El ministro de la guerra, José Antonio Alonso, realizó el martes una ronda de contactos telefónicos, desde Afaganistán, para procurarse el apoyo de Mariano Rajoy (PP), Josep Antoni Duran Lleida (CiU) y Joan Puigcercós (ERC). Todos ellos estuvieron de acuerdo en incrementar el número de tropas en el país asiático, sin esperar a su comparecencia […]
El ministro de la guerra, José Antonio Alonso, realizó el martes una ronda de contactos telefónicos, desde Afaganistán, para procurarse el apoyo de Mariano Rajoy (PP), Josep Antoni Duran Lleida (CiU) y Joan Puigcercós (ERC). Todos ellos estuvieron de acuerdo en incrementar el número de tropas en el país asiático, sin esperar a su comparecencia formal en el Congreso, prevista para el día 9 de mayo.
A su llegada a Madrid, Alonso tuvo que contestar en el Senado a una pregunta del PP sobre si tras el último ataque a las tropas españolas en Afganistán, el PSOE seguía pensando que éstas se encuentran desplegadas en misión de paz. El ministro defendió la invasión al asegurar que los soldados ibéricos se encuentran integrados en la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), con la legitimación de Naciones Unidas que da la coartada a la misión como de «mantenimiento de la seguridad» y para «facilitar y garantizar la reconstrucción» del país.
Por su parte, Izquierda Unida negó su apoyo al aumento de tropas por coherencia ideológica. El mismo martes IU-ICV vio cómo el Congreso rechazaba su propuesta de retirada de las tropas de Afganistán.
«Dinero bien empleado»
En su viaje al país en conflicto, Alonso estuvo acompañado por el jefe del Estado Mayor, Félix San Roldán, y el jefe del Ejército de Tierra, José Antonio García González, quien planteó a primeros de abril un aumento del contingente en unos 150 soldados, los cuales se sumarían a los 570 ahora existentes. «He estudiado la propuesta y he visto sobre el terreno su necesidad objetiva», dijo Alonso quien dijo sentirse «impresionado» por la «ingente labor» de los soldados y tras visitar la localidad de Qalai-Naw.
El ministro no quiso cuantificar el número de soldados que compondrán el contingente de refuerzo y dijo que quiere repasarlo con los mandos, pero señaló que se necesita más capacidad de trasporte -el contingente dispone de cinco helicópteros: dos de salvamento y tres de transporte- y más seguridad para las obras que se están realizando.
Bajo los parámetros de la optica belicista, que promueve el gobierno de Zapatero, el minitro de la guerra consideró que «el rendimiento de los recursos económicos invertidos en Afganistán es óptimo», y a los tres millones de euros gastados hasta ahora por la Agencia de cooperación española (AECI), hay que sumar los 10 presupuestados para este año.
Pese a que, según algunos mandos, se han incrementado los ataques -en lo que va de año más atentados en Afganistán que en todo el año anterior- el ministro dijo no tener constancia más que del que se registró el día 14 de abril contra una patrulla de legionarios.