Diferentes obispos se están sumando de forma contundente al proyecto de ley de Memoria Histórica que tramita el Parlamento, sumándose así al rechazo que han liderado desde el Episcopado nombres como el vicepresidente Cañizares o el portavoz Martínez Camino. Para el arzobispo de Pamplona, esta ley «innecesaria» y «puede abrir heridas», por lo que apela […]
Diferentes obispos se están sumando de forma contundente al proyecto de ley de Memoria Histórica que tramita el Parlamento, sumándose así al rechazo que han liderado desde el Episcopado nombres como el vicepresidente Cañizares o el portavoz Martínez Camino. Para el arzobispo de Pamplona, esta ley «innecesaria» y «puede abrir heridas», por lo que apela a que las víctimas del franquismo «olviden» lo sucedido. Mientras, el obispo de Sigüenza-Guadalajara cree que la retirada de símbolos franquistas puede «generar reacciones violentas» y advirtió de que él no va a retirar los de las iglesias.
El arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, Francisco Pérez, afirmó que la ley de la Memoria Histórica es «innecesaria» porque «puede abrir heridas que el tiempo ha ido curando», en declaraciones recogidas por Europa Press.
«Olvidar» con perdón y misericordia
Para Pérez, «los romanos hicieron cosas que para muchos eran buenas y para otros malas, la historia no va a cambiar porque se haga una ley de memoria», señalando que «además se distorsiona la historia». El arzobispo recomienda «buscar cauces donde se olvide con el perdón y la misericordia» y concluye que «volver la mirada hacia atrás es inútil y no conviene»
La misma agencia recoge las declaraciones contrarias al proyecto de ley del obispo de Sigüenza-Guadalajara, José Sánchez, que explicó que siguen vivos muchos descendientes de personas que figuran en placas franquista y retirarlas podría «generar reacciones violentas».
«Yo no los puse, yo no los quito»
La ley recoge la obligación de que todos los símbolos franquistas dependientes de autoridades públicas sean retirados, mientras que contempla medidas como la retirada de subvenciones para los particulares u organismos privados, como la Iglesia, si éstos no los quitan. Sobre este aspecto, Sánchez recordó que, por el momento, no hay ninguna ley que les obligue a retirar símbolos, placas o nombres. En cuanto a los que figuran en iglesias de la provincia, declaró que «yo no los puse y yo no los quito».
Amenazas
Sánchez justificó la presencia de placas porque se colocaron «imperativo legal» y tachó de «amenazas» el hecho de que quien incumpla la ley no reciba subvenciones.