Considerando el «destrozo» cívico provocado y la involución democrática que viene mostrando el PP durante y tras los sucesos de Cataluña, albergaba una remota esperanza de que el PNV como mínimo suspendiera, si no las relaciones, al menos sí las negociaciones que venía manteniendo con el gobierno central. Por una parte, la gravedad de unos […]
Considerando el «destrozo» cívico provocado y la involución democrática que viene mostrando el PP durante y tras los sucesos de Cataluña, albergaba una remota esperanza de que el PNV como mínimo suspendiera, si no las relaciones, al menos sí las negociaciones que venía manteniendo con el gobierno central.
Por una parte, la gravedad de unos hechos que anuncian previsibles repercusiones sociales, políticas y económicas a futuro, y por otra el inequívoco posicionamiento del PNV a favor de quienes han sido víctimas de este atropello político y democrático y las enérgicas declaraciones del presidente del Gipuzku Buru Batzar Joseba Egibar denostando estas actitudes represivas por parte del gobierno central y denunciando a quienes como el PSOE aún las avalan, me quedaba un pequeño resquicio de que esta vez sí, sus palabras quedarían avaladas por los hechos… pero esta vez, tampoco.
En un reciente artículo publicado únicamente por este periódico, escribía: «Ante los hechos, el lehendakari vasco muestra su solidaridad declarando: Me parece desproporcionado la aplicación del 155 y muestro mi apoyo (siempre solo verbal) a la Generalitat». De esta manera se anunciaba con toda su «beligerancia» el Sr. Urkullu en la prensa del grupo Vocento y del grupo Noticias, en fechas previas a los encarcelamientos de miembros y presidenta del parlamento de Cataluña.
Terminaba el artículo: «¿Quien puede seguir dudando de la trampa tendida con el Régimen del 78 y del clamor cívico por la exigencia de romper esa baraja? Los señores Erkoreka y Esteban por mucho que agiten el señuelo «rebelde» de que votarán un no en el Senado al 155, saben que es irrelevante; no así su actitud de aquí al día de la votación, en hechos que no palabras».. pero baraja en mano siguen la partida.
La primera demostración, votando solo el PNV junto con el PP en el Parlamento Vasco en contra de que se de curso a la «Ley de Reparación Jurídica de las Víctimas del Franquismo«… y consumar una nueva traición con un pago al contado a cambio de prebendas y mercaderías de cobro en diferido… si es que se dan.
No siendo suficiente justificación la solidaridad con el disuelto Parlamento de Cataluña que votó a favor de esa Ley, la justificación perversa y falaz del PNV, no puede tener el más mínimo encaje moral para sus gentes de bien… solo para una ciega militancia.
En 2.016, sabiendo el PNV que su voto era determinante para deshacer el empate a 17, no acudió a la comisión de exteriores del Congreso propuesta por el resto de grupos, a favor de pasar a la Cámara Alta la moción sobre la intervención y responsabilidades del expresidente Aznar y gobierno del PP en la guerra de Irak. ¿Serán capaces de repetir esta falsedad política, en la comisión de exteriores para la votación la Ley de Reparación Jurídica de las Víctimas del Franquismo?…dependerá de las mercaderías en juego.
La macrocárcel de Zubieta bien vale una misa… y dos, que le responderían desde la izquierda abertzale en tono humanitario. En estos últimos meses el foco reivindicativo del PNV lo han puesto en la transferencia de Prisiones, hasta el punto de hacer caer en el señuelo… ¿hacer caer o la serpiente política de Euskadi es bicéfala?
¿Como razona la izquierda abertzale votar junto al PNV a favor de la transferencia de Prisiones sabiendo que aún alcanzándola jamás tendrá el Gobierno Vasco competencia para el traslado de un solo preso?… ¿Acaso, y en la línea reivindicativa del fiscal Calparsoro no tiene mas prioridad contar con una fiscalía anticorrupción y de delitos medioambientales específicas?… ¡Cuántos casos no se hubiesen cerrado en falso!
¿Que esconde el PNV detrás de ese desmesurado afán para que al lado de la incineradora de Zubieta se construya una infraestructura (la que sea) con gran consumo de agua caliente?: ánimo de lucro derivado de una rentabilidad económica, que a su vez depende de un rendimiento energético, que a su vez depende de construir una infraestructura con gran demanda energética, que a su vez depende de la voluntad de un Partido Popular que… «aunque haya que mirar para otro lado cuando hay que hacerlo»… lo mismo que el PNV.
Ética política y mercaderías, una conjugación histórica por parte de un PNV hoy atado de pies y manos al PP por el tema de Zubieta, cuando a través de esos dos grupos mediáticos dan a entender ser quien tiene amarrado al partido del gobierno por los PGE.
Sea lo que fuere, ¡cuanta farsa! a cambio de mantenerse en la importancia política y cota de poder económico. ¡Cuanta miseria política! entre dos eternos aliados defendiendo causas comunes: crecimiento económico sostenido para las oligarquías empresariales y financieras, elitismo de casta y clan en lo político, de clase y brecha en lo social… que nos va llevando a la xenofobia adquisitiva, como expresión de la nueva forma de esclavitud para el siglo XXI.
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