Más de 400 soldados españoles participan de la misión imperialista contra el Estado islámico en Siria e Irak. Sus guerras imperialistas, nuestros muertos.
«Los ejecutores del ataque en Barcelona son soldados del Estado Islámico y han realizado una operación contra un país de la Coalición«, clamaba el comunicado difundido por la red mediática del ISIS en las redes sociales. Obviamente haciendo referencia a la llamada «Coalición Internacional Contra Estado Islámico» (CJTF-OIR, con sus siglas en ingles), que es el mando central militar creado y liderado por EEUU para frenar el avance del ISIS «de Irak, Siria y Levante».
Cualquier lector que tuviese algo de memoria o cualquier joven con alrededor de 30 años podría preguntarse qué tiene que ver el estado español en esta Coalición: «¿Acaso Zapatero no retiró las tropas españolas de Irak? ¿Por qué el Estado español vuelve a ser el objetivo del extremismo islámico?», podría preguntarse.
La realidad es que, con nuestro Gobierno en minoría, España es uno de los 68 países que participa activamente de esta «Coalición», aportando nada menos que 425 soldados, según informa El País. Y esto se lo tenemos que «agradecer» no solo al Gobierno «de la minoría» de Rajoy sino también al PSOE de Pedro Sánchez que en enero de 2015 aprobaron en el Congreso de Diputados (con el rechazo de Unidos Podemos y ERC) volver a enviar tropas a la región. A esto se le añade que a finales de 2016 la comisión de defensa del Congreso decidió volver a mandar aún más tropas con la excusa de ser esto «vital para nuestra seguridad». Palabras que hoy aun resultan más cínicas e hipócritas. Es decir, más de diez años después de que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ordenara la salida de las tropas de Irak en 2004 gracias a la movilización popular que se lo impuso, el ejército español sigue cumpliendo un papel en la coalición imperialista que bombardea Siria e Irak.
En la rueda de prensa donde compareció Mariano Rajoy con motivo del atentado en las Ramblas, el presidente de gobierno planteó que los españoles habíamos «superado momentos como este», en una clara alusión al atentado de Al Qaeda que ocurrió el 11 de marzo en la estación de trenes de Atocha en 2004. Pero a Rajoy se le olvidó mencionar algunos detalles importantes de cómo se llegó a aquella situación.
Hacia el 2001 el gobierno de José María Aznar (PP) fue parte junto al primer ministro británico Tony Blair, y el presidente norteamericano George Bush de lo que se llamaría la «foto de las Azores». La alianza, saltándose incluso todo protocolo internacional, invadió Irak con la excusa de la existencia de armas de destrucción masiva. La respuesta no se hizo esperar: miles y miles de jóvenes y trabajadores españoles inundamos las calles denunciando que el objetivo de la guerra era el control del petróleo y de la región para ponerlas en manos de las multinacionales americanas. Más tarde diferentes organismos (incluso americanos) demostrarían que la existencia de armas era mentira.
Como era de prever, mientras el Gobierno del Partido Popular entraba en la guerra, los trabajadores españoles pusimos los muertos en Atocha. Entonces el gobierno se inventó burdamente la hipótesis de que habían sido miembros de ETA los causantes de la tragedia, pretendiendo ocultar de esa forma la relación evidente que existía entre la catástrofe y la guerra en Irak. Miles de personas y cientos de estudiantes en Huelga volvimos a salir a las calles para denunciar la tremenda hipocresía del Gobierno. Fue en este contexto de fuerte movilización social que pocos días después el PP fue barrido y sustituido por el PSOE en el Gobierno. Y con una rapidez sorprendente, a principios de abril la movilización popular no solo consiguió echar (aunque fuera electoralmente) al Gobierno de la guerra petrolífera, sino que le impuso al social liberal Zapatero la retirada inmediata y total de las tropas de Irak, que en ese momento eran más de 2300 soldados.
A día de hoy los responsables políticos de la invasión y la guerra de Irak no han sido juzgados ni castigados por los miles de muertes. La Corte Penal Internacional (CPI) que supuestamente juzga los crímenes de guerra y contra la humanidad declara, nada menos que casi 15 años después, que «no tiene competencias» para juzgar al que era presidente del gobierno del Partido Popular, ni tampoco a EEUU o el Reino Unido. Pasados los años, no solo no se ha juzgado a ningún responsable político, sino que los mismos partidos responsables -entre ellos el Partido Popular- han vuelto a participar en la guerra con las consecuencias que implica, y esta vez, con la ayuda del PSOE. Como informa Europa Press, a los más de 400 soldados enviados recientemente a Irak hay que sumar el resto de los 2100 militares y guardia civiles desplegados por Turquía, Líbano, Afganistán, la zona central de África, etcétera.
La única manera de superar el horror como el de los atentados de las Ramblas y del resto de las víctimas de la guerra es frenando esta guerra imperialista, y esto solo puede pasar por la retirada inmediata de las tropas españolas y de todas las tropas imperialistas. Algo que tenemos que reclamar, como en su momento, mediante la movilización popular.
Asier Ubico. Delegado de CGT Telepizza, Zaragoza.