El Partido Carlista de Euskalherria-EKA ha enviado una carta a la Audiencia Nacional para que antes de extraditarlo se aclaren estos hechos. El Partido Carlista de Euskalherria-EKA en Navarra ha solicitado al presidente de la sala de lo penal de la Audiencia Nacional, mediante un escrito enviado ayer, que antes de proceder a la extradición […]
El Partido Carlista de Euskalherria-EKA ha enviado una carta a la Audiencia Nacional para que antes de extraditarlo se aclaren estos hechos.
El Partido Carlista de Euskalherria-EKA en Navarra ha solicitado al presidente de la sala de lo penal de la Audiencia Nacional, mediante un escrito enviado ayer, que antes de proceder a la extradición de Rodolfo Almirón, terrorista de la ultraderechista Triple A argentina, que se le interrogue sobre los sucesos de Montejurra 1976, que acabaron con el asesinato de Aniano Jiménez y Ricardo García, en los que participó el detenido de forma activa.
En su escrito recuerdan que el sumario que investigaba aquellos sucesos «se cerró por aplicación de la Ley de Amnistía de 1977, sin que gran parte de los que participaron en lo que llamaron Operación Reconquista llegaran siquiera a ser identificados. Entre ellos se encuentra Almirón, que el Partido Carlista denunció públicamente cuando apareció actuando como guardaespaldas de destacados políticos».
Los carlistas, con respecto a la Amnistía de 1977, recuerdan que «también hubo disposiciones de borrón y cuenta nueva en Argentina» por lo que piden que Rodolfo Almirón «sea interrogado por la autoridad judicial competente sobre su intervención en la preparación y desarrollo de los conocidos como sucesos de Montejurra 1976, que va a ser posible en Argentina y nos resulta imposible en España en situaciones similares».
Su historia
Rodolfo Eduardo Almirón, antiguo jefe de seguridad de Alianza Popular y guardaespaldas personal de Manuel Fraga durante los últimos años de la década de los 70 y primeros de la década de los 80, fue dirigente de la Triple A argentina. Esta organización armada ultraderechista asesinó entre 600 y 1.000 personas en un año tras la muerte de Perón en 1974. En 1975 llegó a España, un año antes del golpe de Videla en Argentina.
El 9 de mayo de 1976, Rodolfo Almirón participó en los asesinatos de Montejurra, monte en el que los carlistas celebran su fiesta anual, en los que perdieron la vida Aniano Jiménez y Ricardo García. Pese a ser reconocido nunca fue encausado, al igual que Stéfano della Chiae o Jean Pîerre Cherid. Ese día estuvieron presentes miembros de los Guerrilleros de Cristo Rey, Fuerza Nueva, la Internacional Fascista Italiana o la Triple A argentina, muchos de los cuales integraron después las filas del GAL. A los pocos imputados, la Amnistía de 1977 les liberó.
Durante varios años se ocupó de la seguridad de Fraga, hasta que la revista Cambio 16 aireó el tenebroso pasado de quien cubría las espaldas del actual presidente vitalicio del Partido Popular. Según señalaba El Mundo cuando hace días descubrió a este ultraderechista en Valencia, «Alianza Popular le pidió a través de Alberto Ruiz Gallardón que se mantuviera en un discreto segundo plano, que velarían por su futuro y su economía. Y Almirón cumplió. Fue tan discreto que se olvidaron de él. Tuvo que vivir primero del sueldo de azafata de su esposa, luego como camarero en Cuenca y, finalmente, como cajero en una cafetería de la Plaza Mayor de Madrid hasta su jubilación». Jorge Vestringe afirmó hace unos días que convenció a Fraga para que prescindiera de sus servicios cuando se conocieron sus crímenes.