El tribunal de la Audiencia Nacional va quedando en evidencia. No parece que tenga intención de permitir a los procesados del macrojuicio 18/98 asisitir a las sesiones desde sus lugares de origen y por medio de vídeo conferencia, para evitar los desplazamientos desde Euskalherria a Madrid con su consiguiente costo económico, así como el riesgo […]
El tribunal de la Audiencia Nacional va quedando en evidencia. No parece que tenga intención de permitir a los procesados del macrojuicio 18/98 asisitir a las sesiones desde sus lugares de origen y por medio de vídeo conferencia, para evitar los desplazamientos desde Euskalherria a Madrid con su consiguiente costo económico, así como el riesgo de accidentes. Sin embargo, sí se estudia la posibilidad para el caso KIO.
Según trascendió esta tarde el presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia, Javier Gómez Bermúdez, estaría barajando la posibilidad de que lo acusados en el citado caso por corrupción y una vez declaren, puedan seguir la vista oral desde una sala del Tribunal Superior de Justicia de Barcelona para evitar sus desplazamientos a Madrid.
La diferencia entre el proceso 18/98 y el de KIO es que en el primer caso los procesados son vascos y en el caso KIO se trata de empresarios corruptos (presuntamente) y otras profesiones liberales: Javier de la Rosa, el ex consejero delegado del Grupo, Jorge Núñez Lasso de la Vega, el diplomático Manuel Prado y Colón de Carvajal y el ex director financiero de Torras Miguel Soler. Según la acusación particular, robaron 180.000 millones de euros (30.000 millones de pesetas).
En el caso 18/98, los jueces del tribunal de excepción español juzgan difícil que los procesados puedan asisitir a las sesiones desde las sedes judiciales de sus lugares de origen y por medio de vídeoconferencia. Utilizan como argumento el gran número de tomos que contiene la causa y la imposibilidad de trasladarlos al lugar donde se encuentran los encausados para exhibir los documentos cuando fuera necesario.
Tras el accidente que sufrieron esta mañana nueve de los ciudadanos vascos procesados en el caso 18/98, obligados semana tras semana a desplazarse a Madrid, la jueza les permitió ausentarse del juicio hasta la primera sesión después de Navidad. No tendrán que volver hasta el 9 de enero. Los procesados se habían decidido por desplazarse hasta Madrid en furgonetas alquiladas para aminorar los gastos que les está suponiendo el proceso.
Los accidentados, algunos con collarín cervical, fueron sometidos a examen por la médico forense de la Audiencia nacional. En su informe relató que la mayoría padece contracturas cervicales y dolencias lumbares, que precisan tratamiento con calor local, así como el suministro de relajantes y analgésicos, por lo que deben permanecer en reposo por un plazo de entre 48 a 72 horas por lo menos.