En 1887 Leonardo Torres Quevedo presentó la patente de su transbordador en Alemania, Suiza, Francia, Reino Unido, España, Estados Unidos, Austria e Italia. 20 años tuvieron que pasar hasta que el 30 de septiembre de 1907 se inaugurase el primer teleférico público para personas del mundo, el «Transbordador del Monte Ulía» de San Sebastián. Entre […]
En 1887 Leonardo Torres Quevedo presentó la patente de su transbordador en Alemania, Suiza, Francia, Reino Unido, España, Estados Unidos, Austria e Italia. 20 años tuvieron que pasar hasta que el 30 de septiembre de 1907 se inaugurase el primer teleférico público para personas del mundo, el «Transbordador del Monte Ulía» de San Sebastián.
Entre 1914 y 1916, ingenieros españoles, pertenecientes a una empresa española constituida en Canadá con capital español, siguiendo el proyecto español de Torres Quevedo y utilizando material fabricado en España, construyeron en Niágara, durante la Primera Guerra Mundial, el primer teleférico para personas de Norteamérica. El 8 de agosto de 1916 se inauguraba el «Niagara Spanish Aerocar» (el transbordador del Niágara), construido por su hijo Gonzalo. Desde entonces, ha venido funcionando ininterrumpidamente sin sufrir ni un solo accidente.
El 8 de agosto de 2016 se cumplirá el Centenario del «Niagara Spanish Aerocar» . Desde Amigos de la Cultura Científica creemos de justicia solicitar adhesiones para que la UNESCO conceda al transbordador torresquevediano la consideración de «Patrimonio Industrial de la Humanidad», como se argumenta en el sitio web dedicado a Leonardo Torres Quevedo (www.torresquevedo.org)
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