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El realizador francés Guédiguiran cierra la sección oficial de la Seminci

Fuentes: EFE

El realizador francés Robert Guédiguian, cerró hoy, con el filme «L’Armée du crime«, la sección oficial de la 54 Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci), que mañana conocerá el fallo del jurado presidido por Ettore Scola. Guédiguian, que en 2000 ya ganó la Espiga de Oro del Festival de Valladolid con «La ciudad está […]

El realizador francés Robert Guédiguian, cerró hoy, con el filme «L’Armée du crime«, la sección oficial de la 54 Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci), que mañana conocerá el fallo del jurado presidido por Ettore Scola.

Guédiguian, que en 2000 ya ganó la Espiga de Oro del Festival de Valladolid con «La ciudad está tranquila«, evoca ahora las acciones subversivas de un grupo de la resistencia, formado por extranjeros, que luchó en París contra la ocupación de las tropas alemanas durante la Segunda Guerra Mundial.

La película describe las acciones de esta agrupación formada por 22 hombres -entre ellos un español- que fueron fusilados en febrero de 1944, y una mujer, decapitada el 10 de mayo de ese año.

Con una estructura de milicia y siempre desde la clandestinidad, los miembros de este comando de la resistencia organizan atentados contra personas y puntos estratégicos de la ocupación, lo que acaba por llamar la atención de la Gestapo en colaboración, a su vez, con la policía francesa.

Todo ello en una ciudad como París, cuyas gentes conviven y se mezclan con las tropas alemanas y donde determinadas colectividades como comunistas y judíos son perseguidas, torturadas y deportadas a los campos de exterminio nazis. En una rueda de prensa tras la proyección, Guédiguian ha asegurado que con «L’Armée du crime» («El ejército del crimen») ha pretendido rescatar la labor que realizaron esos combatientes, que tenía la sensación de que «había caído en el olvido».

La cinta aborda aspectos como la influencia bolchevique en estos grupos, las ayudas recibidas de Gran Bretaña y la Unión Soviética, la división en Francia entre partidarios y detractores de la ocupación, y las diferencias en la resistencia sobre la mejor estrategia en la lucha contra las tropas nazis.

Entre los ejecutados había combatientes comunistas que lucharon en las Brigadas Internacionales durante la Guerra Civil española. También hoy se estrenó, aunque fuera de concurso, «Luna caliente«, el último trabajo de Vicente Aranda, ambientada en la España de 1970 -durante la celebración del denominado Proceso de Burgos- y que protagoniza Eduard Fernández, para dar vida a un hombre gris y sin motivaciones que, accidentalmente, se descubre a sí mismo.

Aranda (Barcelona, 1926) propone en «Luna caliente» un viaje interior, en la que los principales mensajes son el control de la mente humana y la variedad de personalidades que ésta puede contener. «De algún modo, detrás de un acto determinado siempre se produce una reconversión en dos personalidades: una de ellas un monstruo», ha explicado en una rueda de prensa el realizador barcelonés, uno de los trescientos intelectuales que durante la celebración del Proceso de Burgos se encerró en la abadía de Montserrat como protesta.

Más allá de la ambientación del filme y de su inspiración, ya que está basada en la novela del mismo título del argentino Mempo Giardinelli, Aranda se ha aferrado a sus referentes literarios -Dostoievsky y Stevenson- para materializar una película con la que pretende contribuir «a volver un poco más inteligente al público». «No podemos controlar la mente humana. Tenemos distintas personalidades. A mí me ha ocurrido con películas en las que he sido sensual, místico en algunas ocasiones y sensual en otras», ha puesto como ejemplo este realizador, que debutó en 1964 con «Brillante porvenir» y que a través de una veintena de largometrajes ha tocado el cine erótico, el fantástico, el histórico y el de raíz literaria.