Los docentes españoles se suman así al sector sanitario, que se moviliza en varias comunidades autónomas españolas, especialmente en Cataluña, donde las autoridades recortan servicios básicos para achicar el déficit público. Los profesores de Secundario de las Escuelas Públicas de Madrid y otros lugares de España llevaron a cabo ayer una huelga en rechazo a […]
Los docentes españoles se suman así al sector sanitario, que se moviliza en varias comunidades autónomas españolas, especialmente en Cataluña, donde las autoridades recortan servicios básicos para achicar el déficit público.
Los profesores de Secundario de las Escuelas Públicas de Madrid y otros lugares de España llevaron a cabo ayer una huelga en rechazo a los recortes en educación aplicados por los gobiernos regionales, en su mayoría del conservador Partido Popular (PP), para reducir el déficit público. Los docentes se suman así al sector sanitario, que también se está movilizando en varias comunidades autónomas españolas, especialmente en Cataluña, donde las autoridades están optando por recortar servicios públicos básicos como política de ajuste para hacer frente a la crisis económica y de deuda.
En la primera de las tres jornadas de huelga convocadas por el sector educativo en la capital española, los sindicatos aseguran que el acatamiento fue de casi el 80 por ciento, mientras el Ejecutivo madrileño lo ubica en un 43 por ciento, según la prensa española. Los docentes llevan varias semanas protestando con acciones concretas contra los recortes y en defensa de la enseñanza pública. En el caso de Madrid, que gobierna Esperanza Aguirre, del PP, el conflicto se originó por la decisión de aumentar el número de horas lectivas de los profesores que tienen cargos de funcionarios para así prescindir de los trabajadores interinos.
Fueron llamados a la huelga unos 19.000 profesores de secundaria en 320 escuelas de la comunidad de Madrid, lo que afectó a más de 230.000 estudiantes, que también se sumaron a la jornada de protesta con manifestaciones en las puertas de sus centros educativos. «La educación no es un gasto, es una inversión, No a los recortes» podía leerse en varias pancartas en las puertas de las escuelas. Las mismas consignas llevaba la marcha que recorrió el centro de la capital, que además coreaba «La enseñanza pública es una inversión de futuro». La manifestación partió pasadas las seis y media de la tarde de la plaza de Neptuno hacia la calle de Sevilla. Según los convocantes, unas 90.000 personas tomaron parte en las marchas.
El secretario general de la Federación de Regional de Enseñanza del sindicato Comisiones Obreras (CC.OO.) en Madrid, Francisco García, dijo en conferencia de prensa que «la jornada es todo un éxito». «El gobierno regional debe tomar nota y buscar un acuerdo», apuntó. También hubo protestas en Andalucía, Aragón, Baleares, Cantabria, Castilla-La Mancha, Castilla y León, País Vasco, Extremadura, Galicia, Madrid, Murcia y la ciudad autónoma de Melilla.
La medida de fuerza tiene lugar en precampaña electoral, lo que llevó a Esperanza Aguirre a sugerir que el candidato socialista a la presidencia del gobierno español, Alfredo Pérez Rubalcaba, podía estar «animando las protestas». Aguirre y su consejera de Educación, Lucía Figar, fueron abucheadas ayer al ingresar al colegio Fernando El Católico, donde se celebró el acto de apertura del ciclo lectivo ante la reina Sofía y el ministro de Educación, Angel Gabilondo.
La presidenta madrileña está en el ojo del huracán después de afirmar el lunes que la enseñanza no tiene por qué ser gratuita en todas sus fases, lo que levantó una ola de críticas. No obstante, el vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, aseguró ayer que su partido «garantiza la educación universal y gratuita».
Los ajustes en el sector público tienen lugar después de que Bruselas instara a España a adoptar medidas para controlar el déficit, especialmente el de los gobiernos regionales, en medio de la grave crisis de deuda que amenaza a los países de la periferia de la zona euro.
En ese sentido, el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, con el acuerdo de la oposición, sacó adelante en tiempo record una reforma constitucional que fija un límite al déficit del Estado y las comunidades, que fue rechazado masivamente en las calles.
Fuente original: http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-177225-2011-09-21.html