En ese país se evoca la terminación del conflicto armado, mediante el Acuerdo de Chapultepec entre el Gobierno de El Salvador y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN); tomando en referencia la Carta de fecha 27 de enero de 1992, dirigida al Secretario General, por el Representante Permanente de El Salvador ante las Naciones Unidas, remitiéndole en anexo el «Acuerdo de Paz», firmado en la Ciudad de México, entre el Gobierno de El Salvador y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, que contiene el conjunto de acuerdos políticos para terminar definitivamente el conflicto armado salvadoreño. Antes del Acuerdo se había promulgado una Reforma Constitucional, en el mes de abril de 1.991; por lo cual el Acuerdo fue constreñido a ese cuerpo normativo. Por tanto, la solución política fue así limitada. Esta situación la comprendió y asimiló el proceso de negociación política en Colombia, para el pretendido fin del conflicto armado con las antiguas farc-ep.
En El Salvador la guerrilla del FFMLN se desarmó, convirtiéndose en partido político; más no se dio una política de re inserción del conjunto de la guerrillerada, hacia el campo productivo, por ejemplo, como tampoco una consecución política definida para entrega de las armas. La guerrilla, en El Salvador, no entregó formalmente las armas, como en Colombia, que se hizo ante la ONU. En Colombia se definió lo de la entrega de armas y no solo silenciarlas o hacer dejación de ellas.Esto trajo como consecuencia, perdida de influencia en los sectores de control territorial que cómo fuerza insurgente mantenía y desconocimiento a lo acordado y la no implementación de lo Acordado, por parte del poder hegemónico oligárquico en el Estado.
La no implementación de los Acuerdos de La Habana, rompe con el principio de respetar lo pactado y acordado ( pacta sun servanda); trayendo ello consigo el regreso a las armas de la llamada Segunda Marquetalia; junto con sectores guerrilleros que no estuvieron de acuerdo con el manejo concesionista del Secretariado y que no continuaron con el proceso de des movilización y de reintegro a la sociedad y régimen constitucional colombiano. Resultado de lo anterior, es que en vez de unas farc, hoy en Colombia existen tres farc ( el tres en uno): la Segunda Marquetalia, las Nuevas farc y sectores de las farc, calificados de indiscutibles colaboradores con mafias del narcoparamilitarismo y el ejército.
Así pues, analistas de la situación colombiana estiman que las FARC-EP se dividieron en tres sectores: los liderados por Gentil Duarte, que nunca abandonaron la lucha armada. Los que volvieron a las armas por los incumplimientos, agrupados en la Segunda Marquetalia y un número nada despreciable de ex combatientes que hoy se dedican a lucrar del narcotráfico en alianzas con narco-paramilitares, que ya no utilizan ni reclaman la sigla FARC. Unas farc federalizadas, que son una “Torre de Babel”. Dentro de ellos opera un doloroso y sangriento proceso de selección interna y un desarrollo de la contradicción, entre las diferentes insurgencias colombianas, resultando prematuro acertar en qué concluirá.
EL SURGIR DE LAS MARAS.
Retomando el caso salvadoreño, al firmarse el “Acuerdo de Paz” regresaron muchos exiliados y desplazados, entre ellos incluidos centenar de antiguos pandilleros, quienes encontraron un caldo de cultivo en las grandes barriadas de la capital salvadoreña, sustentando el floreciente micro trafico de estupefacientes. Las mafias narcotraficantes cooptaron antiguos guerrilleros, sin orientación política, coludidos con miembros del ejercito, resultado de un proceso de intoxicación del movimiento popular y la carencia de una política de re inserción definitiva; por lo cual, muchos avivados, volvieron a utilizar las armas encaletadas, surgiendo el fenómeno de las llamadas MARAS. Los migrantes que regresaron de USA a El Salvador, fundaron las Maras. Pronto controlaron el negocio del micro trafico en las zonas barriales, ante el abandono estatal de una juventud sin oportunidades, sin educación, carentes de circunstancias y conveniencias de superación personal y un alto desempleo ocio y vagabundear. Las Maras no son resultado de concebir una nueva problemática o enfrentamiento político. Surgieron en realidad estando o existiendo el caldo de cultivo apropiado para la intensificación del conflicto social; con unas características sui generis que alarmó a la comunidad centroamericana. Registro, desde ya, que les fueron cerradas las fronteras a sujetos, que por sus característicos de presentación personal e identificación, pudieren ser maras; impidiéndoles ingresos en particular, a Nicaragua y Costa Rica.
Bajo una metodología de funcionalismo de sectas y fanatismo por tabús y fetiches, los Maras comenzaron por presentar un comportamiento de control de recursos financieros,mercados ilegales, prostitución y demás. Caracterizaron por aparecer-individualmente- con una imagen de distorsión de la realidad, para caer en un mundo o abismo del averno. Sus rostros y cuerpos, no dejan espacio libre tatuado. Se rapan la cabeza. No existen melenudos ni barbudos. Son una caracterización de marca, estigma y escoria. Todo para ser temidos y temibles. Optaron por un control de gobierno entre ellos. Utilizaron expresiones como de “revolucionarios” o “sureños”; pero sin ningún contenido de origen etimológico con esas palabras; aglutinándose en bloques como: Los M18, los MS14, o B18 o el Mara Salvatrucha. También aplican el uso de lenguajes; no propiamente como una característica de comunicación entre humanos, en armonía con lo sonoro y signos gráficos que podrían ser sus tatuajes; sino mas bien como el uso de jerigonzas, caracterizadas con expresiones de mal gusto, lenguaje complicado de entender, rodeados de comportamientos extraños, que para cualquier observador pudieren resultar ridículos.
Durante los últimos 20 años el fenómeno de los Maras ha desbordado en El Salvador. Aplicaron mecanismos irrelevantes y como tales, carentes de eficacia, sin importar el daño por el aumento del mal. Optaron por “negociar” con pandilleros para reducirles penas; para llegar a acuerdos de mermar las acciones delictivas y homicidas; todo bajo un contexto de desfigura de la realidad;sin entrar a incidir en las verdaderas causas profundas y de fondo: la desigualdad social y el estado abismal de pobreza,abandono; paralelo al aumento del conflicto social existente. Todo producto y/o resultado de un modelo económico neo liberal, de capitalismo salvaje, que desnaturalizan el carácter y función social del trabajo y creación de la riqueza. Así entendido, se han dado las condiciones para la llegada de un gobernante sin discurso, de racionamiento gubernamental incoherente; mas si con un proceder autoritario y dictatorial conocido con el nombre de Nayib Bukele.
DESCARTANDO UN ANALISIS POLITICO DE FONDO.
Sin lugar a detenerme sobre el mantenimiento y desarrollo de la paz interna en El salvador; una vez logrado el Acuerdo sobre el fin de la guerra civil salvadoreña. Sobre el paso de gobiernos dirigidos por el Frente de Liberación Nacional Farabundo Marti- FMLN y la incidencia del fenómeno social de Las Maras, durante sus Administraciones; destacando la presidencia de Salvador Sanchez Cerén, quien en el año de 1.972 se unió a la lucha del FMLN, siendo conocido como el comandante Leonel Gonzalez, miembro de la vanguardia revolucionaria y luchador incansable por la paz y la solución a los conflictos padecidos por el pueblo salvadoreño, durante décadas. Tampoco sobre los procesos penales que atañen a ex funcionarios y ex presidentes del FMLN, que llevó al poder a Funes en 2009 y a Sánchez Cerén en 2014, sufriendo una situación desastrosa y negativa en lo electoral, a raíz de los casos de corrupción vinculados principalmente con la administración de Funes; pesando sobre Fuenes y Cerén, orden de captura por delitos de corrupción y lavado de dinero… Pero a la vez, sin abordar las causa o los motivos por los cuales el actual presidente Nayib Bukele, enfrente al gobierno y senadores demócratas en USA, resumidos, como transcribo de medio periodístico internacional:
“La Lista Engel ( nombre tomado del ex senador Demócrata Eliot Engel- explico) acusa a la jefa del Gabinete del presidente salvadoreño Nayib Bukele, Carolina Recinos, de haber incurrido en una «corrupción significativa mediante la malversación de fondos públicos para beneficio personal» y asegura que también participó en un esquema de lavado de dinero. Además, acusa al actual asesor jurídico de Bukele, Conan Castro, porque «socavó los procesos o las instituciones democráticas al colaborar en la destitución inapropiada de cinco magistrados de la Corte Suprema y del fiscal general». También, señala al actual viceministro de Seguridad y director de Centros Penales, Osiris Luna, de «importantes actos de corrupción relacionados con contratos gubernamentales y sobornos» y al actual ministro de Trabajo, Rolando Castro, porque «obstruyó las investigaciones sobre corrupción y socavó los procesos o las instituciones democráticas con el fin de perjudicar a sus oponentes políticos». “Junto con otros empresarios y líderes políticos, aparece el actual magistrado del Tribunal Supremo Electoral, Luis Wellman, señalado de tabular resultados «para su beneficio personal» y «permitir la influencia maligna de los chinos durante las elecciones salvadoreñas». “Asimismo, incluye a los exfuncionarios de la Administración Bukele: Rogelio Rivas, separado del cargo de ministro de Seguridad a mediados de marzo 2021, y Pablo Anliker Infante, el exminmistro de Agricultura”.
Así las cosas el panorama político de El Salvador, explica la misé en scené ( la puesta en escena) del estafador y oportunista presidente Nayib Bukele y su cruzada justiciera contra las bandas pandilleras de Las Maras.
ACOGIENDO UN FUNDAMENTO DE CONFLICTO SOCIAL DE FONDO.
La afectación de las Maras no se circunscribe solo a la capital San Salvador; abarca todo el país y asoma un malestar generalizado. Se requiere de una solución e integración social autentica. Predomina una ausencia del Estado por desigualdad social y económica, con ausencia de servicios básicos. No existe solución, como tampoco politicas de prevención publicas; lo cual ahonda múltiples situaciones y ejemplos de conflicto social. Ante ese panorama, el presidente Nayib Bukele ha olvidado el mandato constitucional del uso de la fuerza armada estatal de un todo excepcional y cuando se hayan agotado múltiples medios ordinarios para su contención. Optó por las mediada de autoritarismo, decretando el estado de excepción y haciendo uso de ese instrumento en forma dictatorial, violando los derechos humanos elementales de la población y los detenidos; comenzando por desconocer y burlarse de los postulados del Derecho Internacional Humanitario y de los Derechos Humanos.Comenzó por golpear a la oposición a su gobierno, optando por la judicialización de la política. Enfocó y aplicó acciones autoritarias y de persecución contra los miembros del FMLN. Resultando ganador en la contienda electoral de las legislativas, asestó un duro golpe en lo institucional, destituyendo al Fiscal General de la República e interviniendo al Tribunal Constitucional, afectando su poder de decisión e independencia de las ramas del poder publico. So argumento de la lucha contra las pandillas de Las Maras, ha desdibujado el carácter de conflcito social que lo caracteriza e incurrido en la persecución política contra la poderosa fuerza oposicionista, como lo es el FMLN. Miles de ciudadanos y activistas han protestado frente a las sedes judiciales en el Salvador. Denuncian que Nayib Bukele, aspira a destruir todos los partidos políticos de oposición, consolidando una oligopolia de élite gobernante, que quiere aprovecharse económicamente de todos los recursos del Estado. De tal manera que se vive un oscuro ambiente político parecido al de la década de 1980, que lleva a analistas a plantearse un país «ante el peligro de regresar totalmente a aquella época que fue superada con mucho sacrificio».
Al declarar el Estado de Excepción,Bukele abolió las garantías constitucionales fundamentales, derogando principios como el de in dubio pro reo. En dos semanas de razia, que es un término usado para referirse a un ataque sorpresa contra un asentamiento enemigo, Bukele a encarcelado, sin formula de juicio, ha capturado algo más de 14.700 “pandilleros”. Los ha sometido a tratos inhumanos, hacinados en celdas,privándoles de alimentos, sitio de dormida y ropas, jactándose públicamente de ello.Utiliza la mediática de desinformar y falsear, publicitando dizque 9 de cada 10 salvadoreños le apoyan en sus crueles medidas. A los cuatro vientos pregona que en seis meses limpiara de pandillas a El salvador.
Un régimen que ve en los sectores mas pobres y olvidados de la población a un enemigo que se debe eliminar, humillar, postrar, solo demuestra la barbarie del primitivismo mas salvaje. Es tal el efecto de las medidas pretorianas asumidas por el dictador Bukele, que conlleva a ubicar a el Salvador en un país no civilizado, en el concierto de las naciones.
En la practica el presidente Bukele está engendrando un bloque de resistencia y de rebeldía popular en defensa de la población pobre, martirizada y perseguida; anunciándose crecientes protestas para el próximo 1o de Mayo.
Como corolario de lo anterior se deduce, que el electorado colombiano ha conocido y asimilado de la violación de los derechos humanos en el país; demostrado que no hay cabida para sucedáneos del militarismo y el Terrorismo de Estado.
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