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En el post-triunfo

Fuentes: Rebelión

A tres días del triunfo electoral de Gustavo Petro como Presidente y Francia Marquez, Vicepresidente, para el periodo 2.022-2,026, en Colombia se respira un ambiente de distensión y de concordia, luego de una campaña basada en el odio, el engaño, la sin razón. El desconocido patán fue vencido por el favorito y reconocido con calidades de estadista a nivel nacional e internacional. 

Sin seguir un orden cronológico ni de importancia de temas, destaco el triunfo de una Presidencia Alternativa con la coadyuvancia y trabajo militante de la izquierda legal, por primera vez en Colombia.

Colombia se inclinó por el cambio de Petro con histórica votación. El domingo 19 de junio, 22’658.694 colombianos, equivalentes al 58,09%, salieron a las urnas en los 32 Departamentos. 39 millones de colombianos estaban a habilitados para votar.

Bajó la abstención un 5%. Petro se alzó con la victoria en 16 regiones y en Bogotá, mientras que Hernández conquistó esa misma cantidad de Departamentos, pero se quedó con la mayor votación de los colombianos en el exterior.

El candidato del Pacto Histórico y ahora presidente electo se impuso en regiones como la Costa Caribe, el Pacífico y buena parte de la Amazonia. (Hace 4 años Iván Duque se alzó con la victoria en el país con un total de 10’373.080 votos, mientras que Gustavo Petro aseguró su triunfo con el respaldo de 11’281.013 electores.)

Entre tanto, el ex alcalde de Bucaramanga obtuvo 10.580.412 votos, conquistando el oriente colombiano, parte de la región Andina y el Eje Cafetero. (Los votos de Federico Gutierrez en la primera vuelta vertieron en Rodolfo Hernández).

Significa lo anterior que se cumplió el cálculo de romper la abstención a favor de G. Petro en un 5% pues la abstención pasó del 45% al 40 %

El progresista Gustavo Petro llega al poder con apoyo de la izquierda legal y votantes centristas, urbanistas, periféricos, moderados, socialdemócratas, en cerca de 11.3 millones de votantes. Lleva al poder al Progresismo junto con la izquierda legal por primera vez en la historia del país.

Gustavo Petro obtiene el 50,4% de los votos frente a Rodolfo Hernández, que pierde con el 47,3%.

Rodolfo Hernández, por su parte, pasó de 5’953.209 votos que consiguió en la primera vuelta del pasado 29 de mayo, a 10’580.412 en la jornada de ayer, una cifra nada despreciable.

No obstante lo anterior, no se puede concluir que el país colombiano esté dividido en dos extremos. Estos resultados electorales tampoco dan base para determinarlo así. Sucede es que hay 18 millones de colombianos que no votan. No son participativos. Encuadran en el dicho: “para donde va Vicente, para donde va la gente”. Los votantes que lo hicieron por G. Petro corresponde calificarlos de conscientes. La suma de votantes a favor del candidato perdedor obedece a una gama de votos cautivos, más votos comprados. En ese orden presentado no estamos ante un país dividido o polarizado. En gracia de discusión, se podría tomar una variante de unos 5.250.000 que calificaran de ricos o acomodaos de este país, que constituyen las fuerzas retardatarias, conservaduristas, opuestas a cualquier cambio en Colombia. Por ello es dable concluir que el gobierno del Presidente G. Petro y de la Vicepresidente Francia Marquez será un gobierno de y para las mayorías en el país.

Ante el triunfo del Frente Amplio Popular y Democrático, que expresa el Programa y Plataforma Política del Pacto Histórico (PH), corresponde reseñar las acciones inmediatas de actuación del Nuevo Gobierno, una vez obtenido el triunfo; explicado en la variable del llamado a un Gran Acuerdo de Unidad y de Concordia Nacional.

Lo de implementación

Los Acuerdos de La Habana y el Teatro Colon se constituye en la implementación, como alcances por materializar, en las conquistas del movimiento popular colombiano. La Nueva Presidencia Alternativa asume ese derrotero. Llegó la hora de cumplimentar, facilitar y poner al orden del día el cumplimiento y compromiso del Estado colombiano para con las antiguas Farc-ep, sus desmovilizados y desarmados; sobre todo con la aspiración inconclusa y de frustración histórica que ha significado para la nación colombiana, la vuelta trizas de lo acordado y paralelo a ello, la actitud frente a los compromisos asumidos como Estado colombiano; colocando al país de espaldas ante la obligatoriedad de instrumentos internacionales plasmado en Convenios. Todo por conductas dolosas del gobierno que concluye; colocándonos en la picota de ensañarnos por los incumplimientos de los pacta sund servanda, ante el escenario de la comunidad y el derecho Internacional. 

Se deleitaron, trayendo consigo el enfurecimiento y coraje de la opinión popular nacional y el deleite gubernamental por causar el mayor daño posible a la Justicia transicional, como método civilizado aplicable en la solución de conflictos armados internos, como al que se llegó con las insurgencias de las Farc-ep en Colombia. 

Este triunfo electoral revindica el desagrado causado por la sensación de placer contra las aspiraciones populares causada por la secta de gobierno derrocada, que se había entronizado en el poder. 

Rememoremos que en tejido de telaraña jurídica el gobierno oligárquico de Santos acudió a un referéndum innecesario y que la incapacidad política del antiguo Secretariado de las Farc-ep admitió, jugando de tahúr el presidente, en la aplicación de la lógica: “ni tanto que alumbre, ni tanto que queme al santo¨”. Santos ya había obtenido un Premio Nobel y también complacía a sus amigos del Counytry Club.

Sometieron a referéndum: «¿Apoya usted el acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera?». Pregunta que como se sabe fue respondida mayoritariamente con el NO y conllevó al desmonte de esenciales circunstancias y situaciones, procediendo a concesiones por la parte plenipotenciaria de la antigua insurgencia que concluyó en el Acuerdo del Teatro Colón. Se admite que lo único incólume de lo Acordado en La Habana lo fue la JEP (Jurisdicción Especial para la Paz). 

Los cinco puntos de los Acuerdos

Estos materializaran en dirección al contenido del Estado colombiano, que desmontará todos los vestigios de poder narco paramilitar, tan vilmente instalado. En resumen, con el triunfo del gobierno Alternativo se impone:

-La Reforma Rural Integral; falseada durante el transcurso mismo de las conversaciones por la Ley Zidres; como plan real y que dejó en ilusión lo conversado y plasmado. Al orden del día está la reforma agraria democrática y radical  

-Reforma Política Electoral. Por plenas libertades de expresión, organización y movilización. Votos a cambio de balas y de dinero, por sepultar un sistema electoral corrupto, clientelista, de casino y de garantías de papel. La aplicación de un Estatuto para la oposición, en el entendido que hoy las fuerzas alternativas son gobierno. 

-Fin del conflicto armado interno con las Farc-ep que consiste en el fin de los combates y acciones militares, por parte de las FARC, y los ataques y la persecución militar por parte del gobierno a esta guerrilla. Es el llamado “Cese al fuego y hostilidades bilateral y definitivo”. Fin que quedó trunco con la facción denominada La Nueva Marquetalia, conformada por combatientes que firmaron Los Acuerdos y luego alegaron incumplimiento estatal a los mismos retomando las armas. En forma alguna significan ¨disidencias y a hoy cobijan bajo el presupuesto normativo de calidad de rebeldes acorde al Derecho Internacional.

 4.– Solución al problema de las drogas ilícitas. Sustitución de cultivos ilícitos. Este Acuerdo ha significado el de menos implementación y va ligado al Acuerdo primero de reforma rural integral.

 5 – Acuerdo sobre las víctimas del conflicto. Aplicación de la Justicia Transicional, en desarrollo de sus principios de autonomía e independencia. Esta ha sido la garantía de No impunidad. Extendidas estas normas de justicia transicional a todos: a ex guerrilleros, militares, como miembros de las Fuerzas Armadas, en todas las ramas y composición de agentes estatales participantes y/o financiadores del paramilitarismo.El Acuerdo sobre Víctimas impedirá la impunidad para los paramilitares, los empresarios que los financiaron y los agentes estatales que los promovieron. Así, el Acuerdo garantiza no ser un pacto de impunidad. Este Acuerdo contempla dos componentes: Jurisdicción Especial para la Paz y Derechos Humanos. Jurisdicción Especial para la Paz, en aplicación a un sistema integral alterno que garantiza el derecho a las victimas y se cumpla con la obligación estatal de justicia, buscando, mediante investigaciones penales especiales, la determinación de responsabilidades a sindicados de delitos de guerra y de lesa humanidad, ocurridos durante y con ocasión del conflcito armado. La garantía de vigencia del contenido de Derechos Humanos asume lo de No repetición.

Lo del conflicto armado interno

Con el Nuevo Gobierno Alternativo llegó el momento histórico y político de asumir, de fondo y lograr en definitiva, el fin del conflicto armado interno colombiano. Para ello el Nuevo gobierno ha de llamar a Conversaciones a todas las insurgencias: 1. Ejercito de Liberación Nacional de Colombia-ELN. 2. Ejercito Popular de Liberación- EPL. 3. Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – FARC, en las diferentes facciones en que se transformaron, como ejército popular insurgente, luego de los Acuerdos de la Habana y el Teatro Colón, resumidos en La Segunda Marquetalia; Las facciones lideradas por Gentil Duarte y/o sus sucesores; los Frentes 10 y 28,con sus caracterizaciones particulares. En este item, es primordial destacar que la contra parte estatal colombiana debe actuar de conformidad, en relación a un país con conflcito armado interno, bajo las distinciones y calificaciones del Derecho Internacional. Distinguiendo las características de: mando unificado; presencia territorial y motivación antigubernamental y de lucha armada contra el Establecimiento Estatal; en la configuración de una contra parte que tenga el carácter y reconocimiento de rebelde e insurgente. 

Lo complejo de la situación en el panorama del conflcito armado interno colombiano, implica singularizar en lo de continuación de las Conversaciones existentes con el ELN. El trato especial a facciones de las Farc, que incluso firmaron los Acuerdos enunciados, incluyendo en ello a la Nueva Marquetalia. Dentro de este mismo trato especial ha de incluirse a los reductos del EPL, que desde hace tres décadas continuaron en la lucha armada; pese a la des movilización de la mayoría de esa organización político-militar, ubicando su presencia actual en zonas como las del Catatumbo, la Provincia de Ocaña y el sur del Cesar. El llamado a Conversaciones a actuales facciones de las Farc-ep, que no aceptaron ni firmaron los Acuerdos de La Habana; bloque identificado como el dirigido por Gentil Duarte. Incumbe incluir la suerte en la definición de los citados frentes 28 y 10, acorde con las caracterizaciones del Derecho Internacional y en la definición definitiva, si califican o no, como fuerzas rebeldes y/o insurgentes y/o perteneciente a fuerzas del crimen organizado multiforme. Los ingredientes del conflicto armado interno colombiano lo componen actores armados insurgentes o rebeldes y las fuerzas armadas estatales colombianas, en todas sus expresiones.Por ello, al buscar el fin de ese conflcito, el armado, no ha de volverse al galimatias de “proceso de paz”; ni continuar utilizando un lenguaje impropio, de calificaciones y clasificaciones; de colocar en un mismo recipiente a todos los actores armados que asolan la geografía nacional; comprendiendo que lo de multiforme de crimen común organizado, difiere de las causas, motivaciones, ejercicio y alcances de los rebeldes insurgentes. 

En todo lo anterior radica el meollo del asunto, en la distinción del diseño y aplicación de una política gubernamental Nueva, que logre la finalidad del fin del conflicto, como solución política y no de lo oscuro de calificativos y frases confusas.

Tan extenso tema y tangecialmente abordado, resuma en la continuación de las Conversaciones rotas con el ELN, facilitando que sus plenipotenciarios en La Habana, definan su equipo negociador y de común acuerdo con las partes. En primer acto soberano del gobierno alternativo del Dr G. Petro: retomar el carácter plenipotenciario de los lideres del ELN en la Habana y coordinar su regreso inmediato; de conformidad con los Convenios existentes y desconocidos por el saliente gobierno narco paramilitar. Determinar si las Conversaciones han de continuar en el exterior o por el contrario, dentro del territorio nacional; constituyendo ésta la de mayor acogida.

Las Conversaciones con el Ejercito de Liberación Nacional de Colombia- ELN, no serán difíciles en cuanto al reconocimiento de beligerantes,como parte plenipotenciaria, frente a la contra parte estatal. Se regirán sobre el alcance de profundas reformas económicas, políticas y sociales; con participación de la sociedad civil, conforme al planteamiento de Programa Máximo y Minino, de satisfacción con y al moviemento popular. Existe un acumulado de experiencias con el proceso de fin del conflcito armado con las antiguas farc-ep. Desde ya, que la dictadura mediática no se apropie de la estulticia de un “proceso de paz”. Hoy se trata de un proceso de conquistas sociales y populares. Es conveniente que se desarrollen en territorio colombiano.

Lo del conflicto social

No es fácil describirlo o explicarlo. Lo conforman múltiples factores y se dice que en toda sociedad existirá el conflicto social. Es por ello que al asumir una solución al Conflcito Social colombiano corresponde identificar una caracterización en el llamado conflicto multicrimen. El tema y su solución ha de abordarse desde lo sociológico y político; sin que se resuma en que se trata de un problema político y sociológico de por si. 

Los múltiples conflictos colombianos(armado, político, económico, social, ecológico) están relacionados entre si. De manera que corresponde asumir el tema en particular, en lo atinente con la seguridad ciudadana.

 No es el motivo del presente artículo la motivación profunda de contenido y conocimiento de este conflicto. Partir de la base que es uno de los problemas mas álgidos que afectan la convivencia ciudadana, nos permite abordar el tema de seguridad de los ciudadanos en la ciudad y en lo rural. Para ambos escenarios no se dan tratos diferenciales. Las estadísticas y volumen de incidencias del conflcito social abarcan ambos escenarios: lo urbano y lo rural.

El gobierno que termina, aplicó una política hegemónica oligárquica contra insurgente, para enfrentar el conflicto social y el conflicto armado. Los resultados ciertamente calamitosos. Hoy corresponde dilucidar entre la llamada lucha contra las drogas, contra la minería ilegal, contra la ganadería extensiva y su efecto depredador;la lucha contra las organizaciones multicrimen y sus agentes, incluido los delincuentes de cuello blanco; los acaparadores de recursos básicos; especuladores y prestamistas; también de los especímenes, en todos los matices, de la corrupción y aliados del narco paramilitarismo. Desenmascarar toda una cultura de alienación bajo la premisa de convivir con el crimen. Llamar a los delincuentes y los delitos por su nombre. Destaco lo subliminal de “borrrar” el delito de robo y a todo llamarlos la mediática y los responsables policiales de simples hurtos. En un hurto no opera el factor violencia; en el robo sí y esa simple circunstancia ha hecho carrera para atosigar o mitigar agobio a esa exposición de inseguridad que padece la sociedad colombiana.  

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.