuncio del ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, de reducir algunas contrataciones de origen ante el repunte del paro en España.
«Si tenemos trabajadores ya residentes en España, inmigrantes o no, no tiene sentido traer más gente para aumentar la lista del paro si podemos utilizar ésta. Eso es de sentido común». «El que la expresión fuera más o menos correcta o matizada es lo que ha provocado estas dificultades», consideró Solbes en relación a las palabras de Corbacho.
El ministro de Economía también se refirió al sector de la construcción, uno de los más afectados por la crisis, para considerar que «ya ha tocado fondo» en lo que a edificación de nuevas viviendas se refiere. Solbes insistió en que «gran parte de los problemas actuales» del sector «son consecuencia de excesos del pasado, que entonces no se valoraban como tales excesos».
En cuanto al eventual retraso del Gobierno en reconocer la crisis, Solbes garantizó que siempre ha presentado la realidad «como la veía en ese momento, en función de los datos de que disponía en cada momento», y que durante la campaña electoral «se puso de relieve» que había dificultades y que iba a haber problemas. No obstante, el ministro pidió disculpas si alguien se ha sentido agraviado por ello.
FORD, GENERAL MOTORS, SEAT…
La dirección general de General Motors España tiene previsto recortar hasta 600 empleos en un año de la planta que posee en Figueruelas, para hacer frente a una caída del 10% en la producción, mientras que Ford suprimirá 1.300 puestos de trabajo en su fábrica de Almussafes.
La medida, que empezaría a aplicarse a partir de noviembre, comenzará a negociarse la semana que viene, y afectará, sobre todo, al personal de manufactura de la fábrica, compuesto por unas 7.500 personas.
El Comité de Empresa, presidido por José Juan Arcéiz, se ha reunido esta misma mañana con la dirección, y asegura haber recibido la noticia con «sorpresa». Arcéiz asegura que «no está de acuerdo» con la medida, por lo que pedirá que se estudien los volúmenes de producción «con precisión» y planteará «alternativas» a los despidos.
El anuncio se produce once días después de GM Europa retirara un plan de competitividad, que implicaba la supresión de 5.525 puestos de trabajo, 900 de ellos en Figueruelas.
La planta zaragozana ya sufrió las consecuencias de la mala situación del sector con el anuncio de paros técnicos para los días 22 y 23 de septiembre y 3, 6, 7, 8, 9 y 10 de octubre, para reducir la producción de la factoría en unas 16.000 unidades.
El Comité de Empresa ha exigido, además, reabrir «con la mayor urgencia posible» la mesa de negociación del convenio colectivo, que la dirección quería aplazar hasta conocer las medidas de competitividad adoptadas por GM Europa.
1.700 despidos en Ford España
Por otro lado, la dirección de la factoría de Ford de Almussafes ha comunicado al Comité de Empresa la presentación de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectaría a unos 1.700 trabajadores, principalmente, del turno de noche.
Por otro lado, la dirección de la factoría de Ford de Almussafes ha comunicado al Comité de Empresa la presentación de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectaría a unos 1.700 trabajadores, principalmente, del turno de noche.
Seat ajusta los turnos
El fabricante Seat también ha decidido tomar medidas ante la situación que vive el sector del automóvil, suspendendo el turno de noche de producción de los modelos Altea y León, lo que supondrá dejar de producir unos 300 coches al día. La medida, que ha sido acordada por la dirección y los sindicatos, no afectará a la plantilla ya que la adaptación de personal se hará mediante la bolsa de horas.
M atías Camero, presidente del Comité de Empresa, ha explicado que el ajuste de la producción, que es consecuencia de una caída en las ventas de más del 22%, comenzará dentro de dos semanas y, de momento no tiene fecha de finalización.
Camero también ha explicado que se ha acordado desconvocar el trabajo previsto para los sábados de septiembre y octubre, así como el cierre durante cuatro días de la línea 2 de producción que fabrica los modelos Altea y León, mientras que la línea 3, que fabrica el modelo Ibiza tendrá un turno más.
Futura sin futuro
Los trabajadores han recibido las malas noticias entre lágrimas. Todo apunta a que la aerolínea Futura cerrará definitivamente ya que, tal y como ha informado la directiva a los representantes de los trabajadores en una reunión celebrada este martes, la compañía no va a poder presentar el plan de viabilidad que exige Aviación Civil, y por tanto «debemos suponer que pueden retirarnos la licencia. Este es el primer paso para afrontar la liquidación de Futura» ha dicho el presidente del Comité de Empresa, Alejandro Juárez.
El encuentro entre la dirección de Futura y el Comité de empresa ha durado casi tres horas, interminables para una veintena de trabajadores que esperaban a las puertas de la sede de la aerolínea. Al término de la reunión, el presidente del Comité, Alejandro Juárez, ha confirmado que Futura dará el primer paso para «liquidar la empresa», esto es, informar a Aviación Civil de la imposibilidad de presentar en el plazo convenido un plan de viabilidad económica que les permita seguir volando.
Mientras, representantes sindicales asistentes a la reunión con la directiva han explicado que una de las posibilidades que baraja la compañía es la de «cerrar una aerolínea y abrir otra». En concreto Manuel Pedro López, representante del sindicato de pilotos SEPLA en Futura, ha anunciado al término de la reunión que «nos han dicho que cierran el lunes y que si acaso en enero montarán otra compañía de menos costes». Esto se refiere no a una ‘low cost’ de cara a los pasajeros sino una reducción en logística y personal pero con el mismo carácter de vuelos chárter.
Por su parte Iyabó Carbó, directora de Relaciones Externas y Desarrollo Corporativo y una de las fundadoras de la compañía aérea, ha explicado que «la situación para Futura es crítica». Pese a todo no ha querido confirmar ni desmentir el cierre hasta el punto de que ha asegurado que «haremos todo lo posible por salvar la compañía». Sin embargo, preguntada por el plan de viabilidad ha respondido con otra pregunta ¿»¿Qué plan de viabilidad vamos a tener si no podemos sacar los aviones porque no nos suministran el combustible?».
Sin garantías para cobrar la nómina
A este respecto Juárez ha indicado que, «previendo que si se retira la licencia por parte de Aviación Civil» y hay un eventual un «cese» de la actividad de la empresa, al menos durante unos meses, el comité ha pedido a Futura garantías de que los 1.211 trabajadores de la empresa puedan percibir el salario a finales de este mes, según informa Efe.
A este respecto Juárez ha indicado que, «previendo que si se retira la licencia por parte de Aviación Civil» y hay un eventual un «cese» de la actividad de la empresa, al menos durante unos meses, el comité ha pedido a Futura garantías de que los 1.211 trabajadores de la empresa puedan percibir el salario a finales de este mes, según informa Efe.
Sin embargo, la dirección «no ha dado ninguna garantía» de que las nóminas se puedan pagar, según Juárez.
«Va a haber responsabilidades», ha asegurado Juárez, quien ha explicado: «Aquí se nos ha dicho que es un problema de caja, no es un problema de ingresos. Aquí lo que ocurre es que hay unos costes exagerados».
Juárez ha informado de que «se ha vaciado la caja dos veces: cuando Aer Lingus vendió la empresa en 2002, y hace 10 meses, cuando ha vendido la empresa a los actuales propietarios».
El dirigente sindical ha señalado que Futura operaba con 32 aviones -de los que 14 son de su propiedad y el resto de la empresa americana Gecas-, y ahora la situación «es un cristo». «Se están reclamando por parte de los propietarios. Unos se van, otros no. Prácticamente, la totalidad (de los aviones) se está devolviendo», ha continuado. Respecto a la posible compra de la aerolínea por dos compañías extranjeras que se podrían haber interesado por Futura, solución apuntada por el presidente de la empresa, Román Pané, Juárez ha dicho que esas ofertas le suenan «a chino».
En este sentido, Carbó ha dicho que este miércoles se reunirán con los inversores turcos para estudiar posibles salidas.
La aerolínea Futura presentó el lunes el concurso de acreedores -antigua suspensión de pagos- ante el Juzgado de lo Mercantil nº1 de Palma de Mallorca, que deberá decidir si admite a trámite dicha petición. Dicha situación se debe a la crisis que atraviesa la compañía por la subida del precio del petróleo, entre otras causas. Otra de las medidas que prevé llevar a cabo la empresa es reducir su plantilla y su flota a la mitad, según la propia compañía.
De hecho, la aerolínea, con 38 aeronaves y 1.211 trabajadores en plantilla, lleva dos días sin volar ya que sus proveedores, entre ellos los de combustible, les han cortado el suministro por falta de pago.