Con un debate en torno a su vigencia y a la necesidad de reivindicar su legado de avance para la humanidad, el Partido Comunista del Pueblo Canario (PCPC) conmemora hoy, en el Club Prensa de Las Palmas (18:00 horas), el triunfo de la Revolución Rusa de 1917. El acto […]
Con un debate en torno a su vigencia y a la necesidad de reivindicar su legado de avance para la humanidad, el Partido Comunista del Pueblo Canario (PCPC) conmemora hoy, en el Club Prensa de Las Palmas (18:00 horas), el triunfo de la Revolución Rusa de 1917.
El acto será conducido por la responsable insular de la organización, Paqui Sánchez, el secretario político del Partido en Canarias, Juan Rafael Lorenzo y por el secretario general del PCPE, Carmelo Suárez, quienes desglosarán los elementos que caracterizan la situación política internacional, las condiciones de vida de la clase obrera en el Estado Español, así como la estrategia del Partido para afrontar los retos planteados a partir de dichos elementos.
Como base para esta actividad y, como marco general de la conmemoración de la Revolución de octubre, el Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE) ha elaborado un documento en el que se destacan las coordenadas de la geopolítica internacional y se incide en aspectos como la guerra imperialista convertida en norma de las relaciones entre países obedeciendo sólo a los intereses de los oligopolios que sustentan la tasa de ganancia del capitalismo (la desintegración de Yugoslavia, Afganistán o Irak son sólo algunos ejemplos).
Asimismo, el texto, publicado bajo el epígrafe «La Revolución sigue siendo la cuestión principal» (*), hace ver la existencia de un terrorismo de estado (genocidio contra el pueblo palestino) y una represión (intentos de magnicidio, golpes de estado, apoyo a grupos contrarrevolucionarios, persecución de sindicalistas, etc.) generalizados que tienen ver con el instinto de supervivencia de un sistema que se sabe herido de muerte.
Los medios de comunicación son otro de los puntos neurálgicos del análisis del PCPE sobre todo, teniendo en cuenta que la libertad de expresión en el capitalismo es sinónimo de manipulación interesada de los hechos noticiables y de encasillamiento de las mayorías en el rol de simples receptores-consumidores de sus mensajes. Espejo de esa manipulación es el retrato que se hace del fenómeno migratorio, exento de relación alguna con las políticas coloniales y neocoloniales que se aplican en continentes como África, Asia o la mayor parte de América Latina.
Condiciones de vida y alternativas
En una aproximación sobre el terreno, «La Revolución sigue siendo la cuestión principal» radiografía las condiciones de vida de los trabajadores y trabajadoras del Estado Español.
El documento resalta que ellos y ellas, como parte de la clase obrera y el resto de capas trabajadoras del mundo, son sometidos a niveles crecientes de explotación y exclusión social.
Así, el retroceso más que evidente de los derechos sociales contribuye al empeoramiento del desarrollo vital de los pueblos del estado que se ve, además multiplicado por la privatización progresiva de sectores básicos como la sanidad, la educación o las pensiones y la especulación de la vivienda.
En este mismo orden, se llama la atención sobre los cientos de miles de familias trabajadoras que soportan pésimas condiciones laborales (si no el desempleo) y que ven cómo aumenta el coste de productos de primera necesidad, mientras se estancan o retroceden sus salarios. No hay que olvidar aquí que, mientras a las mayorías se les sustraen los espacios para la confrontación y el debate político la tasa de temporalidad reconocida en España alcanza el 33,3% y que el salario del 61% de los jóvenes trabajadores no llega a los 800 € mensuales.
Sin embargo, todo esto no es observado desde una atalaya meramente contemplativa y, en este apartado, el texto del PCPE llama la atención sobre el cambio de correlación de fuerzas operado en América Latina. Los avances revolucionarios en Venezuela, Bolivia o Ecuador; las aspiraciones antiimperialistas de Nicaragua, Brasil, Uruguay o Argentina; el repunte de la lucha popular en la mayor parte de países y la resistencia de la insurgencia colombiana -con las FARC-EP a la cabeza- suponen un claro obstáculo a las aspiraciones estadounidenses en lo que siempre ha considerado su «patio trasero». Mientras, la heroica Revolución Cubana, China, Corea del Norte, Laos y Vietnam resisten las ofensivas imperialistas.
En los propios Estados Unidos y en los países de la Unión Europea se desarrollan importantes movilizaciones antiimperialistas (contra la guerra y por la paz, contra la Constitución Europea, movimiento antiglobalización, etc.) y se extienden las luchas obreras, jugando un papel cada vez más importante el movimiento de trabajadores inmigrantes que clama por sus derechos laborales, sociales y políticos.
El caso cubano y el Estado Español
En este escenario -señala el documento-, Cuba continúa siendo ejemplo para todos los revolucionarios y revolucionarias del mundo. La defensa de su soberanía e independencia, de las conquistas revolucionarias y del socialismo por parte del pueblo cubano, de las
organizaciones de masas y de su vanguardia política (el Partido Comunista de Cuba), más aún desde el triunfo contrarrevolucionario en el este de Europa, son para nosotros y nosotras un referente indispensable por defender una política de principios combinada con la flexibilidad táctica necesaria para afrontar las embestidas del más poderoso enemigo que haya conocido la humanidad hasta nuestros días: el imperialismo estadounidense.
Pero, si algo debemos destacar del ejemplo cubano es que representa las líneas de continuidad entre los procesos revolucionarios y las experiencias de construcción socialista en el siglo XX y las grandes luchas y avances antiimperialistas a lo largo de los primeros años del siglo XXI. De hecho, otros serían los derroteros seguidos por algunos de los procesos emergentes sin la asistencia y la experiencia acumulada por la Revolución Cubana.
Partiendo de ella, el Partido Comunista de los Pueblos de España plantea como estrategia que el combate contra el reformismo y el oportunismo es una exigencia práctica de la lucha de clases, tanto a escala internacional como en la lucha revolucionaria en la España de nuestros días y afirma que la organización trabaja por la recomposición, fortalecimiento y cohesión del movimiento comunista internacional, que debe jugar un papel esencial y actuar con voz propia para levantar un Frente Mundial Antiimperialista capaz de aglutinar a todos aquellos movimientos democráticos y populares dispuestos e interesados en enfrentar la barbarie imperialista y en avanzar hacia la construcción del socialismo.
Como nota final cabe destacar que el documento que servirá hoy de referencia a la conmemoración en Canarias de la gesta histórica de 1917 apunta, en sus líneas iniciales, que la revolución sigue siendo la cuestión principal para los y las comunistas, que el triunfo bolchevique, lejos de ser una fecha más en el calendario, sigue ligado a los retos actuales de la lucha de clases y que, tras 16 años de la desaparición de la Unión Soviética y del resto de países socialistas europeos, la opción entre «socialismo o barbarie» es, ahora, un imperativo para la humanidad.
(*) Texto completo en www.pcpe.es