Querida y respetada alcaldesa Manuela Carmena, en los años 70 del siglo pasado fui un modesto miembro de la extinta Unión Militar Democrática (UMD), una organización clandestina de jóvenes militares demócratas que luchó con la palabra para facilitar el paso de una dictadura fascista a una democracia real, una democracia que muchos de nosotros deseábamos […]
Querida y respetada alcaldesa Manuela Carmena, en los años 70 del siglo pasado fui un modesto miembro de la extinta Unión Militar Democrática (UMD), una organización clandestina de jóvenes militares demócratas que luchó con la palabra para facilitar el paso de una dictadura fascista a una democracia real, una democracia que muchos de nosotros deseábamos republicana. No pudo ser entonces pues el dictador genocida Francisco Franco, y los poderes que lo sostuvieron, habían diseñado una Transición muy diferente a la que nosotros soñábamos.
Todo quedó, pues, «atado y bien atado»; al menos hasta el 15M, un movimiento que impulsó una ola de cambio social que transformó la representación ciudadana en muchos municipios de nuestra geografía. Felizmente, esa marea de cambio social la llevó a usted hasta la Alcaldía de Madrid, apoyada por diversos partidos progresistas.
Un insigne hijo de la Villa de Madrid, que usted tan dignamente representa, fue el líder indiscutible de aquella organización de jóvenes militares demócratas. Se trata del coronel Luis Otero, detenido a mediados de los años 70 del siglo pasado, siendo comandante, y procesado en consejo de guerra junto a otros ocho capitanes, dirigentes de la organización.
No voy a extenderme en narrar las penalidades y vejaciones que, a lo largo de aquella transición no tan modélica, sufrió nuestro compañero, su esposa Carmen y sus hijos; tan solo recordar que tanto él como los que militábamos en la UMD -arriesgando nuestras vidas y nuestro futuro profesional- no solo fuimos olvidados por el Reino de España, sino que se nos aisló mediante una infame Ley de Amnistía, manteniendo expulsados de las Fuerzas Armadas a nuestros compañeros detenidos, procesados y condenados a largos años de prisión, si bien excarcelados en la Transición. Muchos años después fueron reingresados sigilosamente y presionados para su pase a la reserva, situación en la que estuvieron hasta su retiro.
Pasados otros tantos años nuestros compañeros -que habían sido procesados, condenados y encarcelados por evidentes delitos de motivación política- fueron finalmente condecorados por la ministra de defensa Carmen Chacón, reconociendo de este modo en sus personas la contribución meritoria de la UMD a las libertades actuales del pueblo español.
Aquella Ley de Amnistía -posterior a las elecciones de junio de 1977 y anterior a la promulgación de la Constitución de 1978 aún vigente- fue votada y aprobada por abrumadora mayoría del Congreso de los Diputados, con la muy digna abstención de los diputados Carlos Sanjuan y Julio Busquet, que habían sido dirigentes de la UMD y militaban en el PSOE.
No fue ese el trato dado por el Reino de España a los militares fascistas sublevados contra el Gobierno legítimo de la República, que vieron amnistiados sus crímenes de guerra y los cometidos durante la dictadura, situación que ha seguido manteniéndose durante los reinados de Juan Carlos I y Felipe VI.
Durante su peculiar reinado no solo se ha protegido la impunidad de los crímenes del franquismo, con la consiguiente humillación de las victimas de aquel régimen de terror, sino mantenido el oprobio de sus nombres en un callejero que sigue enalteciendo la memoria de unos criminales que no lo merecen.
Actualmente nuestro querido Comandante se encuentra gravemente enfermo en una situación de mucho sufrimiento personal y familiar. Es por ello que el colectivo de militares demócratas ANEMOI, que me honro en representar, pide que -lo antes posible, pues el tiempo apremia- una calle o plaza de la villa de Madrid -que él tanto amó- lleve el nombre uno de sus hijos insignes –Comandante Luis Otero– pues en ella vivió y desarrollo su generosa actividad en defensa de las libertades que hoy disfrutamos.
Manuel Ruiz Robles, es miembro del colectivo de militares demócratas ANEMOI, antiguo miembro de la UMD, vocal de la Junta Directiva de ACMYR, capitán de navío de la Armada (RET).
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