Hace unos días escribí un artículo contra el Tripartito que quiero matizar a raíz del nombramiento de Angel Gabilondo como Ministro de Educación y Universidades. Lo que creo que demuestra el Tripartito es que un partido no puede ser al mismo tiempo de gobierno y de lucha, como pretendía ingenuamente IC/Verds. O se gobierna o […]
Hace unos días escribí un artículo contra el Tripartito que quiero matizar a raíz del nombramiento de Angel Gabilondo como Ministro de Educación y Universidades. Lo que creo que demuestra el Tripartito es que un partido no puede ser al mismo tiempo de gobierno y de lucha, como pretendía ingenuamente IC/Verds. O se gobierna o se está en la oposición y se moviliza contra los que gobiernan, sea en el nivel que sea. Esto quiere decir que uno puede gobernar un ayuntamiento y movilizarse contra el gobierno pero porque son dos instituciones con responsabilidades diferentes. El Tripartito ha sido nefasto porque ha fagocitado a la izquierda catalana ( IC/Verds-Esquerra Unida i Alternativa) a un precio políticamente muy bajo ( aunque muy alto a nivel de promoción personal de sus dirigentes). IC/Verds-Esquerra Unida i Alternativa no tenían que haber entrado nunca en el gobierno si quieren mantenerse como alternativa real de izquierdas porque ésta sólo puede realizar transformaciones profundas si tiene la mayoría absoluta. Pero como ahora es muy dificl sociológicamente que la izquierda radical gobierne con esta mayoría el mejor escenario posible es una izquierda reformista, moderada, que gobierne como alternativa a la derecha. Porque lo peor no es lo mejor para la revolución, ya que esta no hay que entenderla como una acción desesperada sino como la construcción de una alternativa desde la base que este preparada para gobernar. Por esto pienso que hay que votar a la izquierda real y éste tiene que apoyar la investidura de la izquierda reformista pero sin ningún acuerdo de gobierno y siempre con apoyos puntuales y continuando la lucha. También el gobierno de coalición en la Generalitat y en la Xunta ha demostrado que las coaliciones son una mala opción porque el reparto de cargos acaba siendo la cuestión prioritaria y los acuerdos políticos acaban siendo nulos o improductivos. Para esto más vale que gobierne la derecha si es el partido más votado y se espere con paciencia a ganar las elecciones, como se ha visto en Galicia, donde se han quemado tanto el PSOE como el BNG. En Cataluña continua el Tripartito porque son tres partidos que suman pero a costa de la destrucción política de la izquierda. Hubiera sido mejor que gobernara CiU con los oportunistas de ERC y mantener el PSC y a IC/Verds como opción futura de gobierno y de lucha respectivamente.
Dicho esto paso al escenario español para afirmar que es mejor que gobierne el PSOE que el PP pero que la izquierda real ( que le correspondía a IU) es la que nos ha fallado. Y lo que se trata es que en el PSOE gobierne la mejor opción posible, que aunque no puede ser de izquierda real ( porque si no estaría en el PSOE) tiene que ser gente con criterio propio ( que suponemos reformista, claro), que no sea un oportunista, de talante democrático y con capacidad de diálogo con los sectores en lucha. Por todo ello me parece una buena noticia el nombramiento de Angel Gabilondo. Primero porque Universidades deja de estar vinculada al mundo empresarial para volver a Educación, que es donde le corresponde. Segundo porque mi impresión personal ( que es ni más ni menos que esto) sobre Angel Gabilondo es buena. Le he escuchado con placer dos veces en sendas participaciones de el Congreso de Filósofos Jóvenes en Barcelona y me ha parecido una persona interesante en su discurso y de una actitud muy cordial. Gabilondo es un entusiasta del último Foucault que, más ético que político, en su defiende un arte de vida con sentido ético. De ser un profesor de Universidad ha pasado a Ministro después de una carrera meteórica a partir de su nombramiento como Rector en un proceso vital que desconozco y que espero no lo haya deteriorado éticamente. La Asamblea de Estudiantes de UC3M) no piensan lo mismo y quizás tengan razón. Dan algunos argumentos preocupantes respecto a las vinculaciones que ha establecido con empresas privadas ( aunque creo que hay que saber cuales son, no es una cuestión de principios sino de planteamientos). Otros argumentos, como el ser hermano de Iñaki Gabilondo o tener buenas relaciones con el grupo PRISA, me parecen fuera de lugar el primero y poco contundente el segundo. Su carácter democrático o antidemocrático pronto se pondrá de manifiesto, aunque algunos datos de la Asamblea de Estudiantes sí son poco favorables.
Me gustaría pensar que es una persona honesta, posibilista, que quiere lo mejor para una Enseñanza y una Universidad pública y que estaría abierto al diálogo, al contrario que su predecesora. Hay que esperar y, sin renunciar a las movilizaciones, saber que es lo que tiene que ofrecer. Quizás no es mucho pero suponemos que tiene un margen de acción y, en caso contrario, que prefiera la ética al privilegio y dimita.