El obispo de Córdoba, Juan José Asenjo, alertó el domingo de que estamos viviendo «una transformación de la sociedad tan profunda que podría ser considerada como una auténtica revolución del conjunto de la sociedad española y de la tradición cristiana, que, en muchos casos, es sustituida por una relectura laicista de la historia». Calificó esta […]
El obispo de Córdoba, Juan José Asenjo, alertó el domingo de que estamos viviendo «una transformación de la sociedad tan profunda que podría ser considerada como una auténtica revolución del conjunto de la sociedad española y de la tradición cristiana, que, en muchos casos, es sustituida por una relectura laicista de la historia». Calificó esta nueva cultura de tener unmarcado acento inmanentista, encuentra en muchos casos el apoyo explícito de los medios de comunicación social, en ocasiones poco respetuosos con los sentimientos religiosos de la mayoría de los españoles».
En su carta pastoral indicó que estos cambios sociales se producen en el marco de una sociedad «en buena medida disgregada, desinteresada y poco participativa». Además, lamentó que los pronunciamientos de la Iglesia sobre temas morales, «claramente dentro del campo que le es propio, son calificados como intolerantes y anacrónicos, al tiempo que se postula la exclusión de la Iglesia y del catolicismo de la vida pública y su reclusión en el ámbito de las opciones meramente privadas, sin concederle ningún protagonismo en una sociedad nueva, progresista, liberal y democrática».
Consideró que este nuevo clima social y cultural tendrá «graves repercusiones» en la acción pastoral de la Iglesia, porque favorece la «descristianización, dificulta la comunión eclesial, provoca el oscurecimiento y el abandono de los principios morales cristianos, propicia la secularización de la fe y de la vida cristiana y, en definitiva, eclipsa la visión cristiana de la vida y del mundo en orden a manifestarse e influir en la vida pública».
El obispo criticó la nueva ley de matrimonio; la relación entre personas del mismo sexo; la nueva ley del divorcio; la reforma y extensión de la legislación que regula la reproducción humana y la experimentación con embriones, permitiendo la ‘clonación terapéutica’; y en la nueva Ley Orgánica de Educación (LOE), leyes que verifican esta perspectiva humanamente poco alentadora.