¿Es como dice el presidente Petro, la mezcla de oro ilegal y cocaína lo que está matando a los colombianos? O ¿hay algo más de fondo, más estructural, que mueve el espiral del histórico sifón sangriento?
«Han muerto 7 policías hoy en San Luis, si este es el camino, todo lo que estoy hablando es carreta, porque en el oficio de matarnos los unos con los otros no tenemos posibilidades de pensar en el tren ni en la modernización de camiones ni pensar en la altillanura venezolana ni pensar en la altillanura colombiana ni en la Comunidad Andina. Nos enredamos en una especie de sifón de sangre del que no hemos podido salir en dos siglos” … Además aseguró que, “ la mezcla de oro ilegal con cocaína está matando a los colombianos y consideró que para las familias tengan un mejor vivir se requiere de un acompañamiento del Gobierno Nacional.” (1) https://www.bluradio.com/nacion/si-seguimos-en-guerra-todo-lo-que-hemos-propuesto-es-carreta-petro-tras-asesinato-de-policias-rg10
Así se expresó el presidente de Colombia Petro en el Quindío, antes de llegar a Neiva Huila, en donde en sus cercanías, este 2 de septiembre, fue emboscada una patrulla de la policía por un GAO, según la nomenclatura del ejército “Grupo Armado Organizado Ilegal”, todavía no no identificado completamente ( según el último discurso del presidente Petro alguna de las disidencias de las Farc) que reta violentamente la propuesta gobernante de la Paz Total.
Mortandad que se suma a los 40 policías muertos, uno a uno, al parecer dentro del “plan pistola” del denominado grupo narcoparamilitar “Clan del Golfo”, y a las 11 masacres que se han perpetrado desde cuando el presidente asumió el gobierno. Y que según la ONG Indepaz son 73 masacres en lo que va del año con 243 víctimas mortales. Todo un sifón sangriento de 200 años, como denomina el presidente al RECICLADO histórico conflicto social y armado de Colombia.
Como un sorprendente aporte a la “moda de la verdad en Colombia”, el tradicional y muy conocido grupo (des)informativo Caracol, el 30 de agosto pasado, finalmente ponía en blanco y negro TODA esta caótica realidad, largamente manipulada, fraccionada u ocultada por el oligopolio mediático (contrainsurgente) colombiano y que por su importancia me permito transcribir :
«…. Estos son los grupos armados ilegales reconocidos en Colombia.«
De origen guerrillero
Tras los diálogos de paz con las Farc, el grupo guerrillero que perdura hoy en Colombia es el ELN, que actualmente tiene cerca de 3.500 militantes. Desde su página web ha manifestado su intención de avanzar en los diálogos de paz con el gobierno de Gustavo Petro.
De origen narcoparamilitar
1-Las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (Llamado también Clan del Golfo), que en este momento, es el grupo armado más grande del país.
2-Los Pelusos (su origen está en la guerrilla del EPL, pero luego transformada en grupo narcotraficante y paramilitar)
3-Los Rastrojos
4-Los Caparros
5-Los Pachenca
6-Tren de Aragua
7-La Oficina De Envigado
8-Los Puntilleros
9-La Constru
10-Los Pachelly
11-Los Contadores
12-La Cordillera
13-Libertadores Del Nordeste
14-La Empresa
15-La Local
16-Los Shotas
17-Nuevo Bloque Costeño
18-Comandos de la Frontera
19-Los Paisas
20-La Oficina Caribe
Estos grupos narcoparamilitares suman cerca de 6.500 hombres.
Disidencias de las Farc
En este grupo están los exmilitantes de la guerrilla de las Farc que no se acogieron al proceso de paz o que se han vinculado tras la firma de los acuerdos.
Son cinco grandes grupos de las disidencias, cada una con sus propias estructuras y que actualmente son enemigas entre sí.
1.Segunda Marquetalia: tiene 13 estructuras. Nace con la decisión de ‘Iván Márquez’ de no someterse a los acuerdos de paz, a los que se le unieron ‘Jesús Santrich’, alias ‘El Paisa’ y alias ‘Romaña’. A la cabeza está ‘Márquez’, de quien se desconoce su actual estado de salud.2.Bloque suroriental, que estuvo al mando de Iván Mordisco, que tiene 19 estructuras, incluyendo el Comando coordinador de occidente, que a su vez está conformado por 9 estructuras. A este bloque pertenece 3. El Frente 33, que ha sido el responsable de los atentados a la Brigada 30 en Cúcuta y al expresidente Iván Duque, cuando se desplazaba en helicóptero en Norte de Santander. 4.El Frente Oliver Sinisterra, que opera en la costa de nariñense, y que está al mando de alias ‘Fabián’ también conocido como ‘El gringo’. 5.Guerrillas unidas del pacífico (costa pacífica sur)
Se estima que las disidencias de las Farc hoy agrupan cerca de 5.500 hombres.
En total, sumando todos los grupos armados, el gobierno de Gustavo Petro tendrá que armar un marco jurídico para someter a cerca de 15.000 hombres, que forman parte de 26 grupos con los que tendrían que firmar esa paz total con el gobierno” .(2)https://caracol.com.co/programa/2022/08/30/6am_hoy_por_hoy/1661866189_385840.html
Escalofriante ¿verdad? Como lo son la mayoría de noticias bárbaras, infames e inhumanas que conforman las cifras y datos de los dos siglos del sifón de sangre del conflicto colombiano, que no han podido sintetizar totalmente ni los mejores libros de historia colombiana, ni los dos tomos de la Violencia en Colombia de Monseñor Guzmán, Fals Borda y Umaña Luna publicado en 1962, ni su segunda versión actualizada para julio del 2022 en los recientes 10 tomos de la Comisión de la Verdad dirigida por el Cura de Roux.
O la franqueza “verdadera”, del dirigente de los latifundistas-ganaderos colombianos José Félix Lafauríe, quien junto con su esposa la senadora “anti-Mamerta” Cabal, el “intelectual orgánico” de las negritudes de Cartagena, y toda la plana de “periodistas libres e independientes” que adornan las páginas de la renacida revista Semana.com; quienes valientemente y, “motu proprio”, han asumido de hecho la oposición cerril al gobierno del Pacto Histórico, pero por sobre todo la restauración y recomposición del régimen, como pej, proponiendo abiertamente, sin el permiso de nadie, la creación de grupos de reacción solidaria (autodefensas privadas) para defender su sacrosanta propiedad privada sobre la ubérrimas tierras, que han sido despojadas solamente en los últimos 20 años de conflicto, a 8 millones de desplazados ( 3) https://www.semana.com/politica/articulo/ganaderos-de-reaccion-solidaria-la-propuesta-de-jose-felix-lafaurie-para-enfrentar-la-invasion-de-tierras/202204/
¿Como entender estos últimos acontecimientos en Colombia? ¿Es como dice el presidente Petro, la mezcla de oro ilegal y cocaína lo que está matando a los colombianos? O ¿hay algo más de fondo, más estructural, que mueve el espiral del histórico sifón sangriento?
El politólogo y columnista colombiano Carlos Meneses Reyes, el 01.09.22, escribe en un interesante articulo titulado “corresponde distinguir” (3) https://rebelion.org/corresponde-distingur/ lo siguiente: …. “Nuevamente el análisis político (no solo académico) resalta la solución definitiva de las otras expresiones del conflicto colombiano: el conflicto político, el conflicto económico y el conflicto ambiental-ecológico. Superadas esas categorías de conflictos se construye la Paz Total.
Es por esto que corresponde asumir la distinción entre el proceso del fin del conflicto armado interno en forma definitiva con todas las insurgencias, sin circunscribirlo a un demagogo utilitarismo de “proceso de paz”….
La aclaración de todo su artículo es muy pertinente y valiosa, sin embargo, leyéndolo me acordé de la célebre sentencia de Gramsci, cuando dice que una crisis de hegemonía se da cuando la Clase Dominante y Dirigente ha perdido su función básica de dirigir y solo le queda la función de dominar pero por la fuerza, la coacción y, analizando el escrito de Marx sobre Luis Bonaparte amplía el concepto así:
….En cierto punto de su vida histórica los grupos sociales se separan de sus partidos tradicionales, o sea, que los partidos tradicionales en aquella determinada forma organizativa, con aquellos determinados hombres que los constituyen, los representan y los dirigen, no son ya reconocidos como su expresión por su clase o fracción de clase. Cuando estas crisis tienen lugar, la situación inmediata se vuelve delicada y peligrosa porque el campo queda abierto a soluciones de fuerza, a la actividad de potencias oscuras representadas por los hombres providenciales o carismáticos. ¿Cómo se crean estas situaciones de oposición entre representantes y representados? ¿Qué del terreno de los partidos (organizaciones de partido en sentido estricto, campo electoral-parlamentario, organización periodística) se refleja en todo el organismo estatal, reforzando la posición relativa del poder de la burocracia (civil y militar), de la alta finanza, de la Iglesia y en general de todos los organismos relativamente independientes de las fluctuaciones de la opinión pública?
En cada país el proceso es distinto, si bien el contenido es el mismo. Y el contenido es la crisis de hegemonía de la clase dirigente, que se produce ya sea porque la clase dirigente ha fracasado en alguna gran empresa política para la que ha solicitado o impuesto con la fuerza el consenso de las grandes masas (como la guerra) o porque vastas masas (especialmente de campesinos, de pequeño-burgueses a intelectuales) han pasado de golpe de la pasividad política a una cierta actividad y plantean reivindicaciones que en su conjunto no orgánico constituyen una revolución. Se habla de «crisis de autoridad», y esto precisamente es la crisis de hegemonía o crisis del Estado en su conjunto.
La crisis crea situaciones inmediatas peligrosas porque los diversos estratos de la población no poseen la misma capacidad de orientarse rápidamente y de reorganizarse con el mismo ritmo. La clase tradicional dirigente, que tiene un numeroso personal adiestrado, cambia hombres y programas y reabsorbe el control que se le estaba escapando con una celeridad mayor que la que poseen las bases subalternas. Hace incluso sacrificios, se expone a un futuro oscuro con promesas demagógicas, pero conserva el poder, lo refuerza por el momento y se sirve de él para aniquilar al adversario y dispersar a su personal de dirección, que no puede ser muy numeroso ni muy adiestrado. El hecho de que las tropas de muchos partidos pasen a colocarse bajo la bandera de un partido único que mejor represente y resuma las necesidades de toda la clase es un fenómeno orgánico y normal, aunque su ritmo sea rapidísimo y casi fulminante en comparación con tiempos tranquilos: representa la fusión de todo un grupo social bajo una dirección única considerada la única capaz de resolver un problema dominante existencial y de alejar un peligro mortal. Cuando la crisis no encuentra esta solución orgánica, sino la del jefe carismático, significa que existe un equilibrio estático (cuyos factores pueden ser dispares, pero en el que prevalece la inmadurez de las fuerzas progresistas), que ningún grupo, ni el conservador ni el progresista, tiene la fuerza necesaria para la victoria y que incluso el grupo conservador tiene necesidad de un amo” (cfr. El 18 brumario de Luis Bonaparte).
Si al leer estas líneas volvemos los ojos hacia los vertiginosos acontecimientos en Colombia, podemos conjugar plenamente los tres 3 niveles (crisis económica, crisis política y crisis eco-ambiental mencionadas por el politólogo Meneses Reyes), donde una nueva hegemonía no aparece plenamente, no nace, y menos quien pueda conducirla o llevarla hacia el futuro: Con lo que se aporta una nueva incertidumbre a la crisis de la magnitud de la que está viviendo la sociedad colombiana, que no puede ser obviada o soslayada culpando desde la presidencia de la república al oro y la cocaína; mercancías fundamentales de exportación de la economía transnacionalizada y dependiente colombiana, sino que por el contrario, demuestra claramente su magnitud al comprometer al Estado en su conjunto, y entonces, estaríamos en presencia de una “Crisis Orgánica”, con todo que ello significa.
Recordemos la advertencia de Gramsci sobre el gran error que conllevaba el ignorar o no valorar correctamente la constitución del Estado moderno actual : (Estado = hegemonía revestida de coerción.). Si el pueblo trabajador colombiano (y el conjunto de clases y estratos que conforman esta categoría Gramsciana ) junto con la Movilización Social anti-hegemonía dominante, ya NO aceptan sumisamente la dirección (dirigencia) de la clase dominante tradicional, y a esta clase no le queda más que la fuerza bruta, hay que pesar seriamente en otras soluciones que impliquen la conformación de una nueva hegemonía nacional popular, es decir, una nueva Constitución como finalización del complejo proceso constituyente popular y democrático colombiano, abortado tantas veces cuantos procesos fallidos de paz se han dado a lo largo de la historia; dejando abierta la necesidad histórico-política de dotar al país de una nueva Constitución Política amplia democrática que, respetando los aportes positivos de la Constitución del 91 vigente, supere sus aspectos negativos como son el neo-liberalismo Gavirista, la burocratización excesiva y sobre todo, la Contrainsurgencia que ha contribuido en estos 31 años de vigencia al “sifón sangriento de dos siglos”, que lamenta el presidente. .
Tampoco, la Movilización Social por más descabezada o apabullada que esté, puede sentarse a esperar a que el reconocido cuadro del Santismo que funge de Ministro del Interior Alfonso Prada, la convoque según sus intereses en la denominada “reforma tributaria” que el gobierno del Pacto Histórico ha propuesto como medida de choque para recaudar los dineros necesarios con los que pretende superar la ruina en la que dejó al país el anterior gobierno de Duque- Uribe. ( 4) https://www.eltiempo.com/politica/gobierno/prada-pide-movilizacion-popular-para-aprobar-reforma-tributaria-699074
Con esto: Hágame caso. La lucha de clases ( así no lo queramos, o intentemos maquillarla, o negar) seguirá existiendo como realidad objetiva que mueve las sociedades. Y por esta razón, tal y como planteé en el 2001 durante la Comisión de Personalidades en el proceso de paz Pastrana- Farc del Caguán, una vez más, queda planteada la necesidad de continuar levantando como fin de la Solución Política al enredado y reciclado conflicto interno colombiano y a la crisis de hegemonía por la que atraviesa la sociedad colombiana, que son expresiones de la lucha de las clases; llevar hasta el final (y sin desfallecer) el Proceso Popular Constituyente que concluya estableciendo una nueva correlación de fuerzas dentro del Estado, es decir en un nuevo “consenso” democrático amplio y democrático, o hegemonía popular nacional, muy distinto de los enjuagues y los pactos en las alturas (pej Uribe Vélez-Petro. Gaviria-Petro, etc) o, los pactos de gobernanza que realiza en el Parlamento el senador Roy. Hágame caso, hombre, que no es tan difícil como plantea J M Santos.
Fuente Imagen internet :https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-62775417