La historia se repite. Dos años después de que una parte de la familia de Esperanza Aguirre se beneficiase de la recalificación de unos terrenos por los que pasa el AVE, sus parientes siguen en el punto de mira. Ahora son sus primos y tíos los que han visto crecer su patrimonio tras la venta […]
La historia se repite. Dos años después de que una parte de la familia de Esperanza Aguirre se beneficiase de la recalificación de unos terrenos por los que pasa el AVE, sus parientes siguen en el punto de mira. Ahora son sus primos y tíos los que han visto crecer su patrimonio tras la venta de parcelas incluidas dentro del Plan General de Ordenación Urbana de Tres Cantos (Madrid). En dos años han ganado más de 8 millones de euros (1.300 millones de pesetas).
«A todas luces esta operación es inmoral y falta de toda ética. La presidenta de la Comunidad de Madrid tiene como principal responsabilidad el asegurar vivienda asequible como principio constitucional y luchar contra la especulación del suelo. Llama la atención que la actuación de su familia vaya en la dirección contraria: elevar artificialmente el valor del suelo, hacer un buen negocio a costa del precio del mismo y del precio final de la vivienda». Miguel Aguado, portavoz del Grupo Municipal Socialista de Tres Cantos, considera que los familiares de Esperanza Aguirre han hecho buenos negocios en los momentos más oportunos.
«¿Qué pensarán los futuros compradores cuando sepan que una parte importante del precio que paguen habrá servido para el beneficio de la familia de Esperanza Aguirre», se pregunta Aguado. Desde mayo de 2000, se encarga del gobierno de Tres Cantos una coalición de derechas formada por Tres Cantos Unido y Partido Popular (TCU-PP). La alcaldesa, perteneciente a TCU, es María de la Poza.
Un clan con mucha suerte
Los familiares de Aguirre no han dado ni un solo paso en falso. Se trata de un clan con mucha suerte. Cada operación realizada con los terrenos de Tres Cantos se ha producido en el momentos más idóneo. Todos los datos sobre los movimientos de su patrimonio en están en poder del Grupo Socialista tricantino.
El 31 de mayo de 2001, el Pleno Municipal del Ayuntamiento de Tres Cantos adoptó un acuerdo para llevar a cabo un Plan General de Ordenación Urbana. Esta iniciativa pretendía actuar urbanísticamente en pro del crecimiento moderado de la ciudad. Es entonces, cuando el gobierno municipal decide que se actuará mediante el sistema de expropiación y gestión pública, y elige para ello el sector norte.
¿Información privilegiada?
Es también por estas fechas, concretamente el 22 de mayo del mismo año, cuando los tíos de Esperanza Aguirre, José y Javier Gil de Biedma y Vega de Seoane, y sus primos maternos adquieren la empresa Eland Construcciones SL. Curiosamente esta firma es propietaria de 23 fincas -en total 173.046 metros cuadrados de terreno- en el sector que iba a verse afectado por el PGOU. El precio de compra de ese suelo fue de 18,2 euros por metro cuadrado.
Resulta también significativo que días antes de que el Ayuntamiento de Tres Cantos decidiera llevar a cabo un proyecto urbanístico en una zona determinada, se compraran estas fincas.
En ese momento, Aguirre era presidenta del Senado.
Se autovenden los terrenos y ganan 2 millones de euros
Meses después de esta operación, el 17 de julio de 2001, los parientes de Aguirre constituyen una nueva empresa que compra e hipoteca los terrenos por un precio superior a su valor real. Esta operación, en la que los familiares de la presidenta se venden los terrenos a sí mismos, les supuso unos beneficios de 2.000.000 de euros (332 millones de pesetas). Según expertos consultados por elplural.com, con esta maniobra sólo se consigue «un incremento artificial del valor del suelo». Por estas fechas, sus terrenos tenían un valor cercano a los 30 euros por metro cuadrado, cuando primeramente lo compraron a 18,2 euros.
Los movimientos se paralizan
La actividad de estos empresarios, vinculados algunos de ellos a la presidenta de la Comunidad de Madrid, se mantiene en calma hasta el 17 de septiembre de 2003, días antes de las nuevas elecciones autonómicas provocadas por el caso Tamayo. Es este día en concreto cuando deciden disolver la sociedad y liquidar el patrimonio adjudicándolo a sus socios. No deja de sorprender esta venta precipitada cuando Esperanza Aguirre era candidata por segunda vez a la presidencia de la Comunidad de Madrid.
En estos momentos, los tíos y primos de Esperanza Aguirre «podrían conocer el pelotazo» que iba a significar la venta de sus terrenos, según relataron fuentes de máxima solvencia a elplural.com. «Por temor a un vuelco electoral en la Comunidad de Madrid, el PP se dio prisa para aprobar un PGOU en el que fuese difícil una gestión por parte de la Empresa Municipal del Suelo y la Vivienda. Si el PSOE ganaba perderían toda la posibilidad de aprobar un PGOU a su medida», añaden. Se abrían así las puertas a una gestión privada de los terrenos,opción que facilitaba nuevas maniobras especulativas.
Beneficios multiplicados por 5
Es el 16 de enero de 2004, cuando la familia de Esperanza Aguirre y sus socios deciden vender 17 de las 23 fincas de su propiedad. En total, venden 122.799 metros cuadrados por un precio de 11.428.196,96 euros (93,06 euros por metro cuadrado). En sólo cuatro años, los propietarios de las parcelas multiplicaron por cinco sus beneficios.
El enriquecimiento será mayor
A día de hoy, todavía quedan seis fincas en posesión de los familiares de la presidenta de la Comunidad de Madrid y sus socios. Hasta que no se apruebe el Plan Parcial que dé luz verde a las actuaciones urbanísticas, el precio de estas parcelas seguirá creciendo.