M: ¿Chile es un país sin memoria?
A: Existen fuerzas muy poderosas capitaneadas por el Estado conservador y oligárquico chileno desde su fundación en regla que se le llama Estado Portaleano por Diego Portales que fue un ministro plenipotenciario que sentó las bases de este Estado conservador chileno, desde entonces por acá en 1930; desde entonces, salvo los vaivenes históricos que son conocidos, Chile cuenta con fuerzas reaccionarias muy fuertes que persiguen tanto la desmemoria del campo popular del movimiento social, popular y político chileno, como la invención de una memoria propia de las clases dominantes a lo largo de la historia de la República de Chile que tiene lo mismo que ustedes un poco más de doscientos años.
M: Andrés, hace tres años se decía ‘no son treinta pesos, son treinta años’.
A: Sí, no eran treinta pesos, eran treinta años y ahora vamos para los treinta y uno, treinta y dos años ya de gobiernos que autoproclamados de izquierda o de derecha, siguen manteniendo el modelo capitalista neoliberal inaugurado por la dictadura cívico militar de Augusto Pinochet y su grupo de Chicago Boys, como se le llamó en ese entonces por la Escuela de Chicago dirigida por Milton Friedman, una escuela que era marginal en ese entonces, pero que hizo su experimento, su laboratorio ultra liberal en inmejorables condiciones, estábamos en una dictadura a punta de fusil e impuso su programa privatizador de desposesión y explotador que se mantuvo después de terminada la dictadura y comenzado los gobiernos civiles en los años noventa, hasta el día de hoy, más allá que podamos denominar al régimen económico chileno como una suerte de social liberalismo, es decir, de un liberalismo ultra, más un bono focalizado; para que se entienda mejor, es decir, en ningún caso se acerca a la socialdemocracia, por ejemplo, sino que es más bien es un liberalismo a ultranza con un estado subsidiario al capital, no del trabajo y más los ocasionales “bonos bonsai”, que le llamamos acá por lo insignificantes que son y que no sirven para activar económicamente nada, sino que básicamente son para que la gente no termine muriéndose de hambre en la calle, simplemente.
M: Andrés, después del rechazo al referéndum constitucional, ¿podemos dar por clausurado el espíritu de la revuelta y el ciclo político de movilizaciones e impugnación que se abrió en el 2011?
A: Es difícil hablar de ciclos políticos porque pareciera o daría la impresión de que existe una suerte de destino de la historia, de predeterminación, de círculo digamos, de una suerte de eterno retorno, que en realidad en el devenir histórico lo que se advierte es simplemente, es un proceso, una transición frecuente, un proceso constante; lo que sí es que va adoptando nuevas formas.
Si bien los protagonistas desde el 2006, desde el 2011, fueron los estudiantes, la juventud popular, las juventudes contentas, la juventud trabajadora incluso, la que fue manifestándose, fue la que empezó a hacerse camino, en esta suerte de taza de leche ideal para la acumulación y reproducción del capital. En esta ocasión se están armando las condiciones económicas, sociales y políticas, incluso culturales, para que tal vez la próxima expresión de lucha de clases más bien tenga un contenido de clases trabajadoras, y lo digo por el carácter que está adoptando la crisis económica mundial en Chile.
La manera en la que el gobierno chileno ha adoptado, ha intentado detener infructuosamente, los efectos de la crisis capitalista mundial, han sido retardatarios y no han tenido ninguna consecuencia positiva para la reactivación de la economía. Estamos hablando de que Chile hoy está prácticamente en una recesión técnica y más que una recesión, la próxima en el 2023 de acuerdo al Fondo Monetario Internacional, de acuerdo al Banco Mundial los índices de pobreza (de acuerdo al Banco Mundial en este caso) hablan de que el próximo año vamos a tener un 10,5 de la población bajo el nivel de pobreza que no se veía hace muchos años.
El desempleo si bien no ha aumentado de manera significativa, sí se ha precarizado de manera sustantiva. Algunas políticas que ha llevado adelante el gobierno, por ejemplo, a través del Banco Central que es elevar la tasa monetaria, es decir, hacer más caro el dinero que los bancos manejan en forma de crédito, ha llegado hasta un 11,25 %, esto significa que es una tasa de política monetaria para provocar una recesión porque no van a haber pymes ni mipymes, ni siquiera empresas de tonelaje que acudan a un banco a solicitar préstamos productivos porque están tremendamente caros, todo esto en nombre, claro está, de destruir la inflación que ya supera el 10 %, que auguran que puede terminar en este 2022 en un 15 %, alrededor de un 15 %; lo que provoca, lo que intensifica todavía más la precarización de las condiciones laborales, por eso digo que puede variar el rostro de la lucha de clases y de este nuevo periodo abierto en el 2006 y el 2011, que tenía rostro de estudiante preferencialmente, pero que de pronto puede ir adquiriendo rostro de clase trabajadora abiertamente.
Estos días, nada más, acaba de quebrar una constructora gigante en Chile que ha dejado en la calle a 2.500 trabajadores directamente, tú sabes que detrás de un obrero de la construcción hay, por lo menos, no solo una familia, sino alrededor de diez empleos asociados en torno a una obra que se está ejecutando, y a 2.500 trabajadores, además, que tienen que ver con los proveedores de esta misma obra, los proveedores de insumos y de empresas subcontratadas que también van a sufrir la caída de esta constructora. Por otra parte, el 25 de octubre, la Unión Portuaria que agrupa a todas las organizaciones sindicales de los trabajadores de los puertos de Chile (Chile es un país evidentemente portuario), anunció un paro desde el 26 de octubre porque una famosa Ley de Pesca no ha sido tratada, el gobierno y el Congreso le ha hecho el quite a tratar las demandas de los trabajadores portuarios, a tal punto que decidieron irse a paro. Fueron 23 los puertos nacionales que estuvieron paralizados, lo que implica alrededor de 7.000 los trabajadores en huelga.
Quizá no haya revuelta social entonces la próxima vez, quizá lo que haya sea un paro general y no por demandas abstractas y diversas, sino por cuestiones ligadas inmediatamente a la seguridad laboral y al aumento general del salario porque es la clase trabajadora y su nervio más organizado que van quedando en Chile los que están siendo afectados duramente por la crisis mundial y por la ausencia de políticas pro empleo de calidad, pro empleo seguro.
Estamos hablando de un Chile donde existe un retraso del salario, es decir, ha caído el salario de acuerdo al Instituto Nacional de Estadísticas, ha caído el salario en promedio a lo que llevamos del 2022 alrededor de un 3 %, es decir, toda negociación colectiva que lleven adelante fuerzas gremiales o fuerzas sindicales, tiene que ser inmediatamente sobre ese 3 % más el IPC o la inflación proyectada; de hecho, los trabajadores públicos del Estado dieron a conocer, los empleados fiscales que exigirán un reajuste al gobierno de un 12 % de los salarios, un 12 % y estamos hablando que el presidente de la Asociación Nacional de Empleados Fiscales de Chile (la NEF) es un militante del Partido Socialista, es del gobierno digamos, pero él está representando a los trabajadores fiscales en este papel y ya señaló en conferencia de prensa que exigirán un 12 %, en un momento en el que el gobierno está tratando, a ver, el pilar de dónde va a sacar los recursos el gobierno es su famosa Reforma Tributaria, que era una reforma tributaria que comenzó muy rimbombantemente con el llamado “impuesto a los súper ricos”, como se negocia con la derecha.
Como el gobierno negocia con la derecha y negocia con los grandes empresariados, con los grandes grupos económicos de Chile, se fue descafeinando repentinamente esa rimbombante reforma tributaria que estaría costeada por los súper ricos y hoy día aparece una famélica reforma tributaria que no va a poder ni siquiera alcanzar los ajustes a un modelo de Administradora de Fondo de Pensiones que en términos estructurales se va a mantener tal cual desde sus orígenes, estamos hablando más de 40 años de AFP, de AFP de capitalización individual donde ni siquiera está combinado con el sistema de reparto (como ocurre en la mayor parte del mundo) sino que es pura y duramente capitalización individual y mercado de capitales para los grandes grupos económicos, que lo ocupan de respaldo para realizar sus negocios, es decir, los fondos de los trabajadores sirven de respaldo para los negocios de los grandes grupos económicos.
Y a todo esto, hay que agregar que (como si fuera poco, como si no bastara), la canciller del gobierno de Boric, la señora Antonia Urrejola informó, anunció que el TPP, el TPP 11 (el Tratado de Asociación Transpacífico) que es totalmente antisocial y antipopular por innumerables causas, en una vuelta de carnero, el gobierno que había sido crítico, Boric mismo había sido crítico desde años atrás de este Tratado Transpacífico, que incluso mantuvo esas críticas hasta hace pocos días atrás, a través de la canciller dijo que el TPP se firma antes de fin de año, que el gobierno lo firma, lo rubrica sí o sí, con cartas bilaterales o sin cartas bilaterales.
Cartas bilaterales se trataron para ganar tiempo en un momento ante un Senado reaccionario que votó, que aprobó el TPP y por tanto faltaba solamente la rúbrica del Ejecutivo, dijo “pues bien, vamos a enviar una carta a cada uno de los países que están involucrados en el TPP, a cada uno de esos Estados, para saber si podemos sacar las partes más dañinas del propio Tratado y cuando nos lleguen todas esas cartas bilaterales, veremos qué hacemos, si aprobamos o no desde el Ejecutivo este Tratado”; sin embargo echó pie atrás esa promesa, hoy día y se firma sí o sí este Tratado antipopular y antisocial.
Así están las cosas acá en Chile y es un día muy preciso en el cual hemos tomado contacto Mario, porque hoy han pasado muchas cosas, como te puedes dar cuenta, en materia de contingencia.
El Covid 19 fue lo que en realidad frenó al movimiento popular
M: Nuestro colega, Andrés Figueroa Cornejo, desde Santiago de Chile, al cumplirse tres años de la revuelta popular del 18 de octubre de 2019, en ese país donde quienes salieron a manifestarse lo hicieron animados no por una diligencia política y sindical como ocurrió a comienzos de los 80, sino por el arrojo de los estudiantes secundarios que representaron un hastío por una serie de motivos. Lo interesante que aquí nos plantea Andrés es esta irrupción del movimiento obrero, del movimiento sindical. Andrés, el Acuerdo por la paz social y la Constitución de noviembre de 2019 que de alguna manera se pergeñó a partir de esta lucha, a la que hice referencia, ¿logró sus objetivos?
A: Sí, logró sus objetivos, no por el nombre, por la paz social en el sentido de la paz de los cementerios, logró sus objetivos no por ella misma sino que de manera prácticamente inconsciente, ellos no sabían el 15 de noviembre de 2019 a casi un mes de comenzar la revuelta social de ese año, no tenían ni idea que en marzo iba a haber una pandemia mundial de COVID 19 que fue lo que en realidad detuvo, lo que frenó el movimiento popular que estaba en una situación ascendente muy dura, estamos hablando de por lo menos 34 personas asesinadas, estamos hablando de personas desaparecidas, estamos hablando de cientos de torturados y de más de doscientas personas que perdieron la visión parcialmente, amputaciones oculares debido a los proyectiles y a las municiones de policías y militares que salieron a las calles de manera tumultuosa a reprimir con todo lo que tenían, y como estaba el gobierno de Sebastián Piñera al borde de caer, crean este 15 de noviembre, este acuerdo entre gallos y medianoche, este acuerdo tras bambalinas, a espaldas pueblo, y a espaldas incluso de algunos sectores políticos que integran el Congreso como el Partido Comunista e incluso el propio Frente Amplio no estaba. Fue Boric solo, Gabriel Boric que era un diputado en ese momento quien es invitado personalmente a esta suerte de conspiración para salvar no solo a Sebastián Piñera, en el sentido de sostener su mandato hasta que termine de acuerdo al periodo constitucional, sino que además para salvar el sistema de partidos políticos, el régimen propio de la clase y casta política chilena, que es una sola cosa ya a esta altura, en general, no totalmente, pero en general es una sola cosa con los intereses de los grandes grupos económicos y en el caso del gobierno, y en particular de Gabriel Boric, está probadamente subordinado a la fracción que lidera Biden del Partido Demócrata de EE UU.
Así de específico, ni siquiera es a Washington en general, sino que es al guerrerismo de la fracción de Biden, sería la gloria que estuviera subordinado a la tendencia de Bernie Sanders, por ejemplo, del Partido Demócrata estadounidense, pero no, no es así, está con el sector más retardatario, más reaccionario que lidera el actual presidente de EE UU, y es el que dirige las fuerzas de la OTAN y todo el conflicto que tiene en ascuas a todo el mundo en Ucrania.
Ya estamos hablando de la posibilidad de las conflagraciones mundiales atómicas, es decir, es el espanto y el horror, bajo la de ese mandato presidencial de ese inquilino de la Casa Blanca, actualmente está subordinado el inquilino de La Moneda aquí en Santiago de Chile. Aunque te aseguro que los dinosaurios aquí en Chile van a desaparecer.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.