En el sector de las escuelas infantiles de la C.M. lleváis un año en lucha desde que la consejería publicó los Decretos de Mínimos para Educación Infantil. ¿Cómo ha afectado a las escuelas su aplicación? Llevamos en lucha, desde diciembre de 2007, que fue cuando la Comunidad de Madrid publicó los borradores de los decretos de […]
En el sector de las escuelas infantiles de la C.M. lleváis un año en lucha desde que la consejería publicó los Decretos de Mínimos para Educación Infantil. ¿Cómo ha afectado a las escuelas su aplicación?
Llevamos en lucha, desde diciembre de 2007, que fue cuando la Comunidad de Madrid publicó los borradores de los decretos de Infantil, pero la lucha se agudizó a partir de marzo del 2008, momento en el que se publicaron. Se trata de dos decretos, uno que afecta al primer ciclo de educación infantil (0-3 años) y que hace referencia a los requisitos mínimos que ha de cumplir una escuela infantil y, el otro decreto, es el del currículo para el segundo ciclo de infantil (3-6 años).
El decreto de mínimos supone un cambio de raíz en el planteamiento de lo que debe ser una escuela infantil. En la Red Pública de escuelas infantiles de la Comunidad de Madrid, tras una lucha de muchos años, habíamos conseguido unas condiciones, en cuanto al número de niños por aula, número de profesionales por centro, condiciones de los espacios … mejor de lo que marcaba la LOGSE.
Al movernos dentro del nuevo marco legal (LOE), en el que las Administraciones Autonómicas tienen plenas competencias en educación infantil, el gobierno de Esperanza Aguirre aprovechó la ocasión para cargarse de un plumazo una Red Pública que era referente en todo el estado español. El decreto de «mínimos» que publicó, ha supuesto una masificación en las aulas de los niños y niñas de 2-3 años, aumentando la ratio en un 25%. Hemos pasado de tener 16 alumnos el curso pasado, a 20 en el actual y en las escuelas de nueva creación, ya se está viendo también la disminución de profesionales porque hasta el curso pasado teníamos un tutor o tutora por aula y un educador de apoyo por cada dos. Con el nuevo decreto, los apoyos pasan a ser uno para cada seis aulas, con lo que es imposible prestar la atención individualizada que los críos de estas edades necesitan.
Habéis denunciado que las condiciones de concesión de nuevas escuelas y la renovación de las antiguas, es una «subasta», que favorece a las grandes empresas en detrimento de los colectivos o cooperativas que lleváis funcionando décadas en este sector, una forma de privatización. ¿Puedes explicarlo?
La gestión de las escuelas infantiles que no eran de personal propio de la Comunidad, hasta ahora se llevaba a cabo, en la mayoría de los casos por cooperativas u otras empresas de trabajo social, sin afán de lucro. Lo que se tenía en cuenta, por encima de todo para ganar la concesión de una escuela era la calidad del Proyecto Educativo. No había que hacer ninguna oferta económica, ya que la Comunidad anualmente, a cada escuela pagaba un dinero fijo, proporcional al número de aulas que tuviera. Por lo tanto, no se trataba de ningún negocio ya que cada cooperativa recibía un dinero fijo, tal y como recogía el contrato que firmaba con la Administración, y las familias abonaban unas cuotas mensuales, cada una en base a su situación económica. La cooperativa gestionaba de la mejor manera ese presupuesto, para conseguir que todas las necesidades de los niños y niñas tuvieran la respuesta más adecuada y todos los trabajadores tuvieran unas condiciones dignas. El objetivo no era ganar dinero, sino tener unas escuelas infantiles respondiendo a un modelo educativo de calidad.
A raíz de la publicación de los mencionados decretos, las condiciones que ha fijado la Consejería de Educación para acceder a la gestión de una escuela infantil, llamada «pública», han cambiado sustancialmente. Lo que prima es la oferta económica que haga cada empresa. Aquella que plantee gestionarla por menos dinero, obtendrá la puntuación suficiente para poder hacerse cargo del centro. El Proyecto educativo queda en un segundo plano, por decir algo. A la Comunidad no le importa nada las condiciones en las que estarán los niños. Sólo le importa que las escuelas cuesten menos dinero. Las cooperativas que llevamos años funcionando en este sector, no podemos competir con las grandes empresas que se están presentando a los concursos públicos. Para nosotras mantener unas condiciones buenas, tanto para las criaturas como para los trabajadores, es fundamental. No podemos «pujar» con un precio más bajo, porque queremos seguir manteniendo a todos los profesionales y, al menos, en las mismas condiciones laborales que tenemos. No podemos, ni queremos, porque repercutiría muy negativamente en el funcionamiento de la escuela, prescindir de nadie ni trabajar en peores condiciones. Las empresas que se están presentando, ni tienen prejuicios, ni tienen compromisos adquiridos. Desde luego, tampoco tienen ningún buen proyecto educativo, pero esto es lo que menos le importa a Esperanza Aguirre. Sólo importa invertir cada vez menos dinero en una etapa, que ni tan siquiera la consideran educativa, a pesar de tratarse de la etapa más importante en el desarrollo de la personalidad de una persona.
Esta política, esta suponiendo el desmantelamiento de la Red Pública de escuelas infantiles de la Comunidad de Madrid. Es el mismo planteamiento que están teniendo ante todo lo que sean «servicios públicos».
Llama la atención que no es una lucha por más dinero, sino en defensa de la calidad de la educación infantil.
Efectivamente está siendo una lucha en la que el principal objetivo es mantener un modelo educativo de calidad, que responda a las necesidades y a los derechos de los niños y niñas. La estamos llevando a cabo los profesionales, con el poyo de las familias. Nos creemos la importancia de esta etapa educativa. En lo fundamental, se trata de una lucha en la que vamos juntas las escuelas de gestión directa (personal propio de la Comunidad de Madrid) y las de gestión indirecta (en su mayoría cooperativas), porque lo que nos une es la defensa de un modelo educativo, que, en definitiva, se refleja en las condiciones de las escuelas (número de niños por aula, número de profesionales y su capacitación, condiciones de los espacios… y sobre todo el proyecto educativo).
Es un sector difícil para coordinar una lucha, por su dispersión. Además la mayoría del personal son mujeres y jóvenes que no tienen experiencia de lucha anterior. ¿Cómo se ha desarrollado esta lucha? ¿Cuántas y qué acciones habéis hecho durante este año?
Es un sector que realmente está muy disperso, ya que las escuelas se extienden por toda la Comunidad de Madrid, en casi todos los pueblos y desde luego, en todos los distritos de la capital. Pero, al mismo tiempo, somos un sector que estamos muy acostumbrados a coordinarnos y mantener reuniones para tratar temas diferentes. Esta dinámica ha sido muy beneficiosa para establecer los contactos necesarios a la hora de emprender una lucha. También es cierto que la mayoría de los profesionales son mujeres y además jóvenes que no han tenido ocasión de participar en luchas anteriores, pero estas características personales han aportado más entusiasmo y creatividad a la lucha. Dentro de la educación infantil, había varias organizaciones, que habían surgido en diferentes momentos, en su mayoría por temas pedagógicos, pero también reivindicativos y a raíz de estos acontecimientos, las escuelas de gestión indirecta nos organizamos en una asociación, AMEIGI (asociación madrileña de escuelas infantiles de gestión indirecta), porque entendíamos que íbamos a ser las más atacadas. Contactamos todas estas organizaciones y nos pusimos en contacto, por una lado con la FAPA Giner de los Ríos (Federación de Asociaciones de Padres) porque entendíamos que era una parte importante en esta lucha, y por otra parte, con los sindicatos CC.OO., UGT y CGT y constituimos una Mesa de Educación Infantil para la unidad de acción, que ha sido a través de la que se ha coordinado toda la lucha, con las ventajas e inconvenientes que una Mesa tan heterogénea presenta. Hemos llevado a cabo muchas acciones. El curso pasado tuvimos dos jornadas de huelga, específicas de las escuelas infantiles con un seguimiento del 95%. Este curso hemos tenido tres jornadas con un seguimiento similar. Hemos llevado a cabo cantidad de concentraciones delante de la Consejería de Educación, manifestaciones, unas específicas de Infantil y otras de toda la Educación, hemos participado en actos en los que estaba la Presidenta o el Alcalde, para seguir gritando nuestras reivindicaciones, hemos recogido, en dos ocasiones diferentes, firmas de las familias pidiendo la retirada de los decretos (la primera ocasión se entregaron más de 200.000 firmas y la segunda unas 150.000). Nos hemos encadenado delante de la consejería en dos ocasiones, hemos «chillado» en el Pregón de san Isidro…
¿Cuál ha sido la reacción de la Consejería, la C.M., la Presidenta, el Ayuntamiento? ¿Os han recibido, al menos? ¿Han cedido en algo?
Desde la Mesa de Infantil hemos solicitado en repetidas ocasiones entrevistas con la Consejera de Educación y nunca nos ha recibido como Mesa. Sí que ha habido reuniones con las diferentes organizaciones por separado. La postura de la administración ha sido firme: en cuanto a los decretos plantea que están dentro del marco de la LOE, y referente al terrible cambio que están sufriendo las escuelas, argumentan que los presupuestos no se pueden mantener, (es evidente que sólo tienen dinero para lo que a ellos les interesa). En cuanto a las escuelas que llevamos años gestionando las cooperativas y que ahora salimos a concurso (en total 25), plantean siempre buenas palabras, pero los Pliegos de concurso cada vez encierran fórmulas más perversas para nosotras y más ventajosas para las grandes empresas.
Lo que sí hay que reconocer es que el curso pasado la C.M. anunció que iba a sacar a concurso 44 escuelas de las que ya estábamos funcionando, y después de todas estas luchas, únicamente va a sacar 12. Al resto, les va a firmar una prórroga de sus contratos por tres años.
¿Cuál ha sido vuestra reacción con los sindicatos? ¿En qué os han ayudado? ¿Qué les pedís para reforzar vuestra lucha?
Ya he comentado que casi desde el principio contactamos con los sindicatos porque entendíamos que iba a ser una lucha larga y que únicamente contando con ellos podríamos llevar a cabo jornadas de huelga, ya que el resto de organizaciones de las escuelas no tenemos capacidad legal para convocarlas.
Los tres sindicatos con los que hemos mantenido relación han tenido actitudes algo diferentes, aunque en general no han ido a la cabeza de los acontecimientos, sino a la zaga y viéndose presionados por el propio movimiento. Éramos las otras organizaciones que componemos la Mesa de Infantil, quienes llevábamos las posturas más duras. En bastantes ocasiones, las direcciones de estos sindicatos, han frenado las ganas y la necesidad de llevar a cabo más movilizaciones. CGT ha sido el que ha ido más a su aire, haciendo convocatorias, la mayoría de las veces, independientemente de CCOO y UGT que han ido siempre juntos. Tampoco entre ellos ha habido una misma sensibilidad ante el conflicto. Tengo que decir, que siempre hemos tenido más apoyo por parte de CCOO ( y no es mi sindicato).
¿Y con los partidos de la oposición?
Tanto el PSOE como IU se ha reunido con nosotras en varias ocasiones a través de sus representantes en la Asamblea de Madrid y en el Ayuntamiento. Han pedido la comparecencia de la consejera y distintas ocasiones para plantearle el deterioro que su política educativa estaba suponiendo para la Red Pública de Escuelas Infantiles y las consecuencias que tendría. Han hecho varias preguntas en distintos plenos tanto de la Asamblea como del Ayuntamiento y han presentado mociones, pero yo creo que no han sabido encabezar este movimiento ni jugar el papel que les correspondía como oposición, porque en definitiva lo que está pasando con las escuelas se debe a una concepción política e ideológica de lo que es la educación y los partidos de la oposición en lugar de poner toda la carne en el asador ante un derecho elemental de todos los niños y niñas, se han limitado a cubrir unas formas.
¿Es cierto que como consecuencia de la crisis, el aumento del paro, hay muchas familias que han tenido que sacar a sus hijos de las escuelas públicas por no poder pagar las mensualidades?
Es muy cierto que el ataque frontal que está haciendo el gobierno madrileño a las escuelas infantiles está teniendo una consecuencia directa en los ciudadanos. Para disminuir el presupuesto destinado a las escuelas, la postura fácil ha sido, que lo paguen las familias, y son precisamente las que tienen rentas más bajas, las que más han sufrido este criterio. Mientras que en el curso pasado pagaban una cuota de 83 euros, que correspondía únicamente al comedor, al volver en septiembre, estas mismas personas se han visto obligas a pagar 133 euros al mes. Es decir, 50 euros más. Esta subida tan impresionante, junto con el aumento del paro, está haciendo que muchos niños y niñas se vean privados de un derecho tan elemental como es la educación, porque gobiernos como el de la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid invierten más en obras, olimpiadas y noches de Museo, que en los ciudadanos del futuro.