La exhumación de Franco Cuarenta y dos años después de unas elecciones escasamente libres el Congreso de los Diputados aprueba el decreto-ley del Gobierno de España, iniciándose el proceso de exhumación de Franco del Valle de Cuelgamuros, con la abstención de PP, C’s y los diputados populares Jesús Posada y José Ignacio Llorens, que votan […]
La exhumación de Franco
Cuarenta y dos años después de unas elecciones escasamente libres el Congreso de los Diputados aprueba el decreto-ley del Gobierno de España, iniciándose el proceso de exhumación de Franco del Valle de Cuelgamuros, con la abstención de PP, C’s y los diputados populares Jesús Posada y José Ignacio Llorens, que votan en contra.
En la imagen puede observarse el inicio de las obras del gigantesco mausoleo. En primer plano Franco, el genocida temeroso de Dios. En segundo plano, diferentes personajes; no se pierdan la escena.
El manifiesto monárquico-franquista
Tras la relativa calma que siguió durante algunos años al frustrado golpe militar del 23 de febrero de 1981 -del que hoy se conoce la implicación directa del rey Juan Carlos en su génesis, desarrollo y desenlace- se inicia una actividad política creciente por parte de militares monárquicos que violenta de forma sistemática el pacto constitucional.
Su impunidad deriva de la persistencia del aparato del Estado franquista, que atravesó con ligeros retoques el proceso de la Transición, cambiando la denominación de algunos de sus órganos más represivos, como fue el caso del Tribunal de Orden Público convertido en la Audiencia Nacional.
Recientemente se ha producido un manifiesto militar contra la exhumación de Franco promovido por conocidos militares monárquicos, que hasta ayer habían formado parte de la cúpula militar, ocupando puestos de la máxima responsabilidad en el Ministerio de Defensa. En dicho manifiesto, un elevado número de generales y almirantes, a los que se han sumado muchos más oficiales, retan al Gobierno de España oponiéndose de forma amenazante al decreto-ley que ordena la exhumación de Franco.
El manifiesto de militares franquistas prueba que los diferentes gobiernos de Su Majestad no han podido, o no han querido, controlar al Ejército durante los cuarenta años transcurridos desde la aprobación en referéndum de la Constitución.
Dicho manifiesto pone en evidencia, una vez más, la cruda realidad: la existencia de un poder militar fascista, prácticamente autónomo, impuesto en la Constitución de 1978 por los poderes que sustentaron la dictadura. Al frente de ese poder militar franquista se halla el rey: un jefe de Estado inviolable, albacea de Franco.
Resulta conmovedora la valerosa actuación de un puñado de militares retirados que, intentando acallar al fascismo militar, han lanzado inmediatamente un manifiesto de militares demócratas , pidiendo el fin del franquismo en las fuerzas armadas, al que han comenzado a adherirse numerosos militares, algunos en la reserva y otros en activo.
También inmediatamente, esta vez desde la sociedad civil, ha sido publicado el Manifiesto de apoyo a los militares y guardias civiles demócratas:
«…mostramos nuestra solidaridad con los militares y guardias civiles demócratas y exigimos públicamente a los Ministerios de Defensa e Interior el cierre y nulidad de los expedientes abiertos y la no apertura de nuevos a posibles futuros firmantes.»
Lo indignante de esta situación ha sido la inmediata reacción represiva de la Ministra de Defensa, sin duda presionada por la cúpula militar, que ha decidido expedientar a nuestro compañero Marco Santos, Cabo del Ejército, y abrir una investigación reservada a varios miembros en activo del Ejército, de la Armada, y de la Guardia Civil, firmantes del manifiesto de militares demócratas.
El compromiso activo de los militares demócratas, junto a la sociedad civil, es el único medio viable para conseguir la erradicación del franquismo. Un franquismo agresivo que contamina peligrosamente la cadena de mando militar, desde sus más altos escalones hasta una parte considerable de los jóvenes de más reciente incorporación a las Academias militares.
El colectivo de militares demócratas ANEMOI
Anemoi es un colectivo de militares demócratas que surgió hace más de cinco años como respuesta al franquismo existente en las Fuerzas Armadas.
El enorme eco mediático que tuvieron las declaraciones del general monárquico Juan Chicharro en febrero de 2013 -hoy presidente de la fundación Franco y firmante del reciente manifiesto franquista- motivó que un pequeño grupo de militares demócratas, conscientes del peligro potencial que esta intervención representaba para el ejercicio de los derechos civiles, se uniese y decidiese una respuesta pacífica.
A partir de las declaraciones públicas del general Chicharro, la respuesta de dos miembros activos del colectivo Anemoi no se hizo esperar. El 1 de abril de 2013 es publicado en la página web de la asociación Foro Milicia y Democrácia el artículo Memoria y Libertad. Y algunos días más tarde el artículo Mi general, usted no me representa.
El 23 de enero de 2014, un año después de las declaraciones del citado general, el colectivo Anemoi hace su presentación pública en un acto celebrado en el Club de Amigos de la UNESCO de Madrid (CAUM), en donde dos de sus portavoces dieron lectura del manifiesto fundacional del colectivo, seguido de un coloquio.
Dos años más tarde el colectivo Anemoi promueve una comida de homenaje a uno de sus miembros más jóvenes y notables, el escritor y militar Luis Gonzalo Segura, autor de El Libro Negro del Ejército Español, que constituye un hito histórico en el pensamiento democrático militar de nuestro país.
La sociedad civil no es ajena a lo militar
La sociedad civil no ha permanecido ajena a los avatares de un ejército inquietantemente franquista.
En el año 2002 se crea en España la asociación cívico-militar Foro Milicia y Democracia FMD, cuyo primer presidente fue el legendario Comandante Luis Otero, fallecido recientemente, fundador de la clandestina Unión Militar Democrática UMD durante la dictadura franquista.
Más recientemente, en abril del año 2016, se funda la Asociación Civil Milicia y República ACMYR. Un pequeño grupo de activistas de los derechos civiles la constituyen con el fin de difundir y defender los valores democráticos entre los miembros de las Fuerzas Armadas. En su asamblea fundacional nombran presidente al joven Teniente Luis Gonzalo Segura, escritor y miembro activo del colectivo Anemoi, y presidente de honor al Coronel del Ejército Luis Otero.
Epílogo
Nuestro deseo, como militares demócratas, es el seguir alertando a la sociedad civil de los peligros que la acechan desde el interior de sus Fuerzas Armadas, acompañándola modestamente hacia una ruptura efectiva con el franquismo, que parasita las instituciones del Estado dificultando su normalización democrática.
El soberanismo, como expresión de la voluntad popular, es un derecho de los pueblos que habrá de ser asumido por el conjunto de la ciudadanía española más pronto que tarde. Son los legítimos representantes del pueblo los que han de alcanzar una solución dialogada a la grave crisis política desencadenada por la revolución democrática catalana, una revolución cívica y pacifica dirigida por la Generalitat de Catalunya.
Es imprescindible un pacto histórico entre los pueblos del Estado español que rompa con el dictado constitucional, posibilitando una República federal, libre y magnífica, que sea ejemplo de democracia para los pueblos hermanos de la Unión Europea.
Solo así será posible abrir una nueva etapa en la que los derechos civiles no vuelvan a ser pisoteados, y el poder represivo del Estado deje de ser una gigantesca maza de machacar disidentes. Lo está haciendo, sin el menor escrúpulo, con numerosos ciudadanos hoy procesados, en prisión o en el exilio por ejercer el elemental derecho democrático de decidir su futuro en las urnas.
Por último, en palabras de nuestro compañero el Teniente Luis Gonzalo Segura:
«Ha llegado el momento de regenerar las Fuerzas Armadas y transformarlas en una herramienta al servicio de la ciudadanía para nunca jamás vuelva a ser un ánima en su sien. Un fusil que reiterada y sistemáticamente amenaza a la sociedad como lo ha hecho con el último manifiesto franquista. Ha llegado el momento de extirpar y desterrar el franquismo y moldear un Ejército democrático y para la democracia. Y no hay valores más acordes con ello que el republicanismo y el antifascismo. Que sean esos los materiales de nuestros próximos soldados, suboficiales y oficiales».
Manuel Ruiz Robles, es Capitán de Navío de la Armada (retirado), portavoz del colectivo de militares demócratas Anemoi, antiguo miembro de la Unión Militar Democrática (UMD).
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.