Hablar de la crisis del proyecto europeo parece hoy un lugar común. Pero recordar su pujanza como sistema imperialista en busca de recursos no parece estar en demasiadas agendas. Como tampoco recordar sus discriminaciones xenófobas o la actividad de la derecha radical en su seno. A diferencia de otros, nosotros será ahí donde miremos. La […]
Hablar de la crisis del proyecto europeo parece hoy un lugar común. Pero recordar su pujanza como sistema imperialista en busca de recursos no parece estar en demasiadas agendas. Como tampoco recordar sus discriminaciones xenófobas o la actividad de la derecha radical en su seno. A diferencia de otros, nosotros será ahí donde miremos.
La Unión Europea parece vivir una paradoja. Sus habitantes desconfían de las instituciones comunitarias, la extrema derecha avanza en todas las elecciones, aumentan las desigualdades sociales y el racismo y la tensión entre centro y periferia se agrava. Periodistas, analistas políticos y economistas especulan con la ruptura de la eurozona, la salida del euro e incluso de la UE como solución a la crisis de deuda. Pero por otra parte, la UE ha superado las peores tensiones de la eurozona, su divisa es estable y el conjunto del sistema manifiesta una impresionante capacidad de atracción y extensión: en 2011 Estonia adopta su moneda; en 2013 Croacia firma su adhesión como miembro de pleno derecho mientras el resto de países balcánicos espera seguir su rumbo; en 2014 es Letonia quien adopta el euro… y la propia Ucrania, históricamente en la zona de influencia rusa, se desgarra a causa de la capacidad de atracción de la UE.
¿Qué está sucediendo? ¿Cómo es posible que la UE parezca desintegrarse socialmente al tiempo que amplía sus fronteras geográficas y gana estados miembro? Mejor aún, ¿pueden esos dos fenómenos -desintegración y extensión- ser reales a un mismo tiempo? Porque, más allá de la virginal referencia a los «valores europeos» y a su supuesta «ciudadanía», ¿qué es y en pos de qué actúa la UE?
Con este libro, hemos intentado acercarnos a la respuesta estudiando el comportamiento de la Unión como bloque geopolítico, sus prácticas internas en materia de inmigración y la estructura y organización de la derecha radical en sus diferentes estados. Si buscaban un panegírico sobre los «valores europeos», no es este lugar. Aquí nos centraremos en diseccionar el comportamiento de la Unión, su esencia, su jerarquía de intereses. Y con qué nos encontramos? El subtítulo lo avanza: imperialismo, xenofobia y derecha radical. La Unión Europea como proyecto imperialista de espaldas a su pueblo: el último europeo.