Edgar Borges (Caracas, 1966) es autor de novelas, relatos, crónicas y obras de teatro. La literatura de Edgar Borges, que según el propio escritor «observa los detalles invisibles que acompañan lo cotidiano», ha originado diversos estudios. La publicación de sus libros ha despertado la atención de importantes intelectuales. Edita desde 1992 en América Latina y […]
Edgar Borges (Caracas, 1966) es autor de novelas, relatos, crónicas y obras de teatro. La literatura de Edgar Borges, que según el propio escritor «observa los detalles invisibles que acompañan lo cotidiano», ha originado diversos estudios. La publicación de sus libros ha despertado la atención de importantes intelectuales. Edita desde 1992 en América Latina y Europa. Colabora en importantes medios.
– Félix Duarte: Entrando en materia… como pensando en voz alta…desde la sombra que proyecta el obsesivo tema de la crisis, que oscurece este presente y desdibuja el futuro… ¿Qué le sugiere la realidad en que estamos…?
– Edgar Borges: Pues que es, efectivamente, una crisis profunda y su duración será muy larga, pero fue provocada. Como suele hacer el poder, en este caso el poder global, nos sembró un discurso y una actuación que después se convirtió en realidad. Uno se pregunta, ¿por qué los grandes medios, que pertenecen a los mismos que administran las finanzas del mundo, marcaron la hoja de ruta de la crisis antes de que estallara? ¿Es posible que si esta crisis no estuviera dirigida esos medios fueran a repetir segundo a segundo que se acerca el caos económico, a riesgo de perjudicar la rentabilidad del poder?….
– FD: Compartiendo que fue provocada surge la pregunta… ¿Cuál habría sido el objetivo desde su punto de vista?
– EB: Para mí es claro que fue así. Esta crisis se ha sembrado con la finalidad de desmontar el sistema que el mismo capitalismo colapsó y así construir un nuevo funcionamiento de explotación aún mayor. La gran amenaza de esta crisis es la propuesta que la industria mediática le está vendiendo al mundo: el subempleo y la subalimentación son las máximas aspiraciones que podemos tener. Algo así como que «resígnate con lo que hay porque no hay más». Y resulta que eso es falso, los recursos del planeta están ahí secuestrados, con mayor voracidad y puntería, por los clanes de siempre. Para algo les han dejado a los pueblos el consecutivo desarrollo de la industria del entretenimiento, sobre todo en el campo de las telecomunicaciones. ¿Por qué si aumenta la crisis también aumenta la consecutiva fabricación de nuevos dispositivos de tecnología?
– FD: Su pregunta Edgar sitúa el diálogo en algo que es por demás evidente… algo así como el «boom» de la tecnología en ese campo… ¿Por qué se da ese avance?
– EB: Porque detrás del escenario de la gran farsa el poder parece decir: «Jueguen a comunicarse con el ruido de la palabrería mientras nosotros les administramos la vida». El capitalismo se está dando el lujo de mutar ante nuestros ojos. El capitalismo está derrumbando su funcionamiento clásico, que ha colapsado por la misma voracidad de la bestia, para levantar una forma de dominio absoluta y superior. Dependerá de nosotros si nos quedamos defendiendo un subempleo y una subcomida, o reinterpretamos los acontecimientos de cara a poner en práctica una ofensiva social acorde a la actual mutación del capitalismo.
– FD: Veamos este otro tema -aunque creo relacionado con lo que veníamos hablando- que es el llamado «Calentamiento global», que estudiosos como Leonardo Boff lo ubican en relación a la propia sobrevivencia del planeta… ¿Usted qué opina al respecto?
– EB: Opino que es correcto ese concepto previo a la pregunta. Es parte de la crisis y en relación directa. Diría que el clan que maneja los hilos del mundo está enfermo de ambición. En el proceso de mutación que está poniendo en práctica se pueden llevar por el medio al mismísimo planeta. La diatriba es humanidad o capitalismo. No obstante, para responder, con eficacia y urgencia, hay que actualizar los procedimientos. El factor de dominio del capitalismo está basado en el individuo. Es en la fragmentación del uno donde nos han robado el todo. El individuo es un aliado del sistema y él no lo sabe.
– FD: Si capto bien el hilo de sus dichos… que el individuo-masa no tenga claro eso… ¿eso evita que la gente enfrente organizada a la despiadada estampida del sistema…?
– EB: Correcto… he ahí el dilema. Existe un adoctrinamiento sociocultural que enseña el todos contra todos. Los pueblos, con la enseñanza diaria de los medios, han degenerado en el gran ejército defensor de la salvajada capitalista. El sistema se da el lujo hasta de administrar las formas de respuesta y lucha. Hoy habría que preguntarse qué es el sistema. El sistema es el funcionamiento de un todo que incluye ofensiva y defensa, pregunta y respuesta. La única manera posible de enfrentarlo de manera puntual y real es diseñando un nuevo modelo y una forma de desmontar el actual. Y, para mí, eso comienza en el individuo. Sólo en la liberación del individuo será posible el declive del sistema. Lo que ocurre es que el único que puede liberar al individuo es él mismo.
– FD: En la reciente XVII Conferencia de la ONU, en Durban, en ese tema del calentamiento atmosférico que un camino sería impulsar las fuentes de energías limpias, estando citada ahí en primer lugar la energía nuclear…
– EB: El clan que administra el sistema le vendió al mundo un camino, un guión, un destino, como si no hubiese alternativas posibles, como si el modelo de ellos fuera parte de un plan divino. El camino es el desarrollismo, el camino es el consumo, lo macro, la energía nuclear, la plasticidad, lo desechable, lo efímero. Pero resulta que la posibilidad de equilibrio que tiene la humanidad está en otro camino: la naturaleza. ..
– FD: Deduzco de sus palabras que el nuclear no sería un camino acertado si de energía que no incida en el calentamiento global se trata…
– EB: Esta demostrado que no lo es. La única respuesta posible que yo conozco es la vuelta a casa, el retorno a la identificación con la madre tierra. Nos robaron el tiempo y el espacio y nos pusieron a correr una veloz carrera. Y por ese rumbo sólo vamos directo al abismo de la no historia. Es necesario un plan político y social que tenga la suficiente capacidad de observación y análisis como para comprender lo que está ocurriendo, dar un alto y con proyecto en mano regresar a casa. En un plan sociopolítico que incluya el respeto al ser en coherencia con el todo (la naturaleza) estará la respuesta.
– FD: Además ocurrido el tsunami en Japón, Fukushima es uno de los casos que, en este pasado inmediato -un año y poco- expuso con más crudeza el riesgo que implica la energía nuclear para la humanidad.
– EB: Japón ha representado el experimento más inhumano del abominable concepto de sociedad capitalista. Prisa, productividad y competencia al servicio de la nada (que también equivale al servicio de unos intereses ajenos).
– FD: Sin desconocer un sistemático -y no casual- ocultamiento, por los grandes medios, de los efectos en Fukushima… sin olvidar el fabuloso negocio que implican construcción y mantenimiento de esos enclaves atómicos ¿Qué puede esperar el mundo de tanta locura?
– EB: El mundo no puede esperar nada sano de una ambición enferma que ya no tiene marcha atrás. El alto lo tiene que dar cada uno de nosotros, en su acción íntima y cotidiana. Puede parecer que para esto no hay tiempo, pero yo creo que la única forma posible y sostenible de cambio radica en el individuo. Nos hemos pasado toda la historia dejando a los políticos y a los grandes empresarios el diseño de los hechos. ¿Y nosotros? ¿Dónde está la responsabilidad de ese uno que no se siente parte del todo? Las cuentas de la responsabilidad no cuadran. Falta algo y ese algo es uno. La historia nos está pidiendo participación. O este será el siglo donde unos pocos acaben con todos o será el siglo donde todos construyamos el todo.
– FD: A esta altura parecería que el actual sistema se extiende por el planeta se torna más visible una parte -para nada pequeña- de la raza humana que va quedando al costado de la vida. Los millones del paro, los que crisis y tecnologías expulsan, seres que llegan al mundo y no tendrán manera de capacitarse y legiones sin tener siquiera capacidad de sobrevivir… ¿Qué opina sobre eso…?
– EB: Estoy de acuerdo. Pienso que la parte que resista y forme la ofensiva será la que origine el contrapeso crítico. De hecho ya está ocurriendo. Y eso lo saben los clanes del sistema, de ahí que se la pongan bien difícil a los hacedores del pensamiento crítico. El sistema capitalista subsidia la estupidez y multa la inteligencia. La tecnología en sí misma, como todo en la vida, no es ni mala ni buena. Sin embargo, en la utilización de las llamadas «nuevas tecnologías» se basa la progresiva colonización del planeta. En el alto grado de estupidez que se está viendo envuelta la sociedad mundial nos están inoculando la derrota. A través de las llamadas «nuevas tecnologías» nos están educando para la idiotez. ¿Cómo movilizar a una masa que ha desvalorizado la palabra, el pensamiento y la existencia? Creo que la respuesta la podemos comenzar a dar cuando dejemos de ser masa y ruido.
– FD: Usted dijo al inicio….»La gran amenaza de esta crisis es la propuesta que la industria mediática le está vendiendo al mundo» y en esa propuesta las guerras -con el peligro atómico- como política de expansión… ¿no vendría a ser casi una obsesión compulsiva hacia el hara kiri de la raza humana?
– EB: Yo tengo mis dudas de que esa supuesta amenaza atómica no sea otra cosa que un chantaje parido desde el seno de quienes tienen las principales armas nucleares. (Estados Unidos). Las intervenciones armadas de hoy tienen como fin sembrar el caos interno (tanto en lo individual como en lo geográfico). Ya no se invade para colonizar en términos clásicos. Hoy existen diversas formas de invasión de características más sofisticadas: la idiotización de las conciencias a nivel global; la quiebra de los estados, caso Europa y la siembra del caos, caso África y Medio Oriente. ¿Y América Latina? Pues, debemos ser capaces de diseñar ese otro modelo que equilibre la sociedad humana con la naturaleza.
– FD: Por estos días asoman críticas hacia movidas como los «Indignados» y una crítica está en que esas acciones sin una base ideológica y planteos de salidas se agota en sí mismos. Lo cual tiene mucho de razón. El punto vendría a ser… ¿Que ha pasado con las izquierdas en el mundo, con las fuerzas progresistas que desde sindicatos, partidos políticos y organizaciones sociales daban sentido y organización a las masas? ¿Dónde están?
– EB: Diría que se cayeron en la carrera. Así de simple. En la década de los 80 del siglo XX, el capitalismo diseñó un nuevo espacio-tiempo. Le cambiaron al mundo el escenario y la velocidad del reloj social. Todo formó parte de un cambio en el entramado. No se trata de un asunto real, desde el punto de vista de medición científica, puesto que la velocidad de la luz es la misma, más bien se trata de una invención vendida a través de los medios de comunicación. Las sociedades aprendieron una nueva lógica cultural: todo marcha más rápido, las necesidades cada día nos asfixian más la existencia, la violencia nos devora, el otro cada día es más monstruoso. La industria mediática nos fabrica la desconfianza en el otro, que en su intimidad padece los mismos miedos.
-FD: Algo así como que de repente andamos transitando por un mundo diferente…
– EB: Nos fabricaron una serie de condicionantes que nos desubicaron el espacio-tiempo tradicional que conocíamos. He ahí que ruedan todos los actores sociales, incluyendo sindicatos, grupos de izquierdas, las familias y todo aquello que no forme parte de la dinámica de productividad fugaz. Por eso es que todos repetimos hasta el cansancio que el mundo es otro. El mundo no es otro aún, pues la evolución es un asunto muy lento (por más que el sistema nos imponga la prisa y el miedo como métodos de dominio), lo que es otro es el maquillaje de ese mundo.
-FD: Estos tiempos de crisis han reactivado textos marxistas. Estudiosos de Marx, Lenin, Trotsky reflotan escritos sobre cómo habían pensado la historia en aquellas bibliotecas y las coincidencias de la actual realidad pero ¿Dónde esta la levadura para que esa masa crezca?
-EB: La levadura está en la rebelión del individuo. Sólo un individuo rebelado para coordinar su existencia y su acción podrá hacer sostenible el nuevo sentido de vida en el planeta.
Félix Duarte. Jubilado del trabajo en la banca. «Aprendiz de periodista y escribidor», como el mismo se define. A un pasito de los 80, en ese pequeño hueco de la mochila que aún resta, sigue con la esperanza de que es posible otra sociedad…
Fuente: http://cultural.argenpress.info/2011/12/entrevista-con-edgar-borges-el-sistema.html