Más privatizaciones y venta del patrimonio público para que salgan las cuentas. Pagaremos más y recibiremos menos: más impuestos por menos servicios.
El equipo de Gallardón nos presenta la previsión de ingresos y gastos del Ayuntamiento de Madrid para el año que viene como si se tratase de un milagro. «Menos presupuestos, más servicios», afirman sin rubor en su presentación. Haciendo caso omiso de sus propias cuentas nos tratan de convencer de que los impuestos municipales no suben, niegan los recortes en los servicios que se seguirán prestando con «absoluta normalidad», nos dicen que la deuda no es para tanto y que la venta de patrimonio público para que salgan las cuentas no es un expolio sino en realidad una gestión muy moderna.
Pero los milagros no existen y todo eso no es más que palabrería hueca para tratar de ocultar que las cuentas de 2012 son el presupuesto de la deuda. Si hace unos meses el Gobierno del PSOE, con el apoyo del PP, reformó la Constitución para decretar que a partir de ahora la prioridad absoluta del gasto público es el pago de la deuda, de la misma forma, en el presupuesto municipal de 2012, la prioridad absoluta no es satisfacer las necesidades de los vecinos sino el pago a los bancos. Uno de cada cuatro euros (1.010 millones de euros de 4.600) irá directamente a sus arcas. El 22,7% del presupuesto se destina a sufragar los gastos financieros. Esto es el triple que en 2008 cuanto era el 7%, es lo que condiciona todo el presupuesto y es la losa que lo mantendrá asfixiado durante los próximos 30 años.
Para hacernos una idea de lo que supone el peso de la deuda, a 31 de diciembre de 2010 (2011 aún no ha sido liquidado), cada habitante de la ciudad de Madrid debíamos 2.083 euros a los bancos y 605 a los proveedores. Es decir, cada vecino debíamos 2.688 euros, mientras la deuda media per capita en los Ayuntamientos de todo el Estado era de 800 euros.
Gallardón y todo su equipo culpan a la crisis y a Zapatero (que no les ha dejado endeudarse más) de la situación cercana a la quiebra económica del Ayuntamiento. Pero lo cierto es que ha sido su política faraónica y antisocial (grandes obras -sobre todo M-30, Operación Río, Palacio de Cibeles y Olimpiadas- aumento de altos cargos, aumento brutal de los impuestos…) la causante del crecimiento de una deuda descomunal que hoy impide que haya inversiones, reduce el empleo municipal, los servicios y el dinero de las Juntas de Distrito.
Si los créditos que ha fagocitado el Ayuntamiento se hubiesen utilizado en acabar con el tremendo déficit social que padecen la mayoría de los barrios de Madrid, podríamos decir que al menos, en ese hipotético caso, la deuda hubiera servido para mejorar la situación de los vecinos. Pero no es el caso.
El presupuesto, contando los gastos financieros, aumenta en un 2,5% comparándolo con el de 2011. Pero ese incremento se debe exclusivamente al peso de la deuda. Mientras el pago de intereses respecto al año anterior sube un 76,7% y el pago de la deuda se dispara un 232,7%, todo lo demás se ve reducido. Los gastos de personal retroceden un 0,78% (un 7,52% desde 2008); En bienes y servicios un 13,5% (un 17,88% desde 2008); Y las inversiones un 20,19% (un 72% desde 2008).
El presupuesto del Ayuntamiento, sin gastos financieros, se reduce un 6,26% acumulando una reducción del 21,92% desde 2008.
GASTOS
La deuda sepulta la inversión
Gallardón, en la campaña electoral de las últimas elecciones municipales, prometió crear 150.000 puestos de trabajo. Pero lo cierto es que, en la presentación del presupuesto de 2012, presumen de haber amortizado 1.850 plazas dotadas económicamente (fijos) y se han eliminado otros 3.000 puestos de trabajo no dotados presupuestariamente (eventuales).
También afirman que su objetivo prioritario es la lucha contra el desempleo pero se recorta el dinero destinado a la Agencia de Empleo en un 3,37% respecto a 2011 con un descenso acumulado desde 2008 del 31%. Una vez más el equipo del PP demuestra para quién gobierna pues mientras recorta los recursos destinados a ayudar a los trabajadores en paro aumenta los destinados a los empresarios. Madrid Emprende (los llamados «Viveros de empresas») incrementa su dotación en un 40%. Hasta el momento, su política de subvencionar a los empresarios para que éstos creen empleo ha fracasado tal y como testimonian los 230.000 parados que hay en la ciudad y los 5.000 puestos de trabajo municipales menos que hay desde 2008.
Entre los gastos destaca lo que sucede con el gasto social. A Familia y Servicios Sociales, que es la concejalía estrella del gasto social, se destinan 232 millones de euros, lo que demuestra, según los responsables, «su compromiso con la atención social». Pues bien, al pago de la deuda se destinan cuatro veces más. Los Servicios Sociales ni siquiera llegan al 5% del presupuesto total. Incluso aceptando las cifras que da el propio Ayuntamiento de que el gasto social total es de 486 millones de euros, eso representa el 10% del presupuesto total. Pocos ayuntamientos encontraremos en todo el Estado que destinen tan poco, proporcionalmente, a la «atención social».
Un solo ejemplo: El Ayuntamiento se ufana de que 50.000 personas de más de 65 años cuentan con ayuda a domicilio, pero eso no cubre más que al 8% de esa población cuando, según los datos que ofrece «Madrid Salud», en «el 20% de los hogares con alguien de más de 65 años hay algún miembro que necesita dedicación especial por tener alguna limitación».
En el gasto de bienes y servicios los recortes han tenido un efecto en el empleo de las empresas contratistas y ya se notan en las calles como es el caso de la limpieza viaria. Como novedad nos presentan un modelo de gestión denominado «Madrid Ciudad Inteligente» que consistirá en concentrar en pocas empresas los contratos, que serán de larga duración, de la mayoría de los servicios. La justificación es que, a largo plazo, se podrán ahorrar hasta 100 millones de euros. Pero esto no tiene nada de novedoso. Es simplemente reforzar el control de las grades empresas y condenar a las pequeñas empresas al papel de subcontratristas. De esta forma se aleja aún más la posibilidad de ejercer un control democrático sobre la calidad de los servicios y se dificulta su necesaria remunicipalización.
La brutal reducción de las inversiones supone su práctica desaparición. Si en 2008 se invertían 803 millones de euros, para 2012 serán 224 que se destinarán básicamente a la finalización de las obras empezadas en ejercicios anteriores. Tras dos años en los que no ha habido un sólo euro para nuevos equipamientos sociales, en 2012 se anuncian tan sólo tres. Un Centro de Mayores, un polideportivo y una Escuela infantil. Y al menos en el último caso es con trampa pues la Escuela infantil de Butarque (Villaverde) ya estaba prevista y presupuestada en el Plan de Inversiones de su distrito. En el capítulo de gastos sigue manteniéndose el apartado de arrendamientos con 46,66 millones de euros que es un dispendio que se inició con este alcalde.
INGRESOS
Más y más impuestos
El capítulo de los ingresos también viene condicionado por el peso de la deuda. El descenso radical de los ingresos que el Ayuntamiento obtenía a través del auge inmobiliario sumado al aumento tremendo del pago de la deuda coloca a sus responsables en una posición de búsqueda desesperada de ingresos que, desde su punto de vista, sólo pueden venir de los propios vecinos y de la venta del patrimonio municipal.
La brutal subida de impuestos municipales en toda la era Gallardón contradice el discurso favorito de la derecha de que ellos no los suben. Los impuestos directos (principalmente el IBI) han pasado de suponer el 27% de los ingresos totales en 2008 a un 39% en 2012.
El IBI es la principal vía recaudatoria del Ayuntamiento de Madrid y ya experimentó una subida media del 129% entre 2003-2011. Pero sobre ese abuso se va a sumar una nueva subida media del 74% durante los próximos diez años, con un incremento anual medio del 7,4%. Esto puede suponer que una vivienda tipo de 75 m2 y que pagaba 100 euros en 2003 termine pagando más de 600 en 2021. ¡Menos mal que la derecha no sube los impuestos!
Este hecho también desmiente la afirmación interesada de los responsables municipales de que los (impuestos) tipos se congelan para 2012. El IBI sube como consecuencia de la actualización del valor catastral (precisamente cuando el precio de las viviendas está cayendo) y el mantenimiento del mismo tipo impositivo que actualmente es del 0,581. El Ayuntamiento tiene en su mano reducir el tipo para que el recibo resultante del IBI que paga el vecino sea el mismo, se congele. De hecho hasta 2008 el tipo impositivo general del IBI era el 0,512. Pero el Ayuntamiento ha preferido mantenerlo para recaudar más. De esta forma, somos los vecinos los que soportaremos la mayor parte del ajuste a través de un impuesto no progresivo, y por lo tanto injusto, como es el IBI. Curiosamente el Ayuntamiento tiene previsto recaudar por este concepto una cantidad muy similar al gasto de la deuda (1.118 millones de euros).
Lo mismo ocurre con el impuesto de plusvalías municipales sobre el valor del suelo urbano, el que se paga, por ejemplo, cuando se hereda una vivienda. Su recaudación subirá un 14% gracias a que la elevación del valor patrimonial prácticamente elimina la subvención del 95% pues pocas viviendas quedarán por debajo del valor mínimo establecido para acceder a ella. Al pasar a tener una deducción sólo del 60% del impuesto, muchas vecinos se verán afectados por un incremento real que puede llegar en algunos casos al 900%. Lo más sangrante es que este impuesto lo tienen que pagar hasta aquellos a los que el banco se quede con su vivienda cuando no pueden hacer frente a la hipoteca.
Por el contrario, el presupuesto sigue mimando a los empresarios a los que les otorga una nueva reducción del IAE con lo que les regala 5,8 millones de euros.
Venta patrimonio
Pero como a pesar de todo las cuentas no cuadran el equipo de Gallardón prevé una serie de ingresos extra que no están garantizados. Se malvende el patrimonio municipal acumulado durante décadas para tratar de equilibrar el presupuesto. En 2005 se cedió la red de saneamiento y agua potable y en 2011 la red de agua regenerada. Esto ha supuesto la cesión de estas infraestructuras por 50 años. Por la última el Ayuntamiento recibió 94,5 millones en 2011 y recibirá otro tanto en 2012, que se sumarán a los que supuestamente se obtendrán de la venta de acciones del Canal de Isabel II (245 millones), del ahorro por la cesión de la explotación del Metro (159 millones) y de la venta de parcelas y edificios municipales (134,4 millones). En total suman más de 600 millones, que debido a la situación económica podrían ser muchos menos, y que, sobre todo, hacen que el patrimonio público madrileño se vea más reducido aún, abriendo las puertas de par en par a la privatización del agua, el tranporte y otros servicios.
Las Juntas Municipales de Distrito siguen perdiendo dinero
Las JJMM gestionarán un 6,24% menos que en 2011, lo que supone un 10% menos que en 2008. El porcentaje de las JJMM respecto al gasto total del Ayuntamiento pasa del 12,40% al 11,33% con lo que la gestión es cada vez más centralista. Tan sólo 1 euro de cada 10 se gasta en los distritos. Desaparecen en todas las juntas los programas de Inmigración, Promoción de la Igualdad, Atención social a las mujeres, Empleo y Conciliación Laboral, y Juventud, dejando claro cuáles no son las prioridades del PP. También desaparecen del gasto municipal las ayudas para becas de comedor, quedando reducidas a unas cuantas que se darán en casos de emergencia a criterio del concejal de turno. Se sustituye un criterio objetivo por una dádiva.
Y no desaparecen pero sufren una fuerte reducción las actividades culturales, las actividades extraescolares y las subvenciones a la participación ciudadana.
Las inversiones se reducen a la mínima expresión quedándose en 20 millones de los 525 de que dispondrán las JJMM. No llega ni al 4% del total. En realidad, en la mayoría de los casos, se limitan a pequeños fondos para llevar a cabo reformas en colegios, instalaciones deportivas o edificios municipales.
Más centralismo
En resumen, los vecinos pagaremos más impuestos a cambio de recibir menos servicios y de peor calidad. Se vende patrimonio público y la gestión es cada día más centralista. El presupuesto de 2012 no es una buena noticia para los barrios olvidados pues lo seguiremos siendo salvo para cobrarnos impuestos, tasas y multas.
Fuente: Distrito 19 /diciembre 2011. Nº 147. www.distrito19.org