Los datos económicos más recientes apuntan a una «desaceleración algo más pronunciada» de la economía española al inicio de 2008, en un entorno en el que se están «intensificando las tensiones» en los mercados financieros internacionales, según indica el Banco de España en su último boletín económico. En un anexo, la institución ha vuelto a […]
Los datos económicos más recientes apuntan a una «desaceleración algo más pronunciada» de la economía española al inicio de 2008, en un entorno en el que se están «intensificando las tensiones» en los mercados financieros internacionales, según indica el Banco de España en su último boletín económico.
En un anexo, la institución ha vuelto a defender, como hiciera hace apenas una semana, la solvencia de las cajas y bancos españoles (¿se imaginan que dijeran lo contrario?), pero cada uno de los parámetros analizados son bastante peores de lo esperado.
En su análisis, la institución financiera hace referencia al empeoramiento de indicadores como el consumo privado, la confianza de los consumidores, que se encuentra en su nivel más bajo desde 1994, las matriculaciones de automóviles, la construcción o la inversión en bienes de equipo.
Respecto al empleo destaca el menor dinamismo detectado en el comienzo de este año, tendencia que continúa con la iniciada a finales de 2007, así como la moderación en el crecimiento del número de afiliados a la Seguridad Social.
Sobre el componente más dinámico de la demanda, la inversión en bienes de equipo, la entidad advierte que también «podría» estar moderándose aunque, en opinión de los empresarios, su evolución favorable a medio y largo plazo «continuará impulsando el proceso de inversión, aunque en menor medida que en años anteriores» dada la menor capacidad de crédito.
Sobre otro de los pilares del crecimiento español de los últimos años, la construcción, la institución que dirige Miguel Ángel Fernández Ordóñez destaca que el indicador de confianza de éste sector permanece estable a pesar de la caída en los visados, empleo y consumo de cemento, mientras que el correspondiente a los servicios se encuentra en mínimos históricos.