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El PP ordena a sus dirigentes suavizar los ataques a Bildu

Fuentes: Boltxe

La convicción de que las elecciones generales del próximo noviembre van a significar un triunfo absoluto para el PP, más la temblorosa situación económica que atraviesa medio mundo y el hecho de que el «terrorismo» ha pasado al lugar 10 entre las «preocupaciones» de los españoles, han provocado no pocas reuniones internas en la sede […]

La convicción de que las elecciones generales del próximo noviembre van a significar un triunfo absoluto para el PP, más la temblorosa situación económica que atraviesa medio mundo y el hecho de que el «terrorismo» ha pasado al lugar 10 entre las «preocupaciones» de los españoles, han provocado no pocas reuniones internas en la sede del partido neo franquista, para analizar la estrategia a seguir en estos tres meses cruciales que quedan hasta la fecha en que se abran las urnas, esperando que ETA pudiera emitir un presunto comunicado anunciando su disolución, hecho que podría darse incluso mucho después de la jornada electoral.

Los signos externos de esta sutil medida por parte del PP son claros. El fascista Basagoiti no ha dudado en pronunciarse subliminalmente acerca de que «Mayor Oreja podría actuar con mano izquierda en el caso Bildu», lo que deja claro el mensaje: «Menos ataques a la izquierda abertzale para capitalizar un posible anuncio del abandono de las armas por parte de ETA».

El PNV anda medio histérico presionando a Bildu para que, a su vez, la coalición exija a la organización armada que anuncie su definitiva renuncia a la violencia, en una clara súplica ante la más que segura probabilidad de que el PP llegue a gobernar a partir del 2012.

La hipocresía de los dirigentes del partido nacionalista es más que notoria: la exigencia no es para que se callen las armas, sino PARA QUE SEA EL PSOE el que pudiera recuperar el terreno electoral perdido merced a una noticia de tal calado, que sería primera plana en todos los diarios del mundo.

No se trata pues de que se detenga la violencia, sino de que se haga aunque Zapatero pueda seguir rebajando salarios, permitiendo el despido libre, congelando pensiones y despidiendo a funcionarios. El PNV quiere al partido de ZP, aunque en Euskadi le haya puesto los cuernos con la novia neofranquista.

¿Qué solución darle a tan controvertido tema? En Génova lo tienen claro. El PP debe ahora dar un mensaje de serenidad y firmeza ante el electorado, sabiendo que sus expectativas de triunfo son altas. No pueden mostrarse débiles ante el panorama que heredan de sus hermanos de leche (de muy mala leche, por cierto) aunque la situación sea delicada, y dado que los temas que más interesan al personal son el paro, la vivienda, los salarios y las privatizaciones, dejarán de lado los ataques a Bildu, mientras rezan a dos santos diferentes para que les ayude.

A Santa Rita, para que el ansiado anuncio de ETA se produzca durante el mandato de PP, y a San Pascual Bailón para que tal comunicado no tenga lugar antes del 20 de noviembre.

En cualquiera de los dos casos, es más que seguro que el Papanazi Malvenido XVI habrá recibido muchas llamadas, incluidas las del Espíritu Santo, para que cuando llegue a España, jaleado por sus miles de monaguillos onanistas y vírgenes anticondón, amén de otros tantos psicópatas que ven girar al Sol y curarse gratis a los enfermos en el supermercado Lourdes, haga un guiño a ETA en el nombre del Señor. ¿Hay apuestas?

Fuente: http://boltxe.info/?p=36514