Estamos acostumbrados a hablar del periodismo como el cuarto poder y sin embargo casi nunca lo estudiamos en clave política como sí hacemos con los otros tres poderes. En eso el periodismo es como el poder económico: sabemos que ejerce un poder, pero al no entenderlo como un poder político está sometido a criterios meramente […]
Estamos acostumbrados a hablar del periodismo como el cuarto poder y sin embargo casi nunca lo estudiamos en clave política como sí hacemos con los otros tres poderes. En eso el periodismo es como el poder económico: sabemos que ejerce un poder, pero al no entenderlo como un poder político está sometido a criterios meramente mercantiles. Así el derecho a estar informados de los ciudadanos y la libertad de expresión de los periodistas están sometidos a la libertad de empresa de los propietarios de los medios de comunicación, los principales anunciantes, las entidades financieras que poseen o dan créditos a los medios, etc… En resumen es un poder político expresamente en manos de las grandes empresas y por tanto nítidamente escorado hacia sus intereses.
Frente a eso la izquierda del siglo XX no ha elaborado grandes alternativas. Allí donde ha gozado de poder político la concentración de medios en manos del poder económico ha sido sustituida por una concentración en manos gubernamentales. Donde ha sido oposición no se ha atrevido a proponer alternativas al modelo mercantil de comunicación, entre otras cosas por temor cobarde a la reacción de los poderosos medios de comunicación.
El último libro de Pascual Serrano, El Periodismo es noticia (Ed. Icaria) reflexiona sobre el papel político de los medios de comunicación centrales y de los alternativos, sobre Internet y sus posibilidades y límites, sobre las alternativas emergentes en América Latina, sobre el peligroso sometimiento de la política a los intereses mediáticos. Son reflexiones claras y necesarias junto con propuestas para una izquierda que realmente quiera proponer una sociedad alternativa en la que la población se gobierne con libertad y por tanto con información.
Un libro reflexivo, ameno y altamente recomendable. Me quedo con una de sus propuestas (pág 26):
Todas estas crisis [del periodismo] deben desembocar en el desarrollo de propuestas comunicacionales democráticas, plurales y participativas. Políticos progresistas, colectivos sociales, periodistas hobrados y todos los ciudadanos en general, deben comenzar a replantearse el modelo en su globalidad y ser audaces en el diseño de alternativas y cambios en este momento clave. De otro modo, el sistema caduco se restablecerá, encontrará parches con los que tapar y disimular sus deficiencias y errores e intentará recuperar el poder y dominio que ha ejercido durante tanto tiempo.
Fuente: http://blogs.tercerainformacion.es/iiirepublica/2010/08/10/el-periodismo-es-noticia/