La llamada al orden del embajador de Israel al Gobierno parece haber hecho mella en el PSOE, que ayer, durante la reunión de preparación de las próximas movilizaciones, acudió con la representación con sus artistas a decir que era necesario «rebajar la tensión», por lo que presionaron para que no se celebrase la manifestación que […]
La llamada al orden del embajador de Israel al Gobierno parece haber hecho mella en el PSOE, que ayer, durante la reunión de preparación de las próximas movilizaciones, acudió con la representación con sus artistas a decir que era necesario «rebajar la tensión», por lo que presionaron para que no se celebrase la manifestación que había prevista para el sábado 17 entre Neptuno y Sol, y sustituirla por una concentración silenciosa sin ningún contenido político.
Con la oposición de organizaciones como el PCE, las presiones del PSOE y sus «artistas» tuvieron efecto y la manifestación fue finalmente descartada, convocando por el contrario la citada concentración.
Incluso a pesar de este cambio, y según ha podido saber laRepublica.es, la representante de «los artistas del PSOE» temían que la obligada concentración silenciosa, no lo fuera tanto, y los asistentes empezase a gritar contra el genocidio israelí, por lo que incluso se estarían planteando su participación.
Y es qeu el PSOE intenta congraciarse con Israel y la responsable de Política Internacional del PSOE, Elena Valenciano está trabajando para convencer al embajador de Israel en España, Rafael Shultz, de que su partido se considera amigo de ese país y de que la gira del ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, por Egipto y Siria tiene como objetivo que Hamás también respete el alto el fuego, ha dado ya algunos resultados.
Incluso EL PAÍS admitió el martes que el embajador de Israel sabe de primera mano que el PSOE, a través del responsable de Movimientos Sociales, Pedro Zerolo, trabajó intensamente para suavizar el manifiesto previo a la manifestación del domingo. Ésta fue promovida por todas las asociaciones y grupos sociales que nacieron en 2003 contra la guerra de Irak. Del manifiesto se eliminó la palabra «genocidio», que los convocantes atribuyen a Israel con respecto a los palestinos de Gaza. No pudo evitar, sin embargo, que la acusación apareciera en la pancarta de cabecera.
Por su parte, el coordinador general de Izquierda Unida, Cayo Lara, reclamó al Gobierno que se pida al embajador de Israel que abandone temporalmente España, medida que el Ejecutivo descarta porque le impediría desempeñar un papel de mediador. También reclamó a José Luis Rodríguez Zapatero que promueva dentro de la Unión Europea la decisión de suspender el acuerdo de asociación con Israel, que favorece los intereses económicos de este país.
Para Cayo Lara, la situación actual obedece a «los motivos estratégicos y económicos del lobby judío». «Es triste y lamentable que el pueblo de Israel en su conjunto aunque «una parte» no esté de acuerdo con las decisiones de su Gobierno, según matizó no recuerde aquel tiempo en el que toda la humanidad nos movimos en su favor para que no se produjera el exterminio del nazismo».