El Senado subrayó ayer al Gobierno que la solución al conflicto del Sahara Occidental «sólo puede pasar» por la «aceptación plena, por las partes» del derecho de libre determinación del pueblo saharaui, «sin presuponer (…) ningún derecho de soberanía marroquí» sobre el territorio mientras no se pronuncie el pueblo saharaui a través de un «referéndum […]
El Senado subrayó ayer al Gobierno que la solución al conflicto del Sahara Occidental «sólo puede pasar» por la «aceptación plena, por las partes» del derecho de libre determinación del pueblo saharaui, «sin presuponer (…) ningún derecho de soberanía marroquí» sobre el territorio mientras no se pronuncie el pueblo saharaui a través de un «referéndum libre y democrático», según publica Europa Press.
Así consta en una moción presentada por el PP aprobada hoy por unanimidad y a la que se añadió una enmienda del grupo de senadores nacionalistas vascos.
El texto insta al Ejecutivo a que defienda una «solución aceptada por las partes, definitiva y justa» al contencioso «en el marco de la legalidad internacional y el legítimo derecho del pueblo saharaui a su autodeterminación, de acuerdo con la Carta de las Naciones Unidas y las resoluciones del Consejo de Seguridad».
Asimismo, remarca que se incluya en la solución del conflicto el «fin del drama humanitario que vive el pueblo saharaui desde hace más de treinta años».
Durante el debate de la moción, el senador del Grupo Popular Josep Piqué denunció que la posición del presente Ejecutivo ha experimentado una «inflexión» que ha sido percibida por las partes como un «auténtico cambio» y le acusó de alinearse con Marruecos por haber saludado el plan de Rabat de autonomía para el Sahara como cauce para crear una nueva dinámica de diálogo entre las partes.
Piqué advirtió de que «no puede concederse una autonomía hasta que se resuelva el problema de la soberanía» por lo que, a su juicio, es «prerrequisito imprescindible que los saharauis decidan» entre la «integración» en Marruecos, ser una «autonomía» dentro del reino o «la independencia» a través de un referéndum.
El senador socialista José Castro aseguró que el Gobierno no ha cambiado de posición con respecto al Sahara pero sí la «forma de abordar el problema» en el sentido de que España «debe impulsar» una negociación entre las partes «sin condiciones previas». Asimismo, insistió en que la solución última debe ser «justa, aceptada por partes y respetuosa con el principio de autodeterminación».
También precisó que el Gobierno acoge «cualquier iniciativa que sirva para fomentar el diálogo» y recordó que el plan Baker del enviado especial para la ONU proponía para el Sahara cinco años de autonomía antes de la celebración del referéndum.
Castro justificó el voto de su grupo a favor de la moción del PP porque, dijo, busca apoyar una solución al conflicto, aunque matizó que el debate en el Senado, a su juicio, pretende «socavar» la política exterior del Gobierno.
Buscar el equilibrio
El senador del Grupo Nacionalista Vasco, Víctor Bravo, remarcó que el Gobierno no está obligado a «optar por Marruecos o Argelia» y le animó a que busque «un punto de equilibrio sin olvidar» que derecho «legítimo» del pueblo saharaui a la autodeterminación a través de un referéndum libre y democrático».
También consideró que las declaraciones de Zapatero en la pasada cumbre marroquí en las que defendió la propuesta marroquí de autonomía para la zona como «cauce» para un diálogo entre las partes y las más recientes de la secretaria de Relaciones Internacionales del PSOE, Elena Valenciano, en las que reconocía que una autonomía amplia para la zona podría ser una solución «significan reconocer» la soberanía marroquí del territorio.
El senador de la Entesa Catalana de Progrés, Lluís María de Puig, consideró que «se exagera cuando se quiere decir que ha habido un cambio» en la posición del Gobierno con respecto al Sahara y subrayó que todos los grupos están «de acuerdo en que urge una solución definitiva y justa», además de «respetuosa con el principio de autodeterminación» del pueblo saharaui.
Además, recordó que sin el acuerdo de los saharauis «no va a haber una ocupación y menos avalada por ONU» y calificó de «natural» que las «posiciones de partida» de Marruecos y el Frente Polisario «sean radicales».
El portavoz del grupo Mixto, Eduardo Cuenca Cañizares, advirtió un «giro peligroso de la diplomacia española» en lo que se refiere a este conflicto y consideró que el Ejecutivo usa al pueblo saharaui como «moneda de cambio» para mejorar las relaciones con Marruecos.
No obstante, pidió que el Senado votara los mismos puntos que votó recientemente el Congreso sobre el conflicto del Sahara para que el posicionamiento de las Cortes fuese el mismo.