El presidente Borrell recordó que el 18 de julio se cumplen 70 años del golpe de Estado del General Franco en España e informó de que el debate del Parlamento estaba motivado por una pregunta oral a la Comisión y al Consejo, firmada por 200 diputados, en la que se solicitaba un debate sobre la […]
El presidente Borrell recordó que el 18 de julio se cumplen 70 años del golpe de Estado del General Franco en España e informó de que el debate del Parlamento estaba motivado por una pregunta oral a la Comisión y al Consejo, firmada por 200 diputados, en la que se solicitaba un debate sobre la condena al régimen de Franco. Esta petición no fue aprobada por la Conferencia de Presidentes, que considero más oportuno efectuar una declaración del presidente, seguida de las tomas de posición de los diferentes grupos políticos.
Borrell declaró que el alzamiento del ejército contra el Gobierno de la Segunda República, elegido democráticamente por los españoles en 1931, frustro una gran esperanza dando origen a una guerra larga y cruel en España que supuso un enfrentamiento entre dos grandes concepciones del mundo. «La guerra fue un momento decisivo para la Historia del mundo. Tuvo una trascendencia internacional de enorme magnitud. Desde 1936 los futuros beligerantes de Europa en la Segunda Guerra Mundial comenzaron a enfrentarse directa o indirectamente en la guerra civil española. España fue la primera gran batalla de la Segunda Guerra Mundial, banco de pruebas de una guerra futura que devastaría Europa», señaló el presidente. «Aquella guerra para algunos fue la última gran causa, para otros fue una cruzada «, añadió.
Destacó que fue la guerra más apasionada, en la que por primera vez se enfrentaron las ideologías del siglo XX: la democracia, el fascismo y el comunismo. «Fue una guerra de religión y, al mismo tiempo, una lucha de clases, una revolución frente a una reacción». «Fue un enfrentamiento que se prolongaría con una posguerra larga y dura en la que España no se beneficiaría del plan Marshall porque el régimen militar les fue útil en la guerra fría a los norteamericanos y se olvidaron de liberarnos».
Josep Borrell concluyó con una referencia al periodo de democracia, afirmando que cuando hoy en España se habla de reparación moral de las víctimas es para honrar a todos los muertos, «no discriminar en la memoria a aquella parte que no nos pueda resultar cómoda, no encerrarnos en las mentiras que consuelan y afrontar las verdades que alumbran». Finalmente expresó el reconocimiento hacia todos los que combatieron por la democracia, padecieron persecución e impulsaron el retorno de España a Europa.
Jaime MAYOR OREJA intervino en nombre del Grupo Popular Europeo afirmando que su posición se fundamentaba en el pleno respaldo y apoyo a los valores de reconciliación y la superación del pasado. Añadió que estos valores fueron los que impulsaron la transición democrática y la Constitución de 1978.Recordó que un 5 de julio de hace 30 años el Presidente Adolfo Suárez tomaba posesión de su cargo iniciándose el final de las dos Españas irreconciliables, los valores de la Constitución española de 1978, la libertad y la reconciliación. En alusión a la guerra, señaló que no se pueden cometer y repetir errores históricos, y que hay que aprender de los errores de nuestra historia.
Declaró que «la reconciliación, la concordia no debe aburrirnos. No debemos cambiar nuestra actitud, y por eso a muchos españoles nos parece un error histórico que hoy se trate de impulsar una segunda transición, como si la primera hubiese quedado vieja y obsoleta; significa un error histórico quebrar unilateralmente la esencia de nuestra Constitución de la concordia; constituye un disparate histórico introducir en España el debate del derecho de la autodeterminación, la creación de nuevas naciones en el seno de España que no han existido nunca, significa un error histórico porque nos aleja de nuestra concordia» y concluyó con un «viva! por la libertad, y un ¡viva! por la Constitución española de 1978».
El presidente del Grupo Socialista Europeo, Martin SCHULZ , criticó el « espíritu intolerante » que caracterizó al franquismo, así como su « desprecio por la persona humana, la quiebra de las instituciones democráticas » que supuso y « el espíritu de odio a lo que es distinto «. «Franco -añadió Schulz- despreció el ser humano y tenía una disposición mortal hacia la violencia «. Su mensaje era « sumisión a la propia ideología o la muerte «. Pero recordó que tres años antes en Alemania ya se producía una situación similar, cuando su pueblo estaba « bajo el yugo de Hitler «. «La guerra civil no fue sólo española, tuvo a España como escenario y a los españoles como rehenes de un ensayo que años después iba a ser mayor«, afirmó el presidente de los socialistas europeos.
Tras recordar a personajes como Heminway o Arthur Miller, Schulz destacó que la conclusión que se debe extraer de la guerra civil española y del franquismo es que « fue derrotado » y esa situación ya ha sido superada. Destacó el hecho de que el Parlamento Europeo ya ha tenido tres presidentes españoles y el actual (Josep Borrell) « habla en nombre de los diputados de 25 países y nos recuerda que la integración europea significa la victoria sobre la intolerancia «. « Setenta años después podemos decir que ha ganado la libertad y ha perdido Franco, no podía pasarle nada mejor a Europa «, concluyó Schulz.
En nombre de los Liberales y Demócratas europeos (ALDE), el eurodiputado polaco Bronislaw GEREMEK c onsideró que « España que tenía que haber estado entre los países fundadores de la Unión Europea, y sin embargo estuvo separada 50 años de Europa, contra la voluntad de su pueblo «. En su opinión, « no tenemos que hacer balance de las injusticias, del odio, de los sufrimientos humanos sufridos, del período de guerra civil y de dictadura. Tenemos que recordar que la experiencia española es una de las que han construido Europa, para que no se vuelva a repetir » nada similar. Dijo que « Europa no debería olvidar que España ha sabido cerrar ese capítulo dramático con dialogo y de forma consensuada», y rindió un «homenaje a la valentía del pueblo español «.
Daniel COHN-BENDIT , copresidente de los Verdes/ALE, extrajo cuatro lecciones al golpe de Estado de Franco. En primer lugar, « el valor, el coraje, la abnegación extraordinaria » del pueblo español hacia la paz y la democracia. En segundo lugar, la barbarie del fascismo, de la que Guernica es su « manifestación simbólica «, un símbolo de asesinato, de muerte y falta de libertad. En ese sentido, recordó que « el fascismo español no podría haber ganado esta batalla sin la ayuda del nacionalsocialismo alemán «. La tercera conclusión y « la más dolorosa » fue « la cobardía de los europeos «. En ese sentido, indicó que quien piense que « hay que agacharse hasta que pase la tormenta » está equivocado. Por último, destacó la « horrible intolerancia del totalitarismo comunista «, y que la lección de la liberación « no es tener la razón contra todos los demás, si no aceptar la diversidad en la democracia «.
El presidente de Izquierda Unitaria Europea, Francis WURTZ , afirmó que « el aplastamiento de la joven república (española) afectó a toda Europa » y contó con el apoyo de « la Italia fascista y la Alemania nazi «. Dijo que Guernica se convirtió en el « símbolo de bombardeos masivos » y un « modelo » para la Segunda Guerra Mundial. Wurtz criticó la « no intervención » de otros países y la « indiferencia complaciente de los dirigentes europeos hacia el régimen franquista tras la guerra «, que contrastó con la solidaridad mostrada por los trabajadores y los intelectuales del continente.
El irlandés Brian CROWLEY (UEN) hizo hincapié en que el fascismo, el comunismo o cualquier régimen totalitario tienen en común « la falta de respeto a las ideas diferentes, la intolerancia de quienes quieren andar por un camino diferente «. El diputado señaló que «l o más importante es que hayamos aprendido de los errores del pasado y que no se vuelvan a producir «, afirmó, así como « no señalar con el dedo y superar esas diferencias, encontrar un camino hacia delante «. Por último, Crowley apoyó al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, « que está intentando unir lo que antes parecía irreconciliable «. Indicó que «no hay que perdonar las atrocidades del pasado», pero que « no podemos vivir para siempre en el pasado, con la amargura «. « Demos una oportunidad a la paz, tenemos que aprovechar la oportunidad cuando se presenta «, concluyó.
Jens-Peter BONDE , de «Independencia y Democracia», recordó que hubo personas que « hicieron gala de un coraje singular defendiendo la democracia «. « Gracias a todos los que tienen coraje personal, ya que el pueblo unido jamás será vencido «, destacó el diputado danés.
Maciej Marian GYERTICH (No inscrito) se refirió a la lucha por el dominio comunista en la Europa oriental. Así, recordó que en 1920 Polonia venció a los bolcheviques y que los católicos polacos también combatieron la Revolución soviética. « En España «, señaló», « se luchó contra un Gobierno comunista «. « Gracias a la Iglesia, al Ejército y a Franco, el ataque comunista contra la España católica se pudo superar «, añadió, un golpe que « consiguió mantener los valores tradicionales «. Por último, declaró su preocupación por « el bloque socialista y anticatólico de esta Cámara «, y que « la historia cristiana debe luchar contra el ateísmo «.
El socialista Martin Schulz contestó, en nombre de su grupo, esta última intervención, que a su juicio muestra « el espíritu de Franco «, al ser « un discurso fascista que no debería pronunciarse en este lugar».
El presidente del Grupo Popular Europeo, Hans-Gert Poettering, dijo que « como católico defiendo la dignidad, la democracia, la libertad y el Estado de derecho «, y consideró que « los que apoyan los regímenes totalitarios, como el fascismo o el comunismo, no están en condiciones de defender nuestros ideales «.
Josep Borrell agradeció al final del debate a todos los eurodiputados sus intervenciones, ya que se trató de « un acontecimiento histórico que fue una tragedia «.