Subir en exceso los requisitos para optar a las becas generales puede ser «explosivo», pues será más difícil conseguirlas y mantenerlas, y esto dejará a más estudiantes fuera de la educación, según el nuevo rector de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), Alejandro Tiana. En una entrevista con Efe, el rector defiende la […]
Subir en exceso los requisitos para optar a las becas generales puede ser «explosivo», pues será más difícil conseguirlas y mantenerlas, y esto dejará a más estudiantes fuera de la educación, según el nuevo rector de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), Alejandro Tiana.
En una entrevista con Efe, el rector defiende la universidad como «escuela de ciudadanía» y se muestra preocupado por la austeridad económica a ultranza, la «pérdida de calidad en la vida democrática» y el «desprestigio» de instituciones.
«No estoy de acuerdo -subraya sobre las becas- con el incremento de los niveles académicos de esa manera porque va en detrimento de la equidad (…) que se quiere promover con ellas, que es su sentido».
Cuando las becas de «carácter social», agrega, «se mezclan con las de excelencia» por la vía de incrementar los requisitos que se piden, esto perjudica la igualdad de oportunidades.
Parece «normal», admite, un requisito de un 5,5, pero cuanto más se incremente, «más se desliga» del principio de equidad.
El Ministerio de Educación anunció a últimos de junio que la nota de exención de tasas de matrícula del curso venidero se mantendrá en un 5,5, y se elevará al 6,5 para acceder a las becas generales universitarias, aunque está pendiente de aprobación por el Consejo de Ministros.
«Si todo va así -augura Tiana-, a medio plazo podría haber menos alumnos», aunque matiza que la proporción de becarios de la UNED es menor que en las universidades presenciales, y el impacto sería menor.
Preguntado por la subida de tasas de matrícula, constata que los alumnos se están inscribiéndose en menos créditos por el encarecimiento de las segundas y siguientes matrículas (repetidores).
«Algo muy importante para nosotros -explica- es qué va a suceder el curso próximo en alumnado y la cantidad de créditos matriculados», pues puede «determinar mucho» el futuro de la universidad.
El alumnado de la UNED (260.000 estudiantes) se estabilizó el curso pasado después de un aumento de 40.000 en cinco años, mayor al principio por algunos títulos nuevos y mayor dotación de plazas.
Sobre la «contención» de las tasas de matrícula, uno de sus compromisos, Tiana explica que se consigue «negociando» con Educación y pide una congelación o subida del IPC .
Explica que el impago de matrícula por dificultades económicas ha crecido en la UNED , donde se ha ido ampliando, en la medida de lo posible, el fondo social que atiende los casos tasados de quienes no pueden abonarla por problemas como enfermedad grave o paro prolongado.
Sobre la financiación, comenta que las transferencias que recibe la UNED del Ministerio, del que depende, han caído en los últimos años hasta ligeramente por debajo del 50 % de sus ingresos (antes el 60 %).
«El crecimiento de estudiantes -precisa- ha sido un contrapeso de ese descenso de las transferencias, y es lo que ha permitido que en este tiempo, que pudiera haber sido más difícil, la universidad haya podido prestar sus servicios».
Pero la imposibilidad de ampliar plantillas, incluso reponer las jubilaciones, matiza, hacen que ese alumnado sea atendido con los mismos medios o menos.
Tiana lo resume como un «cierto punto de equilibrio», sostenible si la financiación pública y el alumnado se mantienen parecidos y las plantillas no bajan drásticamente.
Preguntado por la sobrecualificación de los titulados y los que tienen que marchar al extranjero a trabajar, lo atribuye a la «insuficiencia» del sistema productivo español.
«Cuando se dice que es un derroche, que formamos más gente que la que necesitamos, me parece (…) un error», enfatiza.
Al contrario, hace falta apostar por la educación y la investigación, ya que los «recortes» en I+D+i están afectando «muchísimo» a las universidades.
«Si no es así -apostilla-, no vamos a aspirar a cambiar nuestro modelo productivo».
También reconoce que no tiene sentido ofrecer algunas titulaciones muy específicas en muchos lugares sin una masa crítica suficiente de alumnos.
Sobre el Espacio Europeo de Educación Superior, reconoce que los cambios de metodología docente y aprendizaje (grupos de alumnos más pequeños, seminarios) «no son fáciles ni inmediatos», menos con «recortes muy grandes».
En la UNED , «todavía estamos aprendiendo -comenta- porque el planteamiento de la evaluación continua no es igual en un sistema a distancia que presencial».
Preguntado por el futuro sistema de acceso universitario, Tiana duda sobre la objetividad de los criterios con que cada universidad pueda seleccionar a los alumnos.
Y en relación con el gobierno de las universidades, defiende que sea «participativo, de consulta» en la toma de decisiones, y cuestiona los modelos «piramidales» de elección de órganos ejecutivos.